JANE ━━ harry potter

015

✾ ‧₊˚ ‣ CAPÍTULO 15 ☀️
━━ En donde él conoce a flora 𖧧

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—JANE ACABA DE SALIR AL JARDÍN, uno de los gatos del jardinero tenía gatitos y trajeron un par para que ella jugara. Sígueme, Angela tiene tu desayuno en la cocina y puedes ir al jardín desde allí —Flora cerró la puerta detrás de él y Harry miró alrededor del vestíbulo de entrada; una especie de habitación cálida con abrigos colgando de perchas, un espejo adornado sobre una vieja cómoda, fotos sobre fotos que cubren las paredes y plantas que se derraman en la pasarela.

—Debes sospechar bastante de mí. Entiendo por qué, supongo que ya has tenido suficiente de viejos como yo destrozándote en El Profeta —reflexionó Flora, sus ojos recorrieron los rizos de cabello oscuro que cubrían su frente, y como si estuviera confirmándole algo, Harry pasó una mano a través de ellos y reveló la cicatriz.

—Soy... bastante sospechosa de ti —asintió Harry, aceptando sus palabras—. Pero no creo que nadie con algo horrible en mente aceptaría a un niño. Y mucho menos alguien como Jane.

—Ella transmite una amabilidad natural, ¿no es así? —Flora se detuvo al final del pasillo, varios arcos se clavaban en la pared y conducían a varias habitaciones—. Harry, quiero que confíes en mí. Si quisiera lastimarte, podría haberlo hecho desde el mismo día que la conociste. Me sorprendió escuchar el nombre de Harry Potter saliendo de sus labios, pero y, aunque esto puede no ser un gran consuelo, soy amiga de Dumbledore.

—Oh, brillante —Harry forzó una sonrisa en su rostro—. Y... eso era un ave fénix en la aldaba de tu puerta, ¿no?

—Minerva mencionó que tenías buenos instintos para estas cosas la última vez que supe de ella —Flora asintió distraídamente, continuó y guió a Harry a través de uno de los arcos hasta la cocina más hermosa que jamás había visto.

Las paredes de color verde salvia se extendían hacia arriba, las baldosas de terracota dibujaban las paredes. Una pequeña mesa de comedor se encontraba en la parte inferior de la habitación, y Harry no dudó de que había una habitación mucho más grande destinada precisamente para eso en una de las muchas habitaciones de la gran casa. Los gabinetes hacían juego con las paredes, el bonito color verde le daba un estilo tan mágico, y Harry realmente sintió como si estuviera en una casa mágica cuando vio que los platos se lavaban solos.

—Jane... ella no sabe nada de magia, ¿verdad? —preguntó Harry, mientras Flora lo guiaba a un asiento junto al mostrador, la otra mujer en la cocina, presumiblemente Angela por sus relatos de lo que Jane le había dicho, colocando un plato debajo de su nariz.

—¿Jane me dijo que te gustaba la salsa de tomate? —preguntó Angela—. ¿Sería eso correcto? —Harry asintió, y desde el otro lado de la habitación, una botella de ketchup flotó sobre el hueco y la rebanada de pan superior del sándwich de tocino de Harry se movió y la ketchup se agregó, reemplazando la rebanada en consecuencia.

—No, ella no lo hace —confirmó Flora, tomando un sorbo de un té de color rosa de una taza de té decorativa, que tenía ranas en movimiento bailando sobre la superficie de porcelana. Dejó la taza de té, agitó su mano sobre ella y las ranas dejaron de moverse—. Ella no tiene idea de que soy una bruja, y Angela tampoco. Hemos sido amigas durante años. Sin embargo, ella es la única persona que técnicamente trabaja para mí que es una bruja —Florence se encogió de hombros.

—Me he estado preguntando si es seguro decírselo, sé que ella lo creería sin lugar a dudas y fácilmente podría mantenerlo en secreto, pero he decidido esperar un poco —hubo un sonido de pasos, y con otro movimiento de las manos de Flora, los platos cayeron al agua debajo de ellos, el ketchup dejó de flotar y la cocina pareció muy silenciosa por un momento.

Luego, momentos después, un hombre entró a la cocina desde otro corredor. Parecía bastante delgado cuando Harry miró a través de él, y cuando llegó al final, claramente se abría hacia el exterior.

—¡Jerry! —la exclamación de Flora lo trajo de vuelta a la cocina—. ¿Cuántas veces te he pedido que te quites las botas antes de entrar? No, no te preocupes, puedo aclararlo. Este es Harry —la mujer hizo una pausa, y Harry se acercó y estrechó la mano que le ofrecía el hombre—. Él es el chico del que Jane se hizo amiga —añadió Flora un siseo y un guiño, y el hombre prácticamente sonrió.

—Esa es una chica encantadora, asegúrate de que no se lastime, hijo —Jerry asintió hacia Harry—. La pequeña señorita está en la esquina superior del jardín, decidió que sería el mejor lugar para que jueguen los gatitos; aparentemente tiene la mejor relación entre la luz del sol y la sombra.

—Chica inteligente. Puedes ver cómo todo el mundo se ha enamorado de ella —Flora asintió, esperando a que Jerry avanzara pesadamente antes de sacar su varita y agitarla dos veces, el barro con el que Jerry había entrado a la casa—. Jerry es uno de los jardineros, el que trajo a los gatitos en realidad. Ahora, cómete eso rápidamente y te llevaré hasta ella.

—Gracias —Harry asintió y, mientras comía, notó que Flora lo examinaba tal como lo había hecho Jane cuando se conocieron. Y cuando terminó ese sándwich de tocino, Angela empujó otro frente a él sin decir palabra.

De alguna manera, la mujer había logrado descifrar su situación, simplemente mirándolo. Honestamente, Harry sabía que no era difícil. Por la forma en que sus pómulos comenzaban a verse hundidos y la ropa vieja de Dudley colgaba suelta de su marco, podía entender la preocupación.

Pero solo por esa acción, Harry supo que Flora era posiblemente la mejor persona para haber acogido a Jane. Había una similitud que yacía allí, la diferencia solo parecía ser la magia.

Y Harry estaba feliz de que Jane la hubiera conseguido, por encima de cualquier otra persona. Ella se merecía tanto.

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