Era la última semana que Jimin estaría viviendo con Jungkook, el domingo su papá llegaría de su viaje.
Fueron todos los días a la empresa y trabajaron volviendo a su rutina habitual, ensayos, clases de baile, entrevistas y responder a los fans, luego se iban a departamento donde disfrutaban de su compañía, Jimin regaloneando a Jungkook con comidas ricas y después viendo películas hasta quedarse dormidos, cada uno en su habitación.
Cada día que pasaba los besos se hacían pocos y ambos quedaban con ganas de más, pero ninguno había tratado de avanzar más allá de eso, aunque las caricias sumaban parte de sus nuevos avances, pero llegaban sólo eso.
En el trabajo siguieron comportándose como dos buenos amigos y Jimin realizando su trabajo siempre con una sonrisa para todos, Rose era la única que no les quitaba la vista, esperando el momento de quitarles la careta, según ella.
Jungkook cada día que pasaba, se sentía un poco más desanimado sabiendo que Jimin se iría, y todo explotó cuando Rose el viernes en el casino se acercó a ellos junto a Momo.
- Hola chicos- saludo Momo besando a Jungkook y a Jimin en la mejilla.
Rose sólo los miraba.
- Hola- dijo Jungkook saliendo su voz un poco molesta, los últimos días estaba bastante irritable.
- ¿ Podemos sentarnos con ustedes?, el casino está repleto y no quedan mesas- dijo Momo acostumbrada a los cambios de humor de Jungkook, sin darle mayor importancia.
- Claro- dijo Jimin y Jungkook lo miró molesto.
- Jungkook no quiere- dijo Rose beligerante- siempre quiere estar a solas con Jimin- ¿ verdad?
Momo la miró extrañada.
- ¿ Qué quieres decir?- preguntó Jungkook enojado.
- Vamos, es obvio que pasa algo entre ustedes...los vi el otro día en los estacionamientos de la mano...ahora entiendo porque no te gustan las chicas- dijo Rose sonriendo con rencor.
Jungkook sintió la furia apoderarse de él.
-¿Quién te crees para decir eso?, ¿ tanto te dolió qué te haya rechazado?, Jimin vale mil veces más que tú- le dijo Jungkook mirándola despectivamente.
- Jungkook...déjalo, no vale la pena- le dijo Jimin tocándole el brazo.- ¿ Y dejarla que que nos tire mierda?- dijo Jungkook furioso.
- Sólo digo la verdad, ¿ acaso miento?- dijo venenosa Rose.
Antes que Jungkook contestara Momo habló.
- ¡Cállate Rose!, me has desilusionado, la vida privada es de ellos, no tienes ningún derecho a hacer lo que estás haciendo, Jungkook puede estar y enamorarse de quien el quiera, no puedes obligar a nadie a corresponder tus sentimientos, tu actitud es infantil y no estás midiendo el daño que puedes ocasionar con tus palabras.
- ¡ Pero Momo!- chilló Rose.
- ¡Basta!, tú y yo tendremos una seria conversación- luego Momo se dirigió a Jungkook y Jimin- lo siento y por favor disculpen.
- Tú no tienes la culpa Momo- dijo Jungkook- en cuanto a tí Rose no te quiero cerca nunca más.
Momo se despidió rápidamente y se llevó a Rose del brazo mientras esta furiosa se soltó y caminó adelante sin esperarla.
- Jungkook- dijo Jimin.
- Ahora no enano- y levantándose se fue dejando a Jimin solo en el casino con muchas miradas curiosas sobre él.
Jungkook rehuyó todo el resto de tarde a Jimin sentía mucha rabia y no quería desquitarse con Jimin que no tenía culpa de nada.
Jimin en silencio no lo molesto, aunque su corazoncito estaba muy triste y dolido con la actitud de Jungkook, tal vez se avergonzaba de él, tal vez se había dado cuenta que no estaba preparado para asumir una relación como esa, esta vez había sido Rose, pero en el futuro serían otras personas que lo juzgarían, hablaría más tarde en el departamento con él, tal vez se habían precipitado, Jimin sabía que él amaba a Jungkook y no tenía problemas en asumirlo, pero para Jungkook era diferente, su carrera también podía verse afectada si los rumores se dispersaban.
El regreso a casa fue silencioso, Jungkook estaba callado y ni siquiera intentó hablar, Jimin le dio espacio y tampoco habló.
Ya en el departamento Jimin decidió que era hora de hablar, pero primero prepararía la cena, así que se dirigió a la cocina.
- No voy a cenar, me voy a descansar- dijo Jungkook evitando mirar a Jimin.
- ¿ Así lo solucionas todo, yéndote?- le preguntó Jimin cuando Jungkook ya se iba.
- No empieces tú ahora enano- le dijo Jungkook enojado.
- Las cosas se hablan, si te diste cuenta que esta relación es demasiado para tí sólo dímelo- le dijo Jimin apretando sus puños nervioso.
- ¡ Mierda enano!, ¡ por estás cosas es que no me gusta tener una relación!, siento que me asfixió, ¡ dame un respiro!, no quiero decir cosas que te lastimen- gritó perdiendo el control Jungkook.
Jimin sintió su pecho apretarse dolorosamente y sus ojos se humedecieron.
- Entiendo...disculpa si te incomode, todo me ha quedado claro ahora, eres libre a partir de este momento- le dijo Jimin aguantándose las lágrimas.
- ¡ Mierda sabía que era un error dejarme llevar!- gritó Jungkook y tomando las llaves del auto salió del departamento dando un portazo.
Jimin ahora si lloró desconsoladamente, ni siquiera lo culpaba, si estaba sufriendo ahora era exclusivamente su culpa, por iluso.
Sin siquiera cenar se ducho y se fue a dormir, finalmente el tiempo cura todo, o por lo menos eso quería creer.
Alrededor de la medianoche Jungkook regresó al departamento que estaba en silencio, había dado vueltas por ahí y también había llorado. Su mal carácter, el no poder expresar lo que sentía lo habían hecho lastimar a la única persona que no lo merecía, porque el sí lo amaba, pero tuvo miedo.
Se encaminó a la habitación de Jimin y entró sentándose a su lado, verlo ahí tan hermoso y vulnerable lo hizo saber que lo quería a su lado para siempre.
Acarició delicadamente sus mejillas con rastros de lágrimas, era un hijo de puta que no se lo merecía, pero no podía alejarlo porque lo necesitaba tanto como respirar.
- Jimin...enano- le susurró Jungkook.
Jimin abrió sus ojitos y lo quedó viendo.
Jungkook meneo la cabeza mientras las lágrimas corrían por sus mejillas.- Perdóname, soy un desastre, no...no sabía cómo reaccionar y lo eché todo a perder, te amo enano y no quiero perderte, te amo no sabes cuanto- dijo Jungkook y su voz se quebró en un sollozo.
Jimin lo abrazó fuertemente y también lloró con él.
- No tengo nada que perdonar, te amo mucho tonto- dijo Jimin.
Jungkook se separó un instante para mirarlo y luego se unieron en un beso lleno de dulzura, ahora todo estaba en su lugar.
Durmieron juntos y abrazados, necesitaban sentir sus corazones latiendo juntos, después de la tormenta que a pesar de todo no logró separarlos.
* Feliz San Valentín ❤
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Happy
FanfictionPark Jimin tiene una manera peculiar de ver la vida, siempre con una sonrisa sin importar las circunstancias, no tiene nada más que a su padre y ambos se aman con todo su corazón. Park Jimin es homosexual y no tiene problemas con ello, su único p...