Epilogo

1.4K 96 12
                                    

Tanto el primer año que me quedaba como los dos siguientes en la U.A fueron realmente duros. Muchas de las cosas que vivía a diario me recordaban a ella y todos los años se hacían protestas que salían en la televisión. Nada me ayudaba a olvidarla y no parecía ser el único en la clase aunque sí de los más afectados.

Kirishima se veía derrotado al volver a perder a su amiga sin poder hacer nada.
Al principio me sorprendió que Bakugo reaccionase de una manera tan parecida a la Kirishima. Poco después me enteré de que le tenía afecto a esa "extra" por lo que había visto de ella.

Por duro que fuese intentamos seguir adelante siempre con la ayuda de nuestros compañeros y profesores que trataban de no hacer todo ese asunto aún más difícil. En especial Aizawa, él la había cuidado por un tiempo, por mucho que el dijese que no, era obvio que la había cogido cariño.

Con Eri pasó algo similar cuando Aizawa y Mirio le contaron lo sucedido aunque sin tanto detalle. Esa niña por fin había encontrado a alguien dispuesto a ayudarla y que podía comprender por lo que pasaba y de la nada se esfumaba...

Incluso mi padre se entristeció por la noticia y ayudó a buscarla durante el tiempo que se la dio por desaparecida. Me lo esperaba de cualquiera de mi familia, pero no por su parte... Aún así fue un gesto que agradecí en mi interior.

Todos nos habíamos graduado, la educación en la U.A no fue nada fácil, los villanos no nos dieron ningún respiro y ahora que nos convertiríamos en héroes profesionales aún menos...

En un principio me fui a la agencia de mi padre hasta convertirme en un héroe de renombre. Al fin y al cabo mi relación con él fue un poco a mejor en los dos años restantes y me sería de gran ayuda empezar con el héroe número uno.

Poco después, gracias a una pelea importante me metí en el ranking de los héroes y pude empezar a volverme un héroe mucho más independiente. Creé mi propia agencia y me mudé yo solo... Las cosas iban realmente bien, no sólo tenía mi sueldo de héroe que ya era alto sino que también me invitaban a entrevistas que eran mejor no rechazar, ya que me darían el prestigio que necesitaba para ser aún más grande. Las cosas volvían a ir bien después de tanto tiempo...

Pero un día una sorpresa apareció en mi puerta.

Un par de niños llamaban a mi puerta.

Cuando abrí vi a uno de pelo rojo con una nota mientras tiraba de la camisa del de pelo blanco que jugaba con las hojas que se habían caído de los árboles y habían llegado a parar a la puerta de mi casa. El pelirrojo apenas se dio cuenta de que había abierto la puerta y de que estaba enfrente alzó su pequeña mano donde estaba la nota insistente.

-¿Cómo os llamáis?- tomé la nota que tenía el niño en la mano.

-Kenzo- se señaló- Kazuya- volvió a tirar de la camisa del otro niño.

Mire a mi alrededor y los hice pasar al ver que no había nadie, no podía dejar a unos niños que no tendrían más de cinco años fuera. En cuanto entraron se sentaron rápidamente en el sofá y se pusieron ha hablar entre ellos. Con esa conversación que tenían mientras que buscaba algo para que bebiesen me enteré de que eran hermanos. Y por lo parecidos que eran yo diría que hasta gemelos, pero me recordaban a alguien más que aún no sabía reconocer.

Abrí la carta que me dio Kenzo y la empecé a leer detenidamente.

La verdad, es que he pensado mucho en como empezar a escribirte esto, pero no soy capaz de encontrar un saludo que me guste y que no sea tan chocante...

Estaba algo confundido, no entendía bien porqué todo empezaba de esa manera pero dejé de lado mi confusión por un momento para seguir leyendo.

Se que ha pasado mucho tiempo, pero también se que el tiempo te ha tratado bien, todavía te veo cuando sales en televisión o cuando salvas a la gente cerca de donde yo me quedo.

Mitad (Todoroki×lectora) +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora