Parte 26

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Cuando me desperté seguía atada, me di cuenta de que tenía muchas vendas y de que estaba sola. Estaba muy cansada pero intenté sentir, con lo poco que funcionaba mi quirk, quién estaba a mi al rededor, cuando sentí a Bakugo me tranquilicé un poco más, ya que él no le había hacho nada, aunque dudaba que el resto de los villanos lo dejasen.

-Me alegra verte despierta- la puerta se abrió delante de mi dejándome ver a mi padre.

-Ojalá no haber despertado, no me apetecía ver la cara de gilipollas que tienes.

-Es un gran cumplido viniendo de ti.

-No si se dirige a ti.

-Me lo seguiré tomando como un cumplido, pero ahora me encantaría empezar con un juego nuevo. Cuando eras pequeña no tenía mucho sentido, pero ahora se que lo vas a disfrutar...

Lo miré algo extrañada y con miedo, si ese hombre se había inventado algo nuevo no sería nada bueno.

Se acercó y empezó a quitar algunas de las vendas, en especial las que cubrían toda la parte del abdomen y pecho. Metió su mano por debajo de la poca ropa que no se había roto después de todo lo que había hecho.

Empezó a tocar más de lo que solía hacer para admirar sus "obras de arte" en mi piel, esta vez iba con otra intención.

-¿Sabes? te pareces más a tu madre de lo que parece, una pena que tuviese que ser uno de mis juguetes...

La mujer que se suponía que era mi madre me daba bastante pena, ya sabía lo que había pasado con ella y lo que sufrió cuando él la secuestró, y la verdad era que no me apetecía quedar como ella...

Se puso detrás de mi empezó a subir sus manos hasta mi pecho, empezó a tocar, cada vez más intenso, lo cual debido a las heridas que ya tenía de antes hacía que doliese y escociese mucho.

Intentaba zafarme, pero lo único que conseguí era hacerme más daño en las muñecas y los tobillos debido a su quirk. Ahora más que nunca quería que alguien me salvase, eso era algo que no quería que pasase bajo ningún concepto.

Después de un rato su mano derecha bajó hasta llegar a mi entrepierna, intenté cerrar las piernas, pero las cuerdas me lo impedían. No paraba de pedirle que parase, que hiciese otra cosa, no importaba qué, pero algo que no fuese eso.

Empezó ha hacer movimientos circulares mientras que su otra mano también bajaba para poder meterme los dedos. Gritaba desesperada, después de eso había pocas opciones más, y no quería que ocurriese nada de lo que estaba pensado.

Unos minutos después se apartó, tuve un poco de esperanza, pero sabía que de poco me serviría. Fue a donde estaban los nudos de las cuerdas, los desató y bajo mis brazos hasta quedar sentada, luego los volvió a atar. Se puso frente a mi y llevó sus manos hacia la cremallera...





Por fin estaba desatado, había vuelto a escuchar gritos, antes de poder escapar tenía que ayudarla a ella también. Cuando tocaron la puerta y pude ver a All Might corrí todo lo rápido que pude hasta el pasillo y abrí la puerta donde ese hombre había entrado antes.

Ahí estaba ella con lagrimas en los ojos, su supuesto padre delante de ella sin pantalones y con una mirada suplicante, antes de que él pudiese hacer nada me lancé con una explosión que hizo que se estampase contra la pared.

Rompí las cuerdas que la sostenían con más explosiones, pero ella no se movió.

-El anillo- dijo como pudo.

Entendí que se lo tenía que quitar y eso hice, después un chorro de sangre termino en el suelo y ella empezó a moverse, se puso de pie poco a poco, fue entonces cuando vi el porqué gritaba tanto. La mire con algo de pena, pero tampoco había mucho tiempo como para hablar.

-Los héroes están aquí.

Puso una pequeña sonrisa que no duró mucho ya que un liquido gris empezó a salir de nuestras bocas y nos transportó a otro lugar, ahora estábamos en mitad de la calle y enfrente de un villano mucho más fuerte. Escapar ahora sería difícil.

La extra estaba débil y los villanos empezaban a atacarnos...

-No te preocupes por mi Bakugo, se como enfrentarme a los villanos.

La hice caso, ella ya había estado con villanos muy fuertes antes.





Ahora que no estaba atada y no tenía ese asqueroso anillo podía usar mi quirk, algunos villanos se acercaron para atraparme, suponían que no tendría mucha fuerza y opondría poca resistencia, pero se equivocaban.

Tome su energía prestada en cuanto me tocaron, y al ser un bajón tan de golpe y sin estar preparados muchos se desmayaron, aunque tampoco podía quitar tanta energía, era más que suficiente.

Me dediqué a esquivar sus ataques y a bloquearlos con las enredaderas hasta que alguien vino a retomar el combate.

-¿Que tal la pequeña?

-Seguro que mejor que el abusón después de nuestro combate, esta vez no cuentas con el humo para que te ayude.

-No lo necesito.

-Vas a desear tenerlo después de la paliza que te voy a dar.

-Inténtalo niña.

Sonreí y me lancé contra él, use una onda expansiva para que se fuese hacia atrás y que tardase más en reaccionar, iba a volver a lanzarme pero Bakugo me agarró de la cintura y me puso en su hombro como a un saco.

-Han venido.

En ese momento vi el hielo de Shoto, no me pude alegrar más hasta que un escombro me tiró del hombro de Bakugo.

-La pela no ha terminado.

Bakugo ya estaba muy lejos como para poder alcanzarlo, él ya estaba a salvo junto a nuestros compañeros, pero mi situación era un poco distinta.

-¿Tantas ganas tienes de perder?

Dabi solo me sonrió y atacó, pero un gran bloque de hielo detuvo el fuego y consiguió distraerlo durante un momento. Shoto apareció patinando sobre su hielo con mucha velocidad, me agarró de la cintura y esta vez ya estaba a salvo.

-Te gustan demasiado las pelas- dijo con algo de ironía.

Lo miré a los ojos, me miraba con algo de pena.

-Esas heridas...- me dejó en el suelo.

-Regalo de mi padre- dije algo apenada bajando mi mirada.

Shoto me tomo del mentón y subió mi mirada.

-No te preocupes por ellas- acortó la distancia que nos separaba y me beso de manera tierna.

Puse mi mano en su mejilla para seguir ese corto beso.

-¿Volvemos con los demás?- solo sonreí y asentí.

Mitad (Todoroki×lectora) +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora