Capítulo 39 *Segundas oportunidades

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Cuando el señor Park regresó, Jungkook ya iba de salida, lo abrazó fuertemente con su rostro bañado en lágrimas, ni siquiera fue capaz de articular ninguna palabra y salió del departamento.

El señor Park corrió a la habitación y encontró a Jimin en el mismo estado, acostado en posición fetal y su cuerpecito estremeciéndose por los sollozos, simplemente lo tomó en sus brazos y lo arrulló como cuando era niño y se había lastimado.

Así comenzó una nueva etapa en la vida de Jimin y Jungkook.

Jimin estaba sufriendo, pero decidido a hacer de su vida algo mejor, así que contacto a Jin para conversar con él.

Se reunieron en un cafecito, cerca de la oficina donde trabajaba Jin de forma independiente.

- Disculpa si interrumpí tu trabajo- se disculpó Jimin.

- No te preocupes, no tenía nada importante hoy- le dijo Jin sonriéndole.

- ¿ Sigue en pie tu oferta?- le preguntó Jimin nervioso.

- Porsupuesto, ya sabes te dije que tengo un buen presentimiento contigo, podemos hacer mucho- le respondió Jin muy convencido de su olfato.

- Entonces...soy todo tuyo, aunque no tengo ninguna experiencia- le dijo Jimin sonriéndole tímido.

- Eso no es problema Jimin, todo se aprende, tengo muchas personas que te ayudarán, no es por ser indiscreto, ¿ pero y tu trabajo con Jungkook?- preguntó Jin cautelosamente.

- Renuncié- Jimin no agregó nada más y Jin respetó su silencio, era obvio que ese tema le causaba dolor a Jimin.

- Entonces mañana mismo empezaremos, no te vas a arrepentir Jimin- le dijo Jin sonriendo.

- Eso espero- dijo Jimin aún con sus inseguridades a flor de piel, por lo menos había dado un paso importante.

Luego de charlar un poco se despidieron y Jimin prefirió caminar, tenía tanto en que pensar.

Fue en un parque que vio al señor Jeon, miró nuevamente para asegurarse de no estar confundido, pero sí, era el padre de Jungkook recostado en un banco, abrazando su bolso.

Jimin se acercó y tocó su hombro despacio para no sobresaltarlo.

- ¿ Señor Jeon?- le habló despacio Jimin.

El padre de Jungkook tardó unos instantes en enfocarlo, luego sonrió.

- Muchacho, ¿ Jimin?- preguntó incorporándose y masajeando sus piernas adormecidas.

- Sí...nos conocimos hace un par de días- le dijo Jimin sonriéndole y sentándose a su lado.

El señor Jeon miró hacia alrededor como buscando a alguien.

- ¿ Andas solo hijo?- le preguntó sin dejar de mirar alrededor.

Jimin asintió.

- Sí, estoy sólo...ya no trabajo con su hijo señor- le contó Jimin sabiendo ahora que era lo que buscaba con su mirada.

- ¿ Mi hijo te despidió por mi culpa?- preguntó preocupado el señor Jeon.

- No...renuncié- dijo Jimin suspirando.

- Lo siento muchacho, aunque no lo digas...se que fui el causante- dijo con tristeza en sus ojos.

- Va más allá de eso, amo a su hijo señor y él me ama también, pero necesitamos madurar, pero no hablemos de eso, ¿ Qué hace aquí señor?, ¿ no tiene dónde vivir?- preguntó preocupado Jimin.

El señor Jeon bajó su cabeza avergonzado de su situación.

- No...hace tiempo perdí todo, me hipotecaron la casa para pagar mis deudas, no soy una buena persona hijo, todo es resultado de mis malas decisiones, sólo yo, soy él único culpable. - dijo con su mirada perdida en la lejanía.

- Lo siento- dijo Jimin sin saber que más decir.

- Me lo merezco, ni siquiera supe cuidar a mi hijo...Jungkook sufrió mucho por mi causa, pero yo estaba tan metido en el alcohol y las drogas que no supe darme cuenta del daño que le hacía...hasta que lo perdí, gracias a Dios se fue de mi lado y pudo rehacer su vida, mi hijo no me debe nada, solo me hubiera gustado que me perdonara, sólo eso.- dijo con tristeza el padre de Jungkook.

- Él está muy lastimado aún...pero tengo fe que logrará superarlo, no pierda la esperanza señor, Jungkook lo perdonará- le dijo Jimin convencido.

- Eres demasiado bueno Jimin, por lo menos tendré el recuerdo de haberlo visto una última vez y haberlo intentado. - dijo cabizbajo el señor Jeon.

- ¿ Aún tiene problemas con el alcohol y las drogas?- le preguntó Jimin.

- No hijo, toqué fondo, hace cuatro años que estoy en rehabilitación, caí un par de veces, pero finalmente lo logré, hace apenas un mes que salí del centro de rehabilitación, y me encontré con que no tenía nada, hay días que son más terribles que otros, pero no he vuelto a caer, es una lucha diaria, sólo voy día a día tratando de mantenerme sobrio, además nadie da empleo a un vagabundo como yo- le confesó apenado y avergonzado el padre de Jungkook.

- Ha hecho un gran trabajo hasta ahora, no se desanime...¿ puedo ofrecerle algo?- preguntó Jimin mirándolo.

- ¿Qué hijo?- preguntó levantando su cabeza para mirarlo curioso.

- Miré, mi hogar es muy humilde, pero si acepta, puede vivir conmigo y papito, no puede seguir viviendo y durmiendo en la calle- le propuso Jimin de corazón.

- No hijo, como crees, tu padre de seguro se molestaría, además no me conoces, ¿ cómo sabes que no intentaré robarte o meterte en problemas?- le dijo el señor Jeon negando con su cabeza.

- Se trata de confianza...y yo confío en usted, en cuanto a mi papito, el nunca se opondría, el ama a Jungkook como a un hijo señor- le explicó Jimin.

El señor Jeon lloró silenciosamente, Jimin lo dejó descargar parte de su dolor.

- Me alegra saber que mi hijo tiene personas que lo aman, algo que yo no supe hacer- dijo apenado el señor Jeon.

- ¿ Acepta señor?- preguntó Jimin sin darse por vencido, jamás dejaría al padre de Jungkook abandonado, Jungkook era su hijo y el lo amaba.

- Gracias hijo...espero no defraudarte o causarte más problemas con Jungkook. - dijo el señor Jeon y apretando sus ojos con sus manos lloró un poco más hasta calmarse.

Jimin lo esperó pacientemente, luego se colgó el bolso del padre de Jungkook y tomándolo del brazo lo llevó al que sería su nuevo hogar.

Jimin sonrió, ahora viviría con su propia Bruja de los Eriales, por suerte no había logrado robarle completamente el corazón a su amado Howl.

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