Capitulo 36

3.9K 277 51
                                    

Catania, Italia.

Niccola Licciardi.

Las noches en Catania suelen ser de ensueño, todas y cada una de ellas.

Como la de hoy, por ejemplo.

Arreglo mi traje frente al espejo con la playa y la puesta del sol detrás de las cortinas dando un hermoso paisaje digno de admirar. Tomo los gemelos de mi padre, fue su ultimo regalo antes de dormir aquel día para no despertar nunca más, en ellos dos dragones de tres cabezas yacen cubiertos de oro, en sus ojos pequeños diamantes azules con un centro poderosamente negro haciendo enfasis a nuestro simbolo.

—¿Te ayudo con eso cariño? —pregunta Domenica a mis espaldas, llevo una relación bastante larga con ella, quizá ya es hora de ir al siguiente paso.

Es una mujer respetada, reconocida.

Bellísima, reconoce su lugar y está orgullosa de portarlo a mi lado.

Asiento a su pregunta y ella me detalla acercándose, la observo dar pasos lentos y delicados por el espejo hasta que se posa a mi lado y me abraza por la espalda, es una de las mujeres más cultas que jamas vi. Me giro quedando de costado y ella acomoda mi corbata azul noche en tanto la detallo deleitándome con su belleza. Piel blanca y cremosa, ojos color miel, con una nariz tan pequeña que da paso a que sus labios y ojos destaquen en su rostro. Su cabello que llega hasta sus hombros está peinado bajo un gel dejando su cuello a la vista donde da pie a destacar un adorno con pequeños diamantes que decoran la zona, va con un vestido color beige que hace que su cabello cobrizo se luzca, acompañado de un maquillaje muy llamativo que acentúa sus iris, sin dudas un encanto.

—Gracias —agradezco mirándonos de nuevo en el espejo y la ubico delante mío, soy mucho más alto que ella y a simple vista, somos las personas que más quieren ver abajo, donde seguro, la gran mayoría de los invitados nos esperan ansiosos.

Tomo su mano y nos encaminamos fuera de la habitación.

Ella no vive conmigo, pero estos días se las ha pasado haciéndome compañía pública y claro, privada.

No podemos vivir juntos porque aún no estamos casados, eso es algo que en nuestras leyes católicas y tradicionales se prohíben.

Melania nos espera en las escaleras, porta un vestido carmesí muy elegante y de caída severa tapando sus zapatos con la misma tela.

—Ya han llegado todos, hermano.—mi hermana sonríe a la mujer en mi brazo— Domenica, estás muy bella.

—Igual que vos, amiga mía —asiente y sonríe.

Ambas son amigas desde que tengo uso de razón, hemos crecido con nuestras familias juntas siendo Domenica hija del mejor amigo de mi padre el cual también era su mano derecha. En su momento fue su consigliere «consejero» , hoy su hijo ocupa el mismo puesto que él en algún momento ocupó. En reuniones es mi consigliere y al parecer, hay patrones que se repiten ya que fuera de las líneas jerárquicas, es hoy, de mis más grandes amigos. Fabrizio y Domenica son los dos únicos hijos que tuvo Alessandro Di' Falco. Y hoy, ambos se encuentran formando parte de mi círculo íntimo, pero más importante, siendo parte de la familia.

Los músicos de La Cosa Nostra nos deleitan con una de sus tantas piezas clásicas y desde el barandal veo a todas nuestras caras conocidas. Partícipes de nuestras casas, el caporegime está en la puerta, es él quien tiene un grupo de soldados vigilando los alrededores.

Organizar esta fiesta por el cumpleaños anual de Leviatán no fue fácil.

Hemos tenido que clausurar las entradas y salidas aéreas y marítimas de Sicilia pasadas las dieciocho horas de esta noche, ahora, por ejemplo, nadie puede entrar ni salir puesto que quienes debían llegar ya se encuentran bajo este techo exceptuando una persona puntual, claro.

Protegido (+21) [Libro 1] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora