orgullo

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Narra Akemi

Gil culiao, lo odio.

Sipo super fácil dejarme sola estos tres días, ni siquiera un hola me dijo y cree que puede hacerse el cariñoso ahora, que se vaya a la chucha.

Sé que el resto del curso escuchó lo que le dije, pero ya me da lo mismo, estaría más prepcupada si fuera positivo.

Subo al edificio abandonado y prendo un cigarro, los últimos tres días no fumé de pura sicosea que estaba. Me siento en el piso y suelto todo el llanto acumulado, pasé el peor susto de mi vida, ojalá no contarlo dos veces.

Soñé dos veces que tenía a la wawa y que tenía una infancia horrible, si con este otro nisiquiera estaríamos juntos porque que vida tan miserable empezar algo formal por un cabrochico.

Lo peor es que de vez en cuando me vuelven las arcadas, pero ni soy capaz de vomitar algo porque no he comido niuna wea, con suerte un pedazo de pan que la Emma me obligó a comer.

El celular me suena, otra vez el numero de la clínica. Contesto sin muchas ganas.

— Señorita Farkas, soy la doctora White, nutriologa.

— ¿Qué quiere?

— Los resultados de su anemia son preocuoantes, ¿puede venir hoy a las cinco?

¿Pa que ir si se arregla comiendo noma?

Ya pero igual ojala me de algo pa no morir y me paren las ganas de vomitar.

— No hay problema, nos vemos.

Suspiro pesado, año culiao ya no doy más.

[...]

Otra vez en esta clínica culia.

La doctora me hace pasar mientras sonríe, dejo mi mochila colgada en la silla y me siento. Tiene fotos de "comida saludable" por todo lados.

— Bien Akemi —se sienta frente a mi— ¿tienes diecisiete verdad?

— Sip.

— Okey —anota en su computador— dejame decirte que gracias a tu resultado pude notar que tu caso de anemia en grave ¿haz comido bien últimamente?

— Sí... —me mira y levanta una ceja— no, estos días he tenido. muchas preocupaciones.

— Comprendo —vuelve a anotar— ¿puedes subirte a la pesa porfavor?

Pesas culias las odio.

Lo hago sin ánimo, se levanta a ver lo que marca y me hace una seña para que vuelva a sentarme

— Me imagino que con esto del posible embarazo estuviste muy estresada —asiento y suspira— ay Akemi, debo ser muy clara con esto, aparte de tu resultado de anemia, comparé cuánto estabas pesando en enero y cuánto estás pesando ahora y realmente es preocupante.

Sabe eso porque antes de irme a Estados Unidos, tuve que hacerme el exámenes porque mi tío es medio paco con la salud.

— Cinco kilos más, cinco kilos menos, ¿qué importa?

— Bajaste 15 en menos de tres meses.

Qué

Me hubiera dado cuenta.

prestame un lápiz [TR chilensis] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora