Capítulo 5 ¡Corre!

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Jungkook llegó a su departamento y se tiró en el sillón,  miró a su alrededor,  todo era pulcro y elegante,  pero muy vacío, claro que a él le gustaba su soledad, por eso no traía a nadie a su guarida, él era un hombre solitario,  su familia era cuento aparte, había roto lazos con sus padres hacía tiempo y no le gustaba recordar aquello.

Todo iba bien,  su carrera de cantante lo tenía en la cima,  pero cuando estaba a solas en su departamento no podía evitar sentir que estaba solo,  que le faltaba algo,  una sensación extraña de tristeza,  cuando esto pasaba se encerraba en su estudio a componer,  la música siempre lograba sacarlo de esto y lo volvía nuevamente feliz.

Pensó en su nuevo asistente,  ese chico era todo lo contrario,  siempre feliz,  sin quejarse de nada,  sin filtro diciendo lo que tenía en la cabeza, un desastre para vestir...pero en el fondo sentía un poco de envidia de su sencillez y manera alegre de ver la vida, era transparente esa era la palabra para describirlo.

Se le vino a la cabeza el apodo con el que a veces lo llamaba ¿ cómo era?, Howl del Castillo...no recordaba bien,  tomando su celular empezó a buscar hasta que lo encontró...El Castillo Ambulante,  como no tenía nada mejor que hacer buscó la película y se dispuso a verla,  el enano era un niño, ¿ veía animación?, se acomodó en su cama después de ducharse y con su pijama puesto y el notebook en sus piernas, empezó a ver la película.

Después de un rato estaba realmente entretenido,  los personajes eran adorables, además Howl no era un personaje detestable como había imaginado, ¿ en serio el enano pensaba que se parecían?, Howl al igual que él tenía un asistente,  un aprendiz de mago llamado Marco,  esto le causó diversión, cuando la película terminó quedó con una sensación de felicidad en su corazón,  realmente una bella animación, se durmió tranquilo y soñó que el tenía una chaqueta de rombos y Jimin caminaba a su lado mirándolo con admiración y cariño,  y por alguna razón cuando despertó por la mañana,  sentía su corazón más tibio, ¿ el enano pensaría que al igual que Howl el no tenía corazón?, sonrió al pensarlo y se levantó para empezar con su día.

Cuando Jimin llegó a la corporación había un caos total,  una gran cantidad de chicas de diferentes edades estaban reunidas frente al edificio con pancartas escritas que hicieron reír a Jimin,  eran kooklovers revolucionadas por lo que Jungkook había dicho el día anterior en la entrevista.

¡Yo soy tú chica!, ¡ Elígeme oppa!, ¡ Ten una cita conmigo oppa!, y muchas más pancartas se izaban mientras gritaban eufóricas el nombre de Jungkook.

La recepcionista estaba de los nervios pensando que en cualquier momento la horda de mujeres entrarían al edificio,  los guardias en la entrada apenas podían contenerlas y miraban preocupados a las fanáticas gritando y agitando sus carteles.

Jimin entró con dificultad y se encontró a Nam-joon con cara estresada.

-¡ Jimin ven acá!- lo llamó Nam-joon apenas lo divisó.

- ¿ Y Jungkook aún no llega?- preguntó Jimin.

- No, ¡ mierda tiene el celular apagado!, si aparece aquí esto se va descontrolar y puede salir lastimado,  ¡lo voy a matar!, justo ahora tener el maldito celular apagado- Nam-joon gritaba furioso.

- Trataré de encontrarlo antes de que llegue al edificio- ofreció Jimin.

- Hazlo y dile a ese idiota que hoy no se aparezca por aquí,  cancelaré todo por hoy.

Jimin asintió y salió del edificio para tratar de detener a Jungkook antes de llegar a la corporación.

Divisó el auto de Jungkook y sin dudarlo se paró frente a él, haciendo señales para que se detuviera,  por suerte ese día traía chófer, Jimin rodeó el automóvil y abrió la puerta trasera.

-¿ Qué pasa enano?- preguntó Jungkook.

- Luego te explico,  necesitas salir de aquí- le dijo Jimin mirando hacia la calle.

Un griterío estruendoso se escuchó cuando una de las fanáticas vio el automóvil y empezaron a correr hacia él,  Jungkook miraba sin entender lo que sucedía.

- Trata de despistarlas- le dijo Jimin al chófer y agarró a Jungkook de la mano y lo arrastró fuera del automóvil empezando a correr buscando un lugar donde esconderse,  había un pequeño café y Jimin lo tiró hacia adentro y se acercó a mirar por la ventana,  las chicas por suerte siguieron al automóvil pensando que Jungkook iba en su interior.

- Ahora explícame enano- dijo Jungkook a su espalda.

Jimin se dio vuelta,  miró a Jungkook y no pudo evitar largarse a reír,  reía y reía de puros nervios.

Jungkook lo miró enojado.

-¡ Ya para enano!, ¿ qué es tan gracioso?- dijo Jungkook enojado.

- Disculpa...son los nervios,  estuvimos cerca- dijo Jimin sonriéndole.

-¿ Cerca?- preguntó Jungkook impaciente rascando su cabeza.

- Son sus fans,  como ayer dijo en la entrevista que estaba en busca de una novia,  se lo tomaron en serio...todas ellas quieren ser la afortunada- dijo Jimin y se puso a reír.

- No es gracioso enano- dijo Jungkook avergonzado.

Jimin lo miró y le cerró un ojo.

- Me debes una Howl,  te rescaté de una muerte segura,  me imagino a todas ellas peleándose a muerte por tener una cita contigo,  te jalarían de un lado a otro,  finalmente una se quedaría con un brazo,  otra con una pierna,  otra con tu cabeza..- Jimin se detuvo al ver la cara de horror de Jungkook.

-¡Ups!, lo siento,  yo y mi bocota- dijo Jimin disculpándose.

Jungkook cayó derrumbado sobre una silla.

Jimin sintió pena por él,  no se había imaginado lo difícil de ser un idol.

- Nam-joon dijo que te tomaras el día,  todo lo de hoy será cancelado,  deberías llamarlo,  tu celular está apagado y él no pudo comunicarse contigo.

Jungkook sacó el celular y estaba apagado,  no se había dado cuenta, marcó inmediatamente el número de su mánager.

- ¿Nam-joon?- dijo Jungkook y alejó el teléfono por los gritos que se escuchaban de Nam-joon furioso.

- Sí   Jimin está conmigo...está bien...nos vemos mañana...de acuerdo mantendré el celular encendido- Jungkook cortó la llamada.

-¿ Y ahora?- preguntó Jungkook mirándolo a Jimin.

- Regresa a tu departamento y disfruta un día de descanso- le dijo Jimin sonriéndole.

- Enano...ni siquiera tengo mi billetera...se quedó mi bolso en el automóvil- dijo Jungkook preocupado.

- Yo tengo algo...no es mucho.

- ¿Y tú?- preguntó Jungkook.

- ¡Naah!, estoy acostumbrado a caminar- le dijo Jimin.

-¿ Tienes algo que hacer enano?- preguntó Jungkook.

- Sin tí en la empresa lo dudo...iré a casa- respondió Jimin.

- ¿Porqué no damos una vuelta?, no tengo ganas de volver al departamento todavía- dijo Jungkook antes de pensarlo.

- Claro,  si se aburre no es mi culpa- le dijo Jimin y volvió a sonreír.

El enano tenía una linda y contagiosa sonrisa pensó Jungkook, y le sonrió de vuelta a Jimin.

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