JANE ━━ harry potter

068

✾ ‧₊˚ ‣ CAPÍTULO 68 🌙
━━ En donde jane da testimonio 𖧧

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ELLA SOLO HABÍA mirado en su dirección una vez desde que entró en la Sala Diez. No podía culparla: su atención se había centrado únicamente en los miembros del Ministerio hasta que Dumbledore hizo saber su presencia. Y ahora, Jane estaba mirando a Fudge con solo un parpadeo de interés dirigido a cualquier otra persona, el más grande había sido hacia Umbridge y el broche rosa en su túnica color ciruela. Era la única individualidad que alguno de ellos mostraba.

Jane se había sentado a la izquierda de Harry, Dumbledore barría su túnica a su alrededor y se paraba justo detrás de ellos, permitiendo que su atención se centrara únicamente en el testigo, que estaba agarrando las mangas de su chaqueta con bastante fuerza.

Harry no pudo evitar preguntarse si esa mañana fue el primer contacto que tuvo con el mundo mágico más amplio. Quería desesperadamente que no fuera así: la habitación estaba oscura y fría, y el resto de la estructura subterránea del Ministerio no era mejor. Tal vez, si era posible, y si ella quería estar cerca de él, podrían ir al Callejón Diagon, o ella podría venir a Hogsmeade para una visita durante el horario escolar y si él lo arreglaba con Flora, que parecía ser una buena amiga de Dumbledore, ella podría venir a la escuela.

Quería mostrarle el Caldero Chorreante, presentarle a sus hipogrifos y unicornios y a Sirius y Remus, llevándola de vuelta al número 12 de Grimmauld Place. Con suerte, si todo iba bien con el juicio y no lo expulsaban de Hogwarts, podrían ponerse al día al final.

—Eres Jane Everleigh. ¿Hija de Wendy y Edward Everleigh? —Amelia Bones tenía una lima en la mano y tenía una expresión de sorpresa tan grande que se vio obligada a apartar el monóculo del ojo para que no se le cayera.

—Sí —Jane asintió.

—Estás en nuestros registros de nacimientos en 1980... pero después de la muerte de Wendy y Edward no hay más. No eres estudiante de Hogwarts, pero estás bajo el cuidado de Florence Adley —leyó Amelia, reconocimiento de nombres parpadeando en sus ojos. Harry sintió un latido en su corazón. Sus padres estaban muertos, ni siquiera tuvo la oportunidad de conocerlos.

Pero parecía que Jane era muy consciente de esto y asintió con la cabeza. —Sí. No asisto a Hogwarts. Después de la muerte de mis padres, crecí en Adley Foster Home, donde crecen muchos niños Squib una vez abandonados por sus padres. O en mi caso, cuando me quedé huérfana —hablaba diptómicamente, con un conocimiento de sus respuestas que parecía casi ensayado.

—Así que eres una Squib —Fudge juntó las manos y atrajo la atención hacia él—. Bueno, gracias a nuestro testigo anterior sabemos que los Squibs pueden ver a los Dementores. Entonces, Jane, ¿qué estabas haciendo la noche del ataque? Asumo que sabes qué son los Dementores.

—Tuve la oportunidad de frecuentar una biblioteca con todos los conocimientos que podía necesitar.

Chica inteligente.

Era una oración simple, pero rápidamente le había dado una base a muchos de sus conocimientos. E instantáneamente había descifrado que Fudge no era ni cerca de ser una buena persona.

—Bueno... ya veo. Continúa —Fudge le indicó que siguiera adelante. Harry empezaba a tener la impresión de que, aparte de Fudge y la encantadora subsecretaria que tenía, los miembros del Jurado estaban bastante interesados en Jane. Y Dumbledore también, que la observaba atentamente bajo las gafas de luna creciente.

—Llegué a Little Whinging cuando Florence me acogió en la casa. Ella me adoptó formalmente en una fecha posterior. A principios del verano, me encontré con Harry, pura coincidencia, y porque era nuevo y no conocía a nadie. De lo contrario, comenzamos a pasar todos los días juntos —comenzó Jane, sus dedos retorcidos alrededor de su pulsera.

—¿Y qué hiciste en estos días? ¿Sabías que era un mago? —empujó Fudge—. El estatuto de-

—Estoy al tanto del estatuto —ella pareció descartar su autoridad al instante, interrumpiéndolo por todas partes en lugar de esperar y escuchar. Pero, supuso Harry, ella solo había entrado en contacto con el mundo de la magia hacía una semana o asi, y un nombre como Cornelius Fudge solo lo asociaría con algo agudo a un cuento de hadas. Si Harry la conocía como pensaba que la conocía, a Jane no le importaría si él era el Ministro de Magia—. Harry no me mostró ninguna magia ni me informó que era un mago hasta el ataque. Flora tampoco me informó y planeaba hacerlo correctamente en una fecha posterior. Harry no tenía ninguna intención de decírmelo o mostrame cualquier cosa.

—No ibas a decirle nada a la señorita Everleigh —la atención de Fudge se movió hacia Harry—. ¿Es esto correcto señor Potter?

No.

—Sí. No iba a decirle nada a Jane. Sabía que Florence, um, la señorita Adley era una bruja, pero quería que la adopción se hubiera llevado a cabo antes de decírselo —Harry estaba diciendo la verdad sobre eso. Pero él quería decírselo y estaba pensando en cómo podría hacerlo. Pero él no lo revelaría.

Hubo un silencio mientras todo esto se escribía apresuradamente. Entonces, Fudge continuó. —¿Te mudaste a Little Whinging el 20 de junio y conociste al señor Potter cuando regresó de su período en la escuela? —hubo una mirada de disgusto ante la mención de esto, y por lo visto, preferiría no pensar en la pesadilla que lo enfrentó sobre las 'afirmaciones' de Harry y Dumbledore de que Voldemort había regresado—. ¿Y cuánto tiempo pasaron juntos?

—Diario —respondió Jane rápidamente, sin dudarlo—. Salimos a caminar, pasamos tiempo en la mansión, visitamos pueblos cercanos y fuimos a la playa el día del cumpleaños de Harry junto a Flora. La noche del ataque, volvíamos de otro paseo y nos encontramos con su primo. Cuando estábamos de paso los túneles cuando de repente toda la luz se apagó... y hacía frío, mucho frío. Los Dementores estaban a ambos lados, viniendo hacia nosotros y casi besan a Dudley cuando Harry lanzó el Patronus.

Ella había hecho su investigación. Si Harry no supiera que se lo habían impuesto de alguna manera, habría estado feliz de que ella tuviera la oportunidad de explorar algunos de los componentes de su mundo.

Eso era en lo que era increíblemente buena, después de todo.

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