JANE ━━ harry potter

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✾ ‧₊˚ ‣ CAPÍTULO 50 ☀️
━━ En donde se detienen brevemente 𖧧

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HABÍAN CONDUCIDO durante casi una hora cuando Flora decidió detenerse y se desvió de la autopista hacia un área de ondulantes colinas verdes y árboles. Harry aún no tenía idea de a dónde iban, y pronto se hizo evidente que Jane había estado despierta por un tiempo; ella se durmió sobre su hombro a la media hora de comenzar el viaje.

Con el techo del auto bajado y el sol cayendo generosamente sobre ellos, Angela seleccionando varios CD para reproducir, el viaje hasta ahora había sido placentero.

—¿Estás planeando decirle? —Angela se dio la vuelta cuando disminuyeron la velocidad y el viento no perturbaba tanto ni distorsionaba sus palabras. Flora parecía saber exactamente a dónde se dirigía, con los ojos fijos en un cartel de plástico rosa y verde descolorido, lo siguió por un camino más largo de estilo rural y terminó frente a una granja que anunciaba una tienda en el interior.

—Si Jane se despierta, saldremos —Harry asintió, sabiendo que con la falta de movimiento del auto no tardaría mucho.

—Te llevaré las llaves entonces —Florence detuvo el coche, abrió la puerta y salió. Sus tacones temblaban un poco sobre la grava y se agarró al costado del auto por un momento para recuperar el equilibrio, entregándole las llaves a Harry—. Si se despierta, dile que estamos a unos cuarenta y cinco minutos.

—¿Así que ella sabe a dónde vamos? —preguntó Harry. Ni siquiera las señales de tráfico ayudaron en este punto: podrían estar yendo a cualquier parte y, sinceramente, el chico Potter no tenía ningún sentido de la dirección considerando que apenas había dejado Little Whinging.

—Ella lo hace. Pero dudo que te lo diga por ahora —Flora sonrió—. Angela, ven. Debo comprar un poco de esa mermelada... y su pastel. Es imprescindible.

Angela asintió secamente y Harry observó cómo se encontraban frente al auto y se dirigían hacia la tienda, su atención se dirigió a la chica dormida en su hombro mientras desaparecían de su mirada.

Por lo general, Harry tendría mucha paciencia para cosas como esta, y sería mucho más feliz con Jane dormida en su brazo. Por lo general, estaría contento con que Jane se sintiera cómoda al estar tan relajada allí. Pero quería saber adónde iba. Por unos segundos luchó contra sus propios pensamientos opuestos.

¿Debería despertar a Jane? Sabía que a ella no le importaría demasiado y probablemente se disculparía demasiado por no estar con él en cada momento que pudiera estar despierto en su cumpleaños, pero por otro lado, ella había hecho tanto por él que podía funcionar sin ella, durante unos minutos más.

Pero no tenía por qué haberse preocupado; Jane se despertó sola en medio de su contemplación, sus ojos se despertaron y captaron el abrupto cambio de escenario desde donde habían estado la última vez que estuvo en estado de conciencia.

—Lo siento mucho —murmuró, ahogando un bostezo cuando se movió por primera vez y la cabeza de Harry se disparó hacia abajo—. Estaba despierta esta mañana tratando de asegurarme de que Clem y Melaza no se arrancaran la cabeza en una pelea de juegos en la habitación debajo de la mía.

—No te preocupes por eso —respodió Harry al instante.

—No, de verdad. Es tu cumpleaños y me quedé dormida contigo —Jane parecía genuinamente culpable y Harry negó con la cabeza. Realmente, después de todo lo que ella había hecho por él, ni siquiera podía comprender la idea de que ella se sintiera mal por no haber hecho algo—. ¿Cómo puedo compensarte? En la canasta de picnic hay algunas tartas de melaza...?

—¿Qué tal...? —algo chisporroteó en la mente del chico Potter—. ¿Qué tal si me dices a dónde vamos?

—Excepto eso. No puedo hacer eso —Jane no disfrutó la mirada que apareció en las expresiones de Harry ante eso y se sentó, moviéndose en su asiento solo un poco para que estuvieran más juntos. Hacía mucho tiempo que había adivinado que Flora y Angela estaban dentro de la tienda cercana y fue bastante conmovedor saber que Harry se había quedado en los en lugar de salir a estirar las piernas—. ¿Pero puedo decirte lo que no asientos traseros del auto de Flora estamos haciendo?

—¿Ah, de verdad? —preguntó, observando cómo ella asentía y se volvía a acomodar en una posición cómoda, con la cabeza apoyada en la curva de su cuello.

—Bueno, mi plan original para tu cumpleaños era que nos reuniéramos en el árbol y luego tomáramos un autobús. Nos bajaríamos donde quisiéramos, pasaríamos el día allí o solo un par de horas antes de continuar. Si querías que pudiéramos haber ido a la ciudad y tomar un tren en alguna parte... pero anoche Flora recibió una carta de uno de sus viejos amigos... un hombre llamado Orson Diggle —explicó Jane.

Harry supo de inmediato para qué parecía ser ese código. Cualquiera de los 'viejos amigos' de Flora terminó siendo mago o bruja. También reconoció el apellido, no tenía idea de dónde si era honesto.

—Luego, Flora mencionó cómo ella y Angela iban a conocerlo y, dado que él vive en un lugar bastante agradable, se preguntó si querríamos ir con él. Realmente no pude entender si hubieras querido, pero después de la verano que hemos tenido, lo habría asumido—continuó ella, un dedo jugueteando con la punta de un largo rizo de cabello rojo—. Así que dije que sí... y aquí estamos.

—Así que nos vamos a un lugar agradable —concluyó Harry, su cabeza se inclinó hacia un lado y se detuvo sobre la de ella.

—Esperemos que así sea —confirmó Jane—. Oh, y no te preocupes, no estaremos con Flora y Angela. Podemos hacer nuestras propias cosas... todavía tengo algunas cosas planeadas.

—Bien. Yo también los espero con ansias —Harry sonrió y la acción se reflejó en lo que Jane podía sentir en sus mejillas.

Y así, para Harry, incluso si no estaba muy seguro de a dónde iban, sabía que todavía iba a pasar un buen rato. Pensó que podría pasar un buen rato en cualquier lugar siempre y cuando Jane estuviera allí con él.

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