prestame un lápiz [TR chilensis]

encerrona

Narra Akemi

Me siento bastante mareada pero aún así le paré los carros al otro weon, ¿quién chucha se cree?

Voy afuera donde están todos, el Wakasa alias aspiradora también está y cuando me ve entrar sonríe de lado, wachito rico. Me siento a su lado y pasa su mano por mi cintura.

— Me pasé un poco... —insinúa por mi cuello con varios chupones— pero te gustó, así que no me preocupo.

— No contradigo verdades —se rie— ¿me podi servir jugo porfi?

— Yapo —acerca la botella y yo acerco mi vaso— pero solo si me dai un beso.

Estoy por decirle que si cuando veo que el Kazutora le quita la botella de jugo al Waka y se sirve, el peliblanco lo mira mal.

— Se demoraron mucho —sonríe sarcasticamente— igual quea un poco, ¿queri Farkas?

— No —niego— de ti no quero na.

— Técnicamente no es mio porque lo compró el Hakkai —se pasa por el pico lo que le digo y me sirve igual— ves, más seguro.

¿A qué se refiere con más seguro?

Se va dejando la botella sobre la mesa y yo ruego los ojos, que conchesumadre más insoportable y metio es cuando quiere, ¿tanto le cuesta dejarme tranquila?

— Ni meo a ese weon —habla el Waka— pero pico, igual quiero ese beso.

Siento como el Kazutora me está mirando, ¿quiere wear? webiemos po, sin llorar después.

Le doy un beso Waka, quizás esté mal hacerlo pa picar a este desteñio culiao pero ñe. El peliblanco es bruto y me aprieta la cintura con una mano y la otra está en una de mis piernas. Termino el beso y me siento sobre las piernas del mayor, dandole la espalda.

El walala tiene cara de querer matar a alguien y veo que conseguí lo que quería, jaque mate.

— Claro y yo que soy el cumpleañero nadie me da un beso —reclama el Hakkai.

— Ven pa aca llorón —el Mitsuya lo agarra de la mandíbula y le da EL beso, casi se lo traga.

Todos quedamos pal pico mirandolo, todos sabemos que el Mitsuya es el Ap del Hakkai y con esto el peliazul va a quedar más feliz que cabrochico.

[...]

Narra Kazutora

— Prestame luca —le digo al Mikey y me pasa el billete— mañana te la devuelvo.

— Na si te debía también, acuérdate —tiene razón— ahí tamo a mano.

Compro luca de papas y nos quedamos en el mall un rato con los demás cabros, mes culiao ha sido como la real callampa últimamente.

Mi mamá se pone cada día ma weona con lo de mi papá, ese conchesumadre está tratando de que no lo dejen en cana mientras espera el juicio y a mi los weones del sename me respiran en la nuca.

Aparte esta weona de la Akemi todos los días me trata como el pico desde la wea del carrete, le pone el meo color por un beso culiao.

Me llega un codazo del Peh yan y hace una seña detrás de nosotros, miro piola y hay varios weones del rokuhara. Había visto dos afuera pero no me sicosearon, pero con estos que están aquí no son coincidencia.