Parte 49

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Después de ese juicio por fin llegamos a la residencia, el día se había hecho largo y cansado para todos. Muchos ya se habían ido a sus habitaciones a descansar, al fin y al cabo mañana habría clases, entre ellas prácticas de héroe, debíamos estar descansados.

Antes de subir a mi habitación fui a la cocina y tomé algo de picar, unos frutos secos. No solo estaba cansada también estaba hambrienta, y por lo que parece no era la única.

Shoto estaba detrás de mi con sus manos descansando en mis caderas y su barbilla en el hueco que se formaba entre mi hombro y mi cuello.

-A sido un gran juicio.

Su voz chocó directamente con mi oído dándome un escalofrió que fue desde mi cabeza hasta mis pies. No me giré a verlo, sabía a la perfección que estaba roja, pues no me esperaba que la voz del heterocromático fuese a sonar de esa manera en un momento inesperado.

-Pareces tensa... deberías relajarte.

Sus manos pasaron de mis caderas a mi abdomen realmente rápido para luego girarme y alzarme. Como acto reflejo enrollé mis piernas en sus caderas y rodeé su cuello con mis manos. Él deslizó las manos hasta mi culo y empezó a andar hasta el último piso.

-¿Tu habitación o la mía?- volvió a susurrar en mi oído.

-La que esté más cerca- escondí mi cabeza en su cuello tratando de que no me viese.

-En ese caso la mía- una de sus manos fue a mi cara para apartarme de su cuello- me gusta más verte- una sonrisa ladina se formó en su rostro.

Cada vez me sonrojaba más y no era capaz de pronunciar palabra, ni siquiera el juicio me había conseguido poner tan nerviosa en tantas horas cómo este hombre en un par de minutos.

Una vez llegamos a su puerta la abrió tan rápido cómo la cerró y me apoyó contra ella aún estando encima de él.

Empezó a besarme, unos besos intensos llenos de deseo, casi desesperados. Empezó a baja por mi cuello dejando alguna marca y consiguiendo que hiciese algún que otros sonido de placer. Me empujó aún más contra la puerta haciéndome sentir su erección y avisándome de que en cualquier momento podría tenerlo dentro.

Cómo él había hecho me escondí en su cuello, pero ahora no era por vergüenza o algo por el estilo, me escondí para empezar a besarlo y dejar algunas marcas que iban bajando progresivamente hasta que la posición me limitó.

Shoto me bajó por un momento para quitar mi ropa y también la suya, no estoy segura en qué momento tomó un preservativo ya que sin previo aviso volvía a estar en la misma posición, arrinconada contra la puerta y con mis piernas rodeando la cintura del contrario.

Ambos estábamos preparados y simplemente comenzó a meter su miembro lentamente haciendo que el placer fuese progresando según iba avanzando. De un momento a otro sus estocadas empezaron a ser más fuertes y rápidas, eso hacía que mi voz comenzase a salir sin control.

Una de sus manos se acercó a mi cuello apretando levemente, haciendo que mi mirada de sorpresa se posase en él.

-Amo oírte, pero necesito que bajes la voz, dar explicaciones no es lo mío- su tono ronco me ponía aún más haciendo que tuviese más ganas de gemir.

Traté con contenerme pero eso no hizo que Shoto apartase tu mano de mi cuello ni que fuese más lento.

Cuando estuve por acabar gemí su nombre y el paró de golpe haciendo que lo mirase desesperada.

-No vayas tan rápido...- susurró en mi oído.

De la puerta pasamos a la cama para seguir con lo que estábamos haciendo. Yo había quedado sentada encima suya.

-Yo no me moveré.

Mordí mi labio y me quedé pensarlo en si hacerlo. El deseo me ganó haciendo que me empezase a mover. Mis manos se apoyaban en su pecho y mis caderas iban de arriba a abajo con un ritmo moderado. Poco duró ese ritmo ya que el contrario volvió a poner sus manos en mis caderas para marcar un ritmo aún más rápido haciendo que llegase a mi límite.

Dejé de moverme por un momento pero la fuerza de Shoto hizo que volviese a moverme, ahora estaba más sensible y mis fuerzas desaparecían con cada estocada.

-Yo aún no termino.

Cambiamos de posición y ahora era yo la que estaba tumbada, cosa que agradecía ya que apenas me quedaban fuerzas. Él por el contrario, ocupaba mi posición anterior, ahora él estaba arriba marcando un ritmo muy rápido que hizo que me llevase las manos a la boca para tratar de callas mis sonidos.

En cuanto el heterocromático se dio cuenta de esto avanzó un poco en su posición poniéndose aún más encima de mí para besarme y ser él el que me callase.

Había conseguido que guardase silencio y ahora sus estocadas eran mucho más profundas lo que significaba que le quedaba poco para acabar.

Así fue, poco después Shoto llegó a su límite, salió de mi interior y tiró el condón para después empezar a recorrer mi cuerpo con sus manos. Fueron a mis tetas para luego acercar su boca y empezar a lamer y succionar. Mis manos fueron directamente a su pelo para agarrar sus mechones del placer que me provocaba.

Después de un rato ambos nos cansamos y paramos.

-¿Desde cuando eres tan atrevido?- pregunté sin apenas creer lo que acababa de pasar.

-Me apetecía probar.

El tono tranquilo no pegaba para nada con mi agitada respiración y mi temblor de piernas.

-¿Sabes que mañana hay práctica verdad?

-Sí, ¿qué pasa?

-¿No que no querías dar explicaciones?- señalé mis piernas aún temblorosas- empieza a buscar una buena excusa por si acaso.

La cara de miedo de Shoto se hizo presente, estaba en su mundo hasta que le lancé su ropa para que se vistiese y no cogiese frio, yo hice lo mismo.

Después simplemente nos metimos en la cama para dormir.









-Esto no se quedará así, las cosas no te van a salir bien... más te vale estar dispuesta a perderlo todo, porque así será... todavía no debes bajar la guardia... volveré más pronto de lo que crees... ¿estarás preparada?



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Hola, aquí la autora.

Vengo a informar que la semana que viene esta historia será finalizada con los dos últimos capítulos que quedan para concluirla.

Espero que os haya gustado, si es así os agradecería que votaseis.

Nos vemos la semana que viene.

Mitad (Todoroki×lectora) +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora