Protegido (+21) [Libro 1] ✔️

Capítulo 64 PARTE II

Blake

La cena transcurre entre opiniones sobre cómo está siendo la primera hora. El mismísimo chef se acercó a cocinar un plato delante de nosotros poniendo pasta italiana dentro de una onza de queso a la que previamente se encargó de derretir con un espectáculo de fuego. Cenamos y conversamos entre todos, me doy cuenta en el mientras tanto que Lara no es tímida, simplemente nunca se dieron ocasiones en donde hayamos cruzado alguna una palabra y entiendo también que, hasta hace menos de cinco días éramos jefes. Observamos desde la ventana que da hacia la terraza en donde esta el parque acuático y los bares al aire libre. Está todo repleto y la actividad toma impronta denotando movimiento en los espacios.

Hoy mismo habrá un espectáculo a las diez de la noche y estoy seguro que será una buena apertura.

—Entonces ¿Me vas a comentar porque le pusiste «Sereia»? —pregunta Teo mirándome y de reojo veo cómo Alexa esconde un gesto que interpreto como una sonrisa la cuál esconde debajo de la servilleta que simula pasar por sus labios.

Lara capta de inmediato el gesto que hace Alexa y noto que pasa de una mirada confundida a una sorpresiva en dos segundos de diferencia, pero claro, eso lo noto yo que estoy enfrente de ella ¿Alexa no le habrá contado sobre mi apodo hacia ella? De repente me interesa saber todo de Alexa, como es con su entorno, quien la orbita, como es con cada uno.

—¿Que acaso cuando te bañas cantas como Ariel y te pones una peluca roja?

Estoy por responderle pero siento la mano de Alexa en mi pierna derecha y entonces respiro hondo.

—No hay un porqué, me gusto y ya.

Miro de costado a Teo cuando la mano de Alexa comienza a deslizarse por mi pantalón hasta... joder.

—¿Seguro? —pregunta y asiento tres veces apoyándome en el respaldar del sillón.

Su mano es ligera y suave en los movimientos y siento como presiona el largo de mi miembro mientras el show de tango comienza y hace concluir el tema de conversación que menciono Teo. La música resuena entre altanera, alegre y todos los músicos en el instrumental se destacan al inicio mientras los bailarines improntan sus pasos.

Mojo mis labios cuando ahora toca la parte baja de la tela por sobre mi pantalón, siento como pasea y presiona su mano en donde estan mis testículos, aprieta, los mueve lentamente y entonces la pareja se va acercando a las mesas segundo a segundo, la bailarina hace un juego de movimientos con sus piernas que capta la atención de todos o bueno, casi, ya que la mía está en su mayoría en la mujer que mira a los bailarines simulando disimulo mientras juega con las sensaciones que me hace sentir su mínimo tacto.

La tengo durísima.

—¿Sabes bailar tango? —susurra Alexa acercándose a mí y mueve la punta de su nariz olfateando mi perfume, siento la piel de la punta de su nariz paseando por la línea de mi mandíbula y mentón.

—Alexa...

La oigo reír y cuando el baile termina, entre aplausos me pongo de pie tomando a Alexa de la mano y sin decir adiós nos vamos encaminando a la salida. No decimos una palabra porque si digo su nombre, tranquilamente podría explotar dentro de mi ropa interior. No quiero distinguir la cara que tiene Alexa cuando se muerde los labios en la espera del último piso hasta llegar a nuestro piso.

Las personas se van bajando en los pisos a donde concurrirán y cuando nos quedamos completamente solos me vale que la parte de atrás sea de cristal, que nos vea quien nos tenga que ver, seremos un digno espectáculo de lo que surja.

—Tenes que terminar —digo entre besos tomándola por sus mejillas y asegurando mis dedos en su cuello— Esto que empezaste.

La empujo contra la esquina al lado de las puertas y presiono mi pelvis sobre ella para que sienta mi dureza. Respira agitadamente y mientras pasa sus labios húmedos por mi cara depositando besos en mis mejillas hasta llegar a mi oído.