JANE ━━ harry potter

117

✾ ‧₊˚ ‣ CAPÍTULO 117 🌙
━━ En donde los demás se enteran 𖧧

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HARRY NO SABÍA DÓNDE MIRAR. Ante la extraña mirada en el rostro de Jane o el terror en el de Neville cuando Ron también lo reconoció, se paró al final de la sala. Se había dado cuenta demasiado rápido de lo que estaba haciendo allí, pero no sabía si su mejor amigo había hecho lo mismo, sorprendido por la sorpresa de que su compañero de clase y su amigo estuviera allí.

Al final, se centró en Neville con un apretón en la mano de Jane cuando el primero y su abuela se acercaron, el pobre niño se volvió de un tono rojizo verde al ver a Harry, Ron, Hermione, Ginny y la chica a la que no conocía exactamente, pero había oído hablar mucho en forma de bromas y pequeñas historias. 

—Ah, sí —dijo la abuela de Neville mientras se acercaban, mirando de cerca a Harry y extendiendo una mano arrugada, como una garra, para que la estrechara—. Sí, sí, sé quién eres, por supuesto. Neville siempre habla muy bien de ti. 

La mano de Harry se sintió fría cuando se vio obligado a apartarla de Jane para estrechar la de Augusta Longbottom, que se parecía terriblemente a un Boggart que había estado presente en su tercer año, con bolso y todo. Neville parecía negarse a mirarlo, pero asintió y movió un poco los pies. 

—Y ustedes dos son claramente Weasleys —continuó la señora Longbottom, pasando por alto a la desconocida Jane y su falta de genética Weasley, ofreciendo su mano majestuosamente a Ron y Ginny a su vez—. Sí, conozco a tus padres, no muy bien, por supuesto, pero buena gente, buena gente... ¿y tú debes ser Hermione Granger?

Hermione pareció sorprendida de ser reconocida, pero estrechó la mano de la mujer de todos modos. —¿Y quien eres tu? —le preguntó la señora Longbottom a Jane, no de manera imperiosa pero, en última instancia, no amablemente. 

—Jane —respondió ella, brevemente, con la misma extraña expresión que Harry había visto momentos antes. La señora Longbottom agitó la mano que le ofrecía, no para darle un apretón de manos, sino para incitarla a continuar—. Jane Everleigh.

—Ah, sí —la señora Longbottom asintió en reconocimiento—. No sabía que eras amiga de Neville también.

—Realmente no nos hemos visto antes —corrigió ella—. Um... aunque estoy segura de que Harry me ha mencionado antes.

—Ya veo —dijo la mujer—. Bueno, Neville me habló de todos ustedes. Habla muy bien de ustedes, de ti en particular, Hermione. Se que lo ayudaron a salir de algunos apuros, ¿no es así? Es un buen chico —dijo, lanzando una mirada severamente evaluadora y señalando con su nariz bastante huesuda hacia Neville—, pero no tiene el talento de su padre, me temo decir... —y sacudió la cabeza en dirección a las dos camas al final de la sala, de modo que el buitre disecado en su sombrero temblaba alarmantemente.

—¿Qué? —parpadeó Ron y no pareció reconocer las agudas miradas de horror en el rostro de su mejor amigo, ni la alarma en los ojos de Neville—. ¿Es él tu padre, Neville?

—¿Qué significa esto? —preguntó la señora Longbottom bruscamente—. ¿No les has contado a tus amigos sobre tus padres, Neville? —Neville solo respiró hondo, miró hacia el techo y sacudió la cabeza.

—¡Bueno, no es nada de lo que avergonzarse! —dijo la señora Longbottom enfadada—. ¡Deberías estar orgulloso, Neville, orgulloso! No dieron su salud y su cordura para que su único hijo se avergonzara de ellos, ¿sabes? 

Jane también estaba un poco verde ahora, la expresión en sus ojos inusualmente ilegible. —¿Estás bien? —le preguntó Harry en un murmullo bajo, mientras Neville intentaba pronunciar algunas palabras. Ella asintió, muy plácidamente. No hizo nada para detener la preocupación en el pecho de Harry. 

—No me avergüenzo —dijo Neville finalmente, muy débilmente, todavía mirando a todos lados menos a Harry y los demás. 

—Bueno, ¡tienes una manera graciosa de demostrarlo! —le reprendió la señora Longbottom—. Mi hijo y su esposa —dijo, volviéndose con altivez hacia Jane, Harry, Ron, Hermione y Ginny—, fueron torturados hasta la locura por los seguidores de Quien-tú-sabes. 

Hermione y Ginny se taparon la boca con las manos. Ron dejó de estirar el cuello para echar un vistazo a los padres de Neville y parecía mortificado. Ni Harry ni Jane reaccionaron, parecían más que informados de la situación.  

—Eran aurores, ya sabes, y muy respetados dentro de la comunidad mágica —continuó la señora Longbottom—. Muy dotados, los dos. Y... sí, Alice querida, ¿qué quieres? —la madre de Neville había avanzado poco a poco por la sala en camisón, con el brazo extendido hacia ellos. 

—¿Otra vez? —la señora Longbottom se quedó mirando el artículo que tenía en la mano, sonando un poco cansada y casi un poco exasperada—. Muy bien, Alice, querida, muy bien... Neville, tómalo, sea lo que sea... —pero Neville ya había extendido su mano, en la que su madre dejó caer un envoltorio vacío de gomas de marcar Droobles.

—Muy amable, querida —dijo la abuela de Neville con una voz falsamente alegre, palmeando a su madre en el hombro, Neville tarareando algo que sonaba a gratitud. Alice no se movió y en su lugar se acercó a Jane, extendiendo su mano de nuevo—. ¿Que es eso? —la señora Longbottom miró un poco más atenta a la escena, cuando Jane extendió su brazo, ella también recibió un envoltorio—. Bueno, bueno, normalmente no le gustan los extraños, ¿verdad, Neville?

—Yo... bueno... nos hemos conocido antes —respondió Jane. Varias cabezas giraron hacia ella—. Cuando estuvimos visitando al señor Weasley antes —agregó, antes de forzar una sonrisa amable y volverse hacia Alice—. Gracias, señora Longbottom —dijo, y Alice tomó esto como una señal para comenzar a tambalearse de regreso a su cama.

—Ya veo —Augusta asintió—. Bueno, será mejor que regresemos —suspiró, poniéndose unos largos guantes verdes—. Encantada de haberlos conocido a todos. Neville, tira ese envoltorio a la papelera, debe haberte dado suficientes para empapelar tu habitación a estas alturas...

Comenzaron a caminar hacia la salida y Jane, todavía con el envoltorio en la mano, dio un paso adelante. —Neville, toma —ella le pasó el envoltorio con la misma sonrisa, y él lo tomó con un breve murmullo de agradecimiento antes de seguir a su abuela, metiendo ambos en su bolsillo antes de irse. Jane estaba evitando los ojos de Harry cuando se volvió—. Creo que voy a ir al baño, ¿te veré en la sala?

Y siguió detrás de Neville y su abuela sin decir una palabra más. 

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