JANE ━━ harry potter

009

✾ ‧₊˚ ‣ CAPÍTULO 9 ☀️
━━ En donde ella ofrece 𖧧

⇢ 𖤐・✾ ⇠

LA HORA QUE LA PAREJA pasó sentada en el césped a la sombra del árbol fue bastante tranquila, Jane abrió su bolso para pasarle el almuerzo a Harry, ignorando cualquier protesta que tuviera. —Angela parece encantada de estar cocinando para más de dos personas, deberías haber visto su rostro cuando Flora preguntó —la chica Everleigh restó importancia a sus objeciones.

—Aún así, puedo alimentarme solo —se quejó Harry. Por mucho que lo apreciara, había algo en la idea de sentir lástima por ella que odiaba por completo. Pero estaba agradecido de todos modos.

—Dice el chico que no pudo desayunar porque estaba demasiado ocupado preparándolo. O el chico que salió ayer sin nada más que ese libro raro —Jane no lo decía de una manera burlona, sino de una manera más cariñosa; por lo que Harry podía ver, eso parecía formar gran parte de su personalidad.

Después del almuerzo, la chica parecía mucho más enérgica, prácticamente saltando delante de Harry, el mapa ondeando en el viento mientras continuaba, tarareando para sí misma mientras continuaba. —Necesitas relajarte Potter, diviértete —cantó ella, girándose hacia atrás para mirarlo.

—¿De verdad? —Harry parecía aprensivo, Jane se detuvo y esperó a que lo alcanzara. Cuando él se detuvo a su lado, ella arrojó el mapa frente a él.

—Tú eliges a dónde vamos después —Jane se encogió de hombros, miró a su alrededor antes de agarrar suavemente la muñeca de Harry, arrastrándolo justo más allá del camino, donde la hierba crecía más y el verde estaba salpicado de beige y el púrpura de los tréboles.

De repente, Jane había arrastrado a Harry hacia la neblina veraniega, la vegetación le hacía cosquillas en la piel desnuda de sus muñecas y tobillos. —Guau... —exhaló, solo un poco sin aliento por la caída repentina (realmente no debería haberlo hecho, había habido descensos mucho peores cuando había estado jugando Quidditch).

La forma en que ella lo había tirado hacia abajo los tenía casi totalmente apoyados contra la hierba, la naturaleza actuando como un suave cojín. Jane se incorporó sobre los codos, alcanzando y tirando con cuidado del mapa descartado que se había escapado de las manos de Harry mientras caía.

Sentándose un poco pero más, lo abrió, colocándolo sobre las rodillas de Harry. Él la miró con una repentina chispa de interés, los ojos brillando al sol. —Tú eliges. Podemos ir a cualquier parte, no importa si está en el mapa o no se encuentra en ninguna parte —sugirió Jane, jugando con la esquina del mapa.

—¿Yo? —Harry frunció el ceño. No tenía idea, nunca tuvo el privilegio de saber a dónde podía ir mientras estaba de vuelta en Little Whinging. Conocía el área básica, pero nunca se había atrevido a ir demasiado lejos por su cuenta. Y cuando no estaba solo, estaba con los Dursley, quienes se habían visto obligados a conformarse con la idea de controlar dónde estaba: no tenían el poder para poder restringir sus acciones.

—Sí. Elegí hoy, así que puedes elegir mañana. No es divertido ser la que elige a dónde podemos ir todo el tiempo —Jane se encogió de hombros, sus ojos grises brillaron mientras le sonreía—. Podríamos turnarnos. Podría haberlo sugerido, pero no debería estar a cargo.

—Oh... —Harry se desvaneció. Esto era casi extraño para él. Nunca había tenido este control fuera de Hogwarts. En la escuela tenía la capacidad de ir a donde quisiera. Pero incluso cuando estaba con los Weasley, o en cualquier otro lugar fuera de Hogwarts, siempre hubo restricciones.

—¿Qué ocurre? —preguntó Jane cuando Harry no respondió. Ella rodó más cerca de él, inclinando la cabeza mientras lo miraba, empujándose para estar completamente sentada, empujando la hierba hacia abajo en la forma de sus manos.

—Nada, simplemente no estoy acostumbrado, supongo. Nunca he sido capaz de hacer este tipo de cosas —Harry se encogió de hombros—. Como poder ir a cualquier parte. No sé a dónde ir, no estoy seguro.

—¡Esta bien! —Jane no dejó pasar un momento entre sus palabras y las de él—. No tienes que elegir ahora, puede ser en otro momento —sonrió, viendo como Harry fruncía el ceño y luego asentía—. En ese caso... ¿quizás podamos continuar con este?

Jane se inclinó hacia adelante, rozando el hombro contra el de Harry mientras lo hacía, la tela de malla florida se aplanaba entre ellos. Al igual que el día anterior, un solo dedo trazó un camino. —¿Suena bien? —preguntó ella.

Harry asintió, mirando hacia abajo y subiéndose los anteojos antes de que pudieran resbalarse de su rostro. —¿Algún pedido en cuanto a comida? ¿Algún sándwich en particular... o tal vez comida dulce? —Jane inclinó la cabeza cuando Harry miró hacia arriba, sus ojos rozaron el horizonte verde y azul.

—No importa... tampoco tienes que traerme comida si es un problema —murmuró Harry, todavía no muy acostumbrado a la idea de que alguien fuera tan generosamente amable con él.

—No hay problema, como dije, Angela está mucho más que feliz de cocinar. Además, ahora que tengo más libertad puedo hornear más, así que será divertido tener a alguien para quien hornear —sonrió Jane, retorciendo los rizos de color jengibre que caían sobre su hombro con los dedos.

Y Harry le devolvió la sonrisa.

⇢ 𖤐・✾ ⇠