JANE ━━ harry potter

꒰🍰꒱ 𝐩𝐫𝐨́𝐥𝐨𝐠𝐨 ִֶָ˚⊹

✾ ‧₊˚ ‣ ¡JANE! . . .
━━━ ❪ prólogo ❫ 𖧧

CADA DÍA EN EL HOGAR era como el otro. Jane se despertó en su diminuta habitación, siendo la mayor allí con solo quince años, le había permitido tener una habitación individual, y no le importaba lo estrecha que era.

Era mediados de mayo y hacía un calor inusual para finales de primavera. Y mientras el sol entraba a raudales a través de las cortinas transparentes, Jane se levantó de la cama, se quitó el pijama y se puso uno de esos vestidos floreados de verano que le dijeron que guardara para ocasiones especiales.

Y cuando fueron de compras para ellos y ella había preguntado sobre esas ocasiones especiales, se había enterado de que la mujer que la llevaba allí, Eva, se refería a los días en que los posibles padres venían a verla a ella o a cualquiera de los otros niños.

Jane ya había sido acogida dos veces, una por una joven arruinada por su propio aborto espontáneo, y la segunda por una pareja que no podía tener hijos propios, pero la mujer había quedado embarazada milagrosamente.

En ambas ocasiones había sido devuelta al hogar y, desde entonces, nunca había sido acogida. Pero a ella no le importaba, ya no. Por supuesto que al principio la había molestado, no saber a una edad tan temprana por qué la habían separado de su nueva familia.

Desde entonces, a Jane nunca le importaron los días de visita, nunca hizo el esfuerzo por ninguno de ellos.

Hoy no era un día de visita para padres potenciales, pero era día de visita para otra persona. Esta otra persona fue la mayor fuente de financiación para el hogar, las donaciones de la mujer que venía de visita eran tan grandes que los ayudaron durante años y sin ellos no serían nada.

Nunca lo había visitado antes, no que Jane supiera de todos modos. Pero cuando Eva les informó a todos los niños, les hizo saber que la mujer había estado viajando por el mundo, razón por la cual no la visitó.

Pero ella era un gran problema, por lo que Jane había elegido uno de los vestidos de verano que guardaba para ocasiones especiales. Se puso los zapatos y logró arreglarse el cabello, bajó a la cocina, donde se servía el desayuno.

—Ahora, los quiero a todos con su mejor comportamiento. —Otra de las mujeres que trabajaba allí, Annie, dijo mientras limpiaba la boca de algunos de los niños más pequeños, el yogur había sido la característica principal del desayuno esa mañana.

—Te ves bien, Jane. —Eva sonrió, entregándole un tazón de yogur, completo con varias frutas esparcidas por encima. Dándole las gracias, Jane se sentó a comer, mirando a los más pequeños con una sonrisa por lo emocionados que estaban.

—¿Estás lista para ir a saludarla? —preguntó Annie cuando terminó, retirando su tazón para lavarlo y Eva tirando suavemente a Jane de su taburete, cepillando su cabello y trenzando una raya delgada en un lado y haciendo lo mismo en el otro, llevándolos a la parte de atrás de su cabeza y asegurándola con una corbata transparente.

—Ya casi, ¿está aquí? —Jane no estaba nerviosa, pero todo el alboroto cuidadoso de Eva la hizo sentir un poco más aterrorizada. La mujer mayor se lavó la cara, secó el sueño de sus ojos y la acompañó hasta la entrada.

—Ella debería estar aquí en cualquier momento. Ahora solo recuerda, eres nuestra residente permanente más antigua en este momento, y ella va a estar buscando cortesía. No te preocupes, todo lo que el Sr. Winter te pidió fue que tomaras sus maletas y llévela adentro, donde el Sr. Winter y yo estaremos listos para recibirla, si alguna vez sale de su oficina. —dijo Eva, alisando la falda ligeramente arrugada de su vestido.

—Ya voy Eva, no te preocupes. —La voz amistosa y resonante del Sr. Winter apareció en la parte superior de las escaleras, el hombre bastante grande bajaba las escaleras.— ¿Estás lista, Jane? —Preguntó, mirándola.— Esta es la segunda vez que la veo, así que no hay presión.

—¡Ricardo! —Eva siseó, sacudiendo la cabeza. —Preocuparás a la pobre niña. —El sonido de un coche en el exterior de grava hizo que Eva empujara suavemente a Jane hacia la puerta, abriendo las grandes puertas rojas.

Un hermoso auto verde oscuro se detuvo afuera de la casa, y Jane se apresuró a abrir la puerta, moviéndose hacia atrás cuando se abrió, un poco demasiado pesado para ella.

—Buenos días señora. —Jane dijo rápidamente, mientras la anciana salía del auto. Decir que ella era su mayor donante fue algo impactante para cualquiera que lo escuchara.

La anciana se veía intrínsecamente excéntrica, cabello blanco plateado volando del moño bastante grande en el que estaba, la ropa consistía en varias piezas coloridas. Sin embargo, a su manera parecía cara, y Jane supuso que el viaje en el coche sin techo le había despeinado el pelo.

Miró a Jane de arriba abajo, con los ojos brillantes, y no solo con la gruesa sombra de ojos plateada que estaba espolvoreada sobre sus ojos. —Florence Adley, solo llámame Flora, querida. ¿Cómo te llamas? —Preguntó la mujer, mirándola.

—Jane Everleigh ma... Flora. —Jane respondió, con una sonrisa bastante nerviosa en su rostro.

—Bueno, Jane Everleigh, me gustaría acogerte. —Flora anunció, y la sonrisa desapareció instantáneamente, reemplazada por la mandíbula caída de Jane. Flora se alejó, dejando a la niña parada allí.— Bueno, Jane, no te quedes ahí parada. Me gustaría hablar con el Sr. Winter.

—Yo... por supuesto, él está dentro. —Jane asintió, cerrando la mandíbula.— Estaré justo ahí. —Corrió a la parte trasera del coche.

—Olvídate de las bolsas, cariño, solo sígueme. —Flora llamó y Jane hizo lo que le dijo, corriendo detrás de Florence Adley, que ya estaba frente al Sr. Winter y Eva, que tuvo la misma reacción que Jane.

Y unos días después, Jane dejaría la casa por última vez.