JANE ━━ harry potter

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✾ ‧₊˚ ‣ CAPÍTULO SESENTA. . . ☀️
━━ En donde harry finalmente regresa 𖧧

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—¿Y DONDE HAS ESTADO? —el chillido penetrante de las palabras de tía Petunia rompió el trance de Harry mientras cerraba la puerta principal del Número 4, y de repente la realidad volvió a él—. No solo ahora, ¡sino todo el verano! ¿Qué te da derecho a desaparecer, sin ninguna palabra de advertencia o explicación a Vernon y a mí?

—Realmente no pensé que te darías cuenta de que me había ido —refunfuñó Harry, con las manos hundidas en los bolsillos de sus jeans mientras se quitaba los zapatos antes de arrastrar barro sobre la alfombra floral rosa de Petunia—. ¿Y Flora no llamó? Fuimos a la playa para mi cumpleaños y regresamos demasiado tarde.

Petunia estaba hirviendo, sus manos huesudas se clavaban en la tela de su delantal. —Entenderás por qué no me apresuro a servirte la cena, ya que ni siquiera tienes la cortesía de presentarte para eso, ¡y no te vayas a tu dormitorio! Tu desaparición significa que hay había que limpiar los platos, limpiar la mesa y limpiar el baño —siseó ella, en un largo suspiro.

Harry hizo una pausa, con un pie ya en el primer escalón. Contempló negarse a hacerlo, pero le había prometido a Jane que se encontrarían mañana y aunque se había escapado antes, tenía miedo de los Dursley no dudaran en encerrarlo en su habitación que una vez más. En cambio, se volvió en silencio hacia la cocina para completar sus tareas sin siquiera una palabra de queja.

Completó las tareas con el tipo de práctica que un adolescente no necesariamente debería tener, sin importarle tanto que se saltara la cena, ya que sabía que en su bolso estaban los restos de su fiesta de cumpleaños y tenía muchas cosas en qué pensar.

A saber, Jane y todo lo que había hecho por él. No quería colocarla en un pedestal, eso sería cruel e injusto para ambos, pero no podía olvidar lo agradable e interesante que era y, para colmo, le gustaba...

Esa fue la única cosa que permaneció principalmente en su mente, y cuando finalmente terminó de fregar las baldosas del piso del baño, continuó allí mientras regresaba a su habitación, sabiendo que no se iría hasta la mañana siguiente, si es posible y haciendo clic en la cerradura cerrada detrás de él.

—Hola, Hedwig —habló en voz baja cuando vio al pájaro—. Lamento haber estado fuera tanto tiempo —continuó Harry, metiendo la mano en el cajón superior de la mesa sobre la que estaba su jaula, sacando un puñado de golosinas para pájaros y dándoselas de comer a Hedwig. Sus regalos de Hermione, Ron, Sirius y Hagrid estaban en su cama prolijamente hecha, y después de dejar que Hedwig, se acomodó junto a su saliera a cazar por la escritorio.

Junto con los regalos llegaron las respuestas a la última serie de cartas que había enviado, y teniendo eso en cuenta, Harry decidió escribir notas de agradecimiento con un poco más de detalle agregado a continuación en forma de carta.

A Hagrid, le escribió una nota rápida sobre cómo sus pasteles de roca ya no se parecían ni la mitad de una roca (eran mucho más suaves en estos días) y que aunque el sobre cubierto de baba no lo había logrado, las imágenes en movimiento dentro tenido.

A Hermione le agradeció los dulces y decidió profundizar un poco más en sus actividades ese verano. Si Ron aún no la había mencionado, Harry le presentó a Jane, poniendo tantos detalles que pudieran caber en la página y esperando que ella pudiera enviarle un par de recomendaciones de libros para que él le regalara a Jane cuando llegara su cumpleaños. Él ya tenía uno, lo había comprado cuando ella no estaba mirando con la mayor parte del dinero muggle que poseía, y ahora estaba en su estantería mirándolo fijamente, el disco de Queen que había comprado al mismo tiempo se deslizó al lado de eso.

Para Ron, bromeó con él hasta que no pudo aguantar más las cosas serias, e hizo todo lo posible para no sonar avergonzado mientras detallaba lo que Jane había hecho para su cumpleaños, y que ella lo había enviado en busca de un trébol de cuatro hojas y como le gustaba mucho de vuelta, muchas gracias.

Para sus dos mejores amigos, agregó pequeñas notas que detallaban su pesadilla más reciente y el dolor que había atravesado su cicatriz después de ella.

Eso también se agregó a la carta de Sirius, que es donde Harry decidió exponer todo lo que había sucedido. Su padrino era la única fuente de consejos que tenía sobre este tipo de cosas, y dado que no tenía idea de cuándo podría verlo cara a cara, iba a utilizar sus habilidades para escribir cartas.

«Ella me besó. O la besé. Realmente no recuerdo, pero encontré un trébol de cuatro hojas». Mas o menos. Harry se sintió un poco tonto mientras lo escribía, pero siguió adelante. «En realidad, era uno con cinco hojas y acabo de arrancar una. Jane lo sabía, pero en realidad nunca le importó. No creo que ni siquiera ella tuviera la paciencia para esperar mucho más. Pero lo que hizo para mi cumpleaños fue tan... considerado. Nunca había tenido algo así, y sabía que tenía que encontrar uno. Pero ahora, bueno, no estoy seguro de qué hacer.»

A pesar de estar solo en su habitación, las mejillas de Harry se habían vuelto de un rosa brillante y el sonrojo llegaba a sus oídos mientras tachaba una o dos oraciones. «Sin embargo, lo estoy haciendo bastante bien solo. Quería preguntar si estaría bien que se lo dijera. ¿O debo esperar a que Florence pregunte? No sé, quiero decírselo antes de septiembre».

«No recuerdo si te hablé de Flora, pero sé que le hablé a Ron de ella. Se llama Florence Adley, es la madre adoptiva de Jane y es una bruja. Hermione investigó un poco sobre el alcance del Estatuto del Secreto, pero todavía no sé si esperar, hablar con Flora o algo más.»

«Sé, en todo caso, que puedo confiar en Jane. Lo haría a ciegas, lo cual se siente estúpido decirlo, pero si hay alguien a quien tuviera que contarle que soy un mago y me creería sin siquiera pensarlo, sería Jane. Ella respeta ese tipo de cosas, cosas privadas de las que no debería hablarse, como despertarme con una pesadilla. Ella no preguntó nada sobre eso, aunque sabía que se estaba muriendo por todo el día. Ella confiaría en mí, y yo confío en ella. No quiero seguir mintiéndole.»

–Harry.

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