boliche

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Narra Kazutora

— ¿Queri cabritas? —pregunta el Chifuyu mientras vemos la película en la sala de cine del hotel.

— Nah toi bien —le muestro mis papas fritas lays— película culia fome.

— Tu y tu corazón de piedra no entenderían lo buena que es Love Rosie —rueda los ojos— poco romántico, con razón te dejaron.

— Aweonao —le pego un wate— es que el weon sabe que está enamorao de ella y aun así se quiere casar con otra, que gil —como papas— ¿quien votó por esta?

— Yo —dice el Draken al lado de mi— oe sí es wena.

Yo solo ruedo los ojos y espero a que se verdad me interese la película, pero pasan quince minutos más y de verdad me aburre.
Decido pescar mis cosas y me voy a la sala de  juegos del hotel.

El Baji y el Peh yan juegan billar y me acerco a ellos, no sé jugar pero los miro noma, con lo poco que entiendo creo que va ganando el Peh yan.

— Wena mi shan —saluda el Yan— película culia fome, me la he visto como diez veces con mi polola.

— Yo con mi mamá —habla el Baji— sí me gusta pero que paja verla otra vez.

— Ñeh me aburrió, muy weones los dos protagonistas —ambos me dan la razón— ¿vai ganando? —pregunto al Yan

— Sí —mete otra bola— pero ya me aburrí, me voy a dormir mejor.

El castaño se despide de nosotros y se va a su pieza, me quedo solo con el Baji que me está contando que vio a unas argentinas más ricas que el pan con chancho en el bar.

— Apañame a conquistarlas po weon, su dos pa dos.

— Baji, estamos en pijama —le recuerdo— ¿tu creis qué unas argentinas, probablemente mayores que nosotros, nos van a pescar así?

— No perdemos nah con intentar.

Me empuja y me hace caminar al bar del segundo piso, este se cree muy rico para ir a conquistar a una weona en pantuflas de picachu.

Nos acercamos a la barra, no podemos pedir alcohol porque se supone que es paseo escolar y con las pulseras nos cachan altiro, así que pedimos bebida noma.

El Baji se acerca y yo me quedo donde mismo, realmente estoy ni ahí y no son muy de mi gusto las argentinas.

— Che, ¿tu amigo el teñidito no habla? —dice una de ellas.

— Es weon noma —webea el Baji— ven po.

— Hola —saludo de mala gana.

— Re seco tu —rueda los ojos— lindos pijamas eh, buena forma de encarar.

— Es que estamos de viaje de estudios po chiquillas —abraza a las dos por los hombros— igual fome, puras boludeces de niños.

Yo solo miro lo aweonao que se ve el Baji tratando de hablar como argentino. Weon pelao.

— Eh teñidito —me habla la Argentina pelinegra.

— Me llamo Kazutora —digo molesto.

— Bue eso eso —se acerca a mi— que te parece si vamos a un boliche por ahí, claro sacate la pijama primero.

— No puedo flaca —sonrío a medias— no me dejan salir del hotel, recuerda, viaje de estudios.

— No pensé que los chilenos fueran tan aburridos, son lindos, pero aburridos —se acerca más— dale así quizás tu viaje es más memorable que solo actividades de pendejos.

prestame un lápiz [TR chilensis] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora