Capítulo 25 * ¿Celos?

1.7K 300 25
                                    

Jungkook llegó al departamento y no encontró a Jimin en el.

Esperó un rato,  pero él enano no daba señales de vida,  y empezó a preocuparse, ¿ qué tal si se había perdido por ahí?, el enano no conocía tanto el lugar y como era de ingenuo cualquiera podía aprovecharse de él.

Lo peor de todo es que ni siquiera respondía el celular.

Estaba dejando un hoyo en la alfombra de tanto pasearse,  pasándose películas aterradoras sobre Jimin.

Ya estaba a punto de llamar a la policía cuando la puerta se abrió y apareció Jimin sonriendo y con un ramillete de globos de colores en una de sus manos.

- ¡ Mierda enano!, ¿ dónde te habías metido?- gritó Jungkook enfadándose al verlo sonriente y feliz.

- ¿ Pasa algo?- preguntó Jimin sin entender el alboroto que estaba armando Jungkook.

- ¿ Cómo qué si pasa algo?, ¡ estaba vuelto loco pensando qué te había pasado algo!- gritó nuevamente Jungkook.

Jimin suspiró y meneo su cabeza.

- Sólo salí a dar una vuelta Jungkook- le dijo Jimin sonriéndole.

- ¡ Ya oscureció enano!, y ni siquiera respondiste mis llamadas, ¿ qué querías que pensara?, ¿ qué le diría a tu padre si algo malo te sucediera?- le dijo Jungkook ya sin gritar y sentándose en el sillón.

Jimin lo miró confundido,  ¿ Jungkook estaba preocupado?.

- Disculpa no fue mi intención preocuparte,  el celular se quedó sin batería,  además estaba entretenido con Jin y...- Jimin no alcanzó a terminar.

- ¿ Estabas con el fotógrafo?- preguntó asombrado.

Jimin se sentó a su lado.

- Me lo encontré en un parque por aquí cerca y fuimos a tomar helado,  se me pasó la hora sin darme cuenta,  Jinnie me trajo de vuelta.

-¿ Jinnie?- preguntó Jungkook casi atragantándose.

Jimin sonrió.

- Sí,  suena lindo ¿verdad?- le dijo Jimin sonriendo.

Jungkook bufó molesto,  ni el se entendía.

- Te advertí que ese tipo quiere algo contigo,  después no te quejes- le dijo Jungkook de forma brusca.

-¿ Y qué si le gusto?, ¿tienes algún problema con eso?, ¿ o soy tan horrible que no puedo gustarle a alguien?- dijo molesto Jimin,  Jungkook no tenía ningún derecho a elegir sus amistades,  eso sólo lo decidía él, además fue él el que se fue con sus amigos y él no le dijo nada por eso.

- Disculpa enano,  creo que  me sobrepase,  sólo que tuve miedo de que te hubiera pasado algo- dijo Jungkook agachándo su cabeza como cachorro reprendido.

Jimin se conmovió,  no podía enojarse con Jungkook, así que se acercó y lo abrazó fuertemente.

- Discúlpame tú a mí,  agradezco tú preocupación,  te quiero mucho muchito mucho- le dijo Jimin y su vocecita era dulce.

- ¿ Más que a Jinnie?- preguntó Jungkook mirándolo.

Jimin se puso a reír.

- Muchísimo más,  eres mi primer y mejor amigo- dijo Jimin mintiendo un poquito,  porque el en realidad lo amaba con todo su corazoncito.

Jungkook parecía un niño pequeño sonriendo feliz de la respuesta de Jimin.

- ¿ No qué le tenías miedo a los globos enano?- preguntó Jungkook mirando los globos que Jimin tenía a su lado con ganas de reventarlos todos, seguro de que " Jinnie " se los había dado.

- Jinnie me los regaló,  no podía devolvérselos,  sería grosero de mi parte después de lo bien que se portó conmigo- le dijo Jimin.

Jungkook se contuvo para no enojarse nuevamente, él por imbécil se había aburrido toda la tarde con amigos que ni siquiera lo eran,  si se hubiera quedado Jimin no se habría encontrado con Jin y ahora no estaría muriendo de celos, ¡ mierda!, ¿ estaba celoso?.

- ¿ Lo pasaste bien enano?- preguntó Jungkook ahora acomodándose en las piernas de Jimin mientras éste le hacía cariño en su pelo.

- Fue muy entretenido,  lo ayudé con una sesión fotográfica y luego me invitó a comer helado,  es muy simpático y respetuoso- le contó Jimin sonriendo.

- Me alegro que lo hayas pasado bien enano- dijo Jungkook mintiendo.

- ¿ Y tú?- preguntó Jimin.

- Lo mismo de siempre,  me aburrí un poco- le dijo Jungkook- te extrañaba enano.

Jimin alertó su radar y se levantó del sillón,  no quería más confusiones.

- Voy a preparar una cena rica para compensar tu tarde aburrida, ¿ quieres ayudarme?- preguntó Jimin alejándose hacia la cocina.

- De acuerdo enano- dijo Jungkook sonriendo- claro que sólo seré tu ayudante.

Jimin se largó a reír.

- Debes aprender a cocinar y dejar de comprar comida- lo regañó con cariño Jimin.

- Para eso estás tú enano,  para regalonearme- le dijo Jungkook poniéndose colorado.

- Sólo estaré un mes Jungkook,  luego volveré a mi casa- le recordó Jimin,  claro que si fuera por él lo regalonearía toda la vida.

Jungkook sintió su corazón oprimido al recordar que Jimin volvería a su hogar y él se quedaría nuevamente solo.

- Puedes invitarme a comer a tú casa,  tú papito me adora- dijo riéndose Jungkook pero su risa no sonaba feliz.

- Siempre serás bienvenido en mi casa Jungkook- le dijo Jimin y le sonrió.

Luego se pusieron a cocinar una serie de platillos,  con Jungkook desordenando todo para buscar los ingredientes,  Jimin y el se reían y conversaban de tonterías,  ambos felices de pasar el rato juntos.

Cenaron sentados en una improvisada mesa en la salita de estar viendo una película,  cómodos y relajados por fin.

Ambos decididos a olvidar sus verdaderos sentimientos para no perder esa linda amistad que tenían,  porque Jungkook estaba empezando a darse cuenta que sin Jimin nada era lo mismo.

Jimin sabía y tenía claro sus sentimientos...Jungkook estaba empezando a descubrirlos,  pero eso lo asustaba terriblemente,  tal vez era tiempo de tener a alguien,  buscarse una novia y mantener al enano como su amigo sin complicar más su vida.

El problema era que no quería que el enano encontrará a nadie,  quería ser sólo él,  le avergonzaba lo egoísta e hijo de puta que era,  pero no podía mentirse, ver al enano con otro,  tan sólo pensarlo lo volvía loco.

Se acercó más a Jimin y puso nuevamente su cabeza en sus piernas,  sabía que Jimin le haría mimos,  y hoy estaba muy sediento de ellos.

Jimin ajeno a los pensamientos de Jungkook,  acariciaba sus cabellos,  el se sentía feliz de lo poco que podía permitirse,  pero así era él,  nunca pedía más de lo que los demás estaban dispuestos a darle,  necesitaba muy poquito para ser feliz,  lo extraño era que por primera vez anhelaba más,  mucho más.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
HappyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora