Capítulo 45 * Casa llena

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Los padres de los chicos terminaron la cena, pero Jungkook y Jimin parecían haber desaparecido.

- ¿ Tú crees?- le preguntó el señor Jeon al señor Park.

- No, no lo creo...estoy seguro- dijo mirando al padre de Jungkook y luego ambos se largaron a reír.

- Veamos el partido mientras, así les damos tiempo- dijo el señor Park cerrándole un ojo en complicidad al señor Jeon.

- ¡ Qué envidia ser así de jóvenes!- dijo el señor Jeon riéndose.

- Cierto...¿ alguna vez lo hiciste en casa de tus padres?- le preguntó el señor Park.

- En la de mis padres, en la de mis suegros, en los baños, en el auto- suspiró picaronamente el señor Jeon.

- Ya veo...bueno yo también, fui joven alguna vez y además enamorado, siempre amé sólo a la madre de Jimin- le confesó el señor Park.

- Qué hermoso Park, yo en cambio tuve muchas, no es algo de lo cual me sienta orgulloso, nunca supe amar, por eso mi esposa me abandonó, bueno y mis adicciones y lo poco que me preocupaba de ella y mi hijo- dijo ahora con tristeza el padre de Jungkook.

- Veamos el partido mejor, si no terminaremos llorando, ¿ estamos viejos verdad?- le preguntó sonriendo el señor Park.

- Pregúntale a mis huesos, te dirán que el tiempo no pasa en vano...pero sabes soy feliz porque nuestros hijos tendrán una historia diferente a la nuestra, van a ser felices, lo sé- dijo el señor Jeon.

- Lo serán, estaremos ahí mientras podamos para apoyarlos- dijo el señor Park.

Al rato bajaron Jimin y Jungkook sonriéndose con complicidad, pero se quedaron quietos cuando dos pares de ojos los miraban.

El señor Park sonrió.

- ¿ Listos para cenar?- dijo pegándole en el codo al señor Jeon que también sonreía.

Jungkook y Jimin sintieron el color teñir sus mejillas.

- Creo...creo que sí- dijo Jungkook y miró a Jimin para luego tomarlo de la mano.

- Bueno, a cenar entonces- dijo el señor Park levantándose para ir a la cocina y calentar nuevamente la comida.

El señor Jeon los miró con la diversión pintada en sus ojos.

- También fuimos jóvenes, no se preocupen- dijo cerrándoles un ojo y salió para ayudar al señor Park.

Jimin y Jungkook se miraron.

- ¿ Qué fue eso?- preguntó Jungkook asombrado.

Jimin se puso a reír.

- Nuestros padres tratando de ser discretos- dijo Jimin y ambos se largaron a reír.

La cena transcurrió de forma amena, la conversación nunca se detuvo, todos tenían algo que contar, Jungkook suspiró feliz, por fin tenía una familia, era tan agradable, se sentía bien, muy bien y todo gracias a su hermoso enano.

Jungkook ya anocheciendo se despidió de su padre con un abrazo, de igual manera con el padre de Jimin prometiendo venir seguido a visitarlos.

Jimin lo acompañó hasta su automóvil.

- Jungkook...creo que nuestra promesa ya la cumplimos, sé que faltan tres meses para que se cumpla el año, pero, pero ya no quiero seguir sin verte- le dijo Jimin sonriéndole mientras acariciaba su mejilla.

- ¡Creí que nunca lo dirías!- dijo Jungkook eufórico tomando a Jimin entre sus brazos y girando un par de vueltas con el entre sus brazos mientras Jimin reía divertido.

- No será todos los días, ambos tenemos cosas que hacer- le dijo Jimin cuando Jungkook lo depositó en el suelo pero sin dejar de abrazarlo.

- No importa, yo feliz de poder estar contigo- le dijo Jungkook pasando su nariz por el cuello de Jimin, para luego mirarlo a los ojos- te amo, te amo, te amo...

Jimin se reía feliz entre los brazos de Jungkook.

- Yo también te amo- le dijo ahora con sus ojitos brillando mientras una sonrisa se dibujaba en sus labios.

- Tú sonrisa...- balbuceo Jungkook sin dejar de mirarlo.

- ¿ Mí sonrisa?- preguntó Jimin.

- Sí enano, de lo primero que me enamoré, fue de tú sonrisa- le confesó Jungkook y besó la punta de su nariz.

Jimin sonrió dulcemente.

- Pues yo de lo primero que me enamoré fue...- Jimin se quedó callado mirándolo.

- ¿ De qué enano?- preguntó Jungkook queriendo saber.

- De tu primer beso, ahí supe que estaba irremediablemente perdido- le confesó Jimin.

Jungkook le apretó el agarre en la cintura.

- Y eso que no querías- le recordó Jungkook.

- No quería...porque ya sentía cosas- le dijo Jimin.

- ¿ Cosas?- le preguntó Jungkook coqueto.

Jimin le dio una palmadita en el pecho.

- Sí...cosas- le dijo Jimin sonriéndole.

Jungkook solamente lo miró embelesado, no cambiaría a Jimin por nada ni nadie.

Se despidieron con un último e interminable beso, que los dejó a ambos suspirando felices, se había acabado su tiempo de permanecer lejos, ahora sí empezarían a vivir sin miedos, sólo eso, se dedicarían a vivir plenamente.

Los días transcurrieron rápidamente, Jimin y Jungkook se veían en el departamento de Jungkook cada vez que sus tiempos libres coincidían, Jungkook iba a cenar seguido a la casa de Jimin, su relación con su padre también se iba fortaleciendo poco a poco, también descubrió que Jin, el fotógrafo podía con el tiempo llegar a ser su amigo, Hobi era cómplice de ellos dos y sus citas.

Jimin organizó una cena en su casa para sorprender a Jungkook, invitó en secreto a los que sabía se habían convertido en sus amigos y lo habían apoyado durante el tiempo que estuvieron separados, fue así que Hobi junto a Momo y Nam-joon, incluyendo a Jin que había sido su soporte y amigo, llegaron de sorpresa un viernes por la noche a casa de Jimin.

Jungkook no se lo esperaba, y reaccionó emocionado, era la primera vez que no tenía miedo de mostrarse tal cual era, sin corazas para protegerse.

El señor Park y el señor Jeon, conocieron otra cara de Jungkook, una dónde el esquivo y frío muchacho se había transformado en un cálido y acogedor hombre, el padre de Jungkook se sintió orgulloso de tener un hijo así, tal vez no se lo merecía, pero agradecía al cielo haberle dado una segunda oportunidad en su vida.

La familia de Jimin había crecido y mucho, de ser sólo él y su padre, ahora se sumaban Jungkook su novio, el señor Jeon que era un segundo padre, y sus amigos, definitivamente su casa era una casa llena de amor y felicidad.

Y todo había empezado hacía dos años atrás, cuando era un simple muchacho que lo único que tenía era una enorme y contagiosa sonrisa.

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