Jungkook tuvo a los periodistas tras sus pasos un buen tiempo, lo único que lograron fue una borrosa fotografía de Jimin entrando junto a él al edificio donde vivía, pero aparte de eso y rumores sin asidero, no pudieron lograr nada más.
Se reunía con Jimin cada fin de mes, Hobi se convirtió en su cómplice trasladando a Jimin y luego su automóvil al edificio de Jungkook.
Demás está decir que disfrutaban a concho esas ocasiones, para luego por la madrugada despedirse una y mil veces sin querer separarse.
Cuando habían pasado tres meses, un día sábado el timbre de la casa de Jimin sonó y al abrir se encontró con Jungkook sonriendo un poco nervioso.
- Llegó el momento, estoy preparado, o por lo menos eso creo- le dijo Jungkook bajito.
Jimin se lanzó a sus brazos y lo besó largamente, para luego buscar su mano, entrelazar sus dedos y hacerlo entrar por primera vez a su nueva casa.
El señor Jeon estaba junto al padre de Jimin conversando y aprovechando los rayos de sol en el jardín.
Cuando Jimin apareció con Jungkook a su lado ambos hombres se quedaron en silencio.
- Hola muchacho, bienvenido- le dijo el señor Park levantándose de la silla para abrazarlo.
- Papá, Jungkook viene a hablar con su padre, démosle un rato a solas- le dijo Jimin sonriéndole.
- Porsupuesto, estás en tu casa hijo- le dijo el señor Park apretando su hombro para luego salir con Jimin, quien antes de irse abrazó fuertemente a Jungkook.
- Tú puedes amor- le susurró en la oreja y Jungkook sonrió.
Jungkook tomó asiento apretando sus manos nervioso mientras su padre sólo lo miraba con emoción contenida.
- Pa...papá- Jungkook sentía la garganta apretada mirando a su padre frente a él.
- Hijo...
- Déjame hablar papá... no es fácil para mí, primero quiero pedirte perdón por haberte tratado en la forma que lo hice cuando fuiste a verme, mi única excusa es que no supe como reaccionar y solté todo lo que tenía adentro, sentía un odio inmenso, por lo menos eso creía, pero ya no, al final me di cuenta que odiarte, me dañaba más a mí que a nadie- le dijo Jungkook sintiéndose aliviado de poder decir lo que realmente sentía por fin.
- Hijo, yo merezco todo eso y más, fui un padre horrible, te hice sufrir mucho, ni siquiera tenías una madre que te consolara, porque a raíz de mi adicción también la alejé- le dijo su padre y por sus ojos ya caían lágrimas.
- Eso no es así, ella no sólo te abandonó, me dejó solo también, no la odio ya la perdoné, por lo menos tú a pesar de todo seguiste a mi lado- Jungkook sentía su pecho oprimido, sus ojos ardían tratando de contenerse.
- Se que no lo merezco, pero añoro tanto tú perdón hijo- dijo el señor Jeon con su voz bajita y estremecida.
Jungkook lo miró, vio como había envejecido, su pelo estaba canoso, sus manos añosas, se veía frágil y vulnerable, fue ahí que supo que su corazón lo había perdonado completamente.
Se levantó de su asiento y lo abrazó fuertemente mientras ambos dejaban caer lágrimas que iban sanando los corazones de ambos.
Jimin observaba desde el ventanal junto a su padre y sonreían emocionados al ver que la vida siempre podía mejorar.
Las cosas irían mejorando poco a poco, forjarían una nueva relación basada en el perdón y en sus ganas de ser padre e hijo nuevamente, sabían que no sería fácil ni sencillo y que no sería de un día para otro, tenían que conocerse nuevamente, pero lo importante es que las ganas estaban y Jungkook se daría una oportunidad de tener un padre otra vez.
Así sonriéndose, ambos tímidamente, entre lágrimas, sellaron un acuerdo de amor y perdón.
- Hijo, Jimin es un muchacho grandioso, nunca creí conocer gente como su padre y él, tengo una deuda enorme hacia ellos, nunca lo alejes de tú lado, no cometas nunca los errores de tu padre, tu carrera y la música son importantes, pero no más que alguien que te ame incondicionalmente, como lo hace ese muchacho, no lo tomes a mal, se que no tengo derecho a hablarte de tú vida, sólo que yo no tuve a nadie que me lo dijera a tiempo, por eso perdí a tu madre y no la culpó- le dijo su padre viendo a Jimin sonreír en el ventanal.
- Papá, eso ya lo sé, no te imaginas cuánto me importa y amo a Jimin, también mi deuda con él es enorme, y que decir del señor Park, ¿ son grandiosos no crees?, y lo más grandioso es que tuvimos la suerte de que aparecieran en muestras vidas- le dijo Jungkook sonriendo.
- Lo son hijo, claro que lo son- le respondió su padre y le apretó suavemente su mano.
Decir que ese sábado se transformó en un día memorable, era poco, el señor Jeon no dejó irse a Jungkook hasta después de cenar, él junto al padre de Jungkook prepararon la cena, mientras Jimin y Jungkook se quedaron un rato a solas, tiempo en que Jimin le mostró la casa, y terminaron al final en la habitación de Jimin.
- ¿ Tienes aún a Totoro?, preguntó viendo la figurita en el velador junto a la cama de Jimin.
- ¡ Tonto!, ¿ no creerías que lo iba a votar?, ¿ verdad?- dijo Jimin pellizcándole el costado.
- ¡ Ven acá enano!- dijo Jungkook alzando a Jimin en sus brazos y besándolo apasionadamente.
- ¡ Jungkook!, nuestros padres están abajo- se quejó Jimin riéndose.
- Pues entonces no hagas mucho ruido, tenemos unos minutos, aprovechémoslos- le dijo cerrándole un ojo y lo volvió a besar acariciando sus glúteos posesivo, Jungkook gimió contra su boca.
- ¡ Silencio enano, no hagas ruido!- le dijo Jungkook burlándose.
- ¿Con qué esas tenemos?- dijo Jimin lamiendo sus labios y llevando su mano hacia abajo acarició el miembro de Jungkook por encima del pantalón.
Jungkook se puso la mano empuñada en su boca para no gemir ante tal caricia.
- Juegas sucio enano- dijo Jungkook agitado.
Jimin se largó a reír.
- Juego sucio y quiero hacer cosas sucias contigo, ¿ me dejas?- preguntó Jimin seductoramente cerca de su oreja para luego deslizar lentamente su lengua por todo su contorno.
- Creo que me encantaría- dijo Jungkook mirándolo con dulzura y deseo mezclados.
Jimin se apoderó inmediatamente de su boca, sus lenguas se buscaban con ansias, se encontraban y enredaban, nunca era suficiente.
Jimin se separó un instante y puso seguro a la puerta, luego miró a Jungkook y sonrió complacido.
- Llegó tu hora Jeon Jungkook- su mirada era profunda, apasionada.
- Y la tuya, Park Jimin- dijo Jungkook sonriendo.
Después de eso sólo se dedicaron a amarse con sus cuerpos y mentes, sin preocuparse del tiempo ni el lugar, eran dos amantes que nunca tenían suficiente cuando estaban juntos.
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Happy
FanfictionPark Jimin tiene una manera peculiar de ver la vida, siempre con una sonrisa sin importar las circunstancias, no tiene nada más que a su padre y ambos se aman con todo su corazón. Park Jimin es homosexual y no tiene problemas con ello, su único p...