10.

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CALLIOPE.

Muy temprano al día siguiente se había reunido en el bar-café del mesón para revisar los planos. Era una pérdida de tiempo, Calliope no necesitaba ver los planos para saber que, sin una Grisha que los ayudara, iba a ser imposible entrar al Pequeño Palacio.

Inej: ¿Qué tal por aquí? -preguntó, señalando una entrada en el plano.

Calliope: No, estará lleno de guardias, será imposible pasar de ellos sin que nos noten.

Y así estuvieron aproximadamente una hora, sin encontrar una manera de entrar. Los distrajo el ruido de un golpe, la chica de la danza aérea que venía con la compañía teatral había caído desde muy alto a mitad de su acto.

Calliope: Uy, eso le va a dejar un moretón muy feo -dijo y Jesper río.

Kaz tomó los planos y, sin decir nada, se fue. Inej fue detrás de él y Arken se perdió por ahí, quedando sólo Jesper y Callie.

Jesper: ¿Cómo estás? -dijo, pasando un brazo sobre sus hombros.

Calliope: Mejor, más tranquila creo. 

Jesper: ¿Entonces ya puedo burlarme sin temor a que me golpees? -la castaña lo miró.

Calliope: ¿Burlarte de qué?

Jesper: Callie, mírame -dijo, imitando la voz de Kaz-, tendrán que pasar sobre mí antes -y se echó a reír.

Calliope golpeó su brazo y ambos rieron.

Jesper: Oh vamos, ¿me vas a decir que no fue algo tierno de su parte? Es Kaz Brekker, él no hace ni dice cosas tiernas, pero tú eres importante para él.

Calliope: Puras tonterías hablas Jesper, somos socios y es todo.

Jesper: Pero ustedes eran amigos, los mejores si me lo preguntas -la castaña lo miró-. Tú y Kaz eran tan unidos como lo eres con Vesna y Arek, eran los Reyes de Ketterdam -bromeó-. ¿Qué les pasó?

Calliope: Ya te dije que no lo sé -suspiró-. Algo cambió en Kaz, se alejó de mí sin darme razones, comenzó a ser más frío y cortante conmigo que de costumbre, subía la renta de la tienda cada que se le venía en gana y me cerraba la puerta en la cara cuando intentaba hablar con él. Yo no ruego, tampoco doy segundas oportunidades.

Jesper: Sentías algo por Kaz, ¿no?

Calliope: Pero como dije, no ruego ni doy segundas oportunidades. Kaz simplemente destruyó lo que teníamos, de todas formas voy a irme en cuanto tenga lo que necesito.

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Unas horas más tarde, los cuatro Cuervos estaban en el mismo lugar que por la mañana, bebiendo unos tragos, rendidos por no encontrar forma de entrar al Pequeño Palacio.

Jesper: Kribirsk no es lo peor. Podemos abrir un bar, cerveza de Ravka oriental para los occidentales...

K, I & C: Cállate Jesper -dijeron los tres al unísono.

Jesper: Extraño a Milo -dijo y bebió de su cerveza.

Arken: Amigos -dijo llegando con ellos, sonriendo.

Kaz: ¿Por qué estás tan alegre?

Calliope: Sí Arken, este es el club de los deprimidos. 

Jesper e Inej rieron y Kaz rodó los ojos.

Arken: Este es Marko -dijo, presentando al hombre que lo acompañaba-. Marko es el líder de la compañía teatral Pomdrakon. Los invitaron a actuar en la fiesta de invierno.

Marko: Un sueño de toda la vida.

Calliope: -miró a Marko-. Mucho gusto Marko y supongo que felicidades por eso -se estaba desesperando y no entendía nada.

Arken: Una oportunidad de entrar al Pequeño Palacio, pero perdieron a su artista estrella en un desafortunado y raro accidente. Necesitan urgentemente a alguien con las habilidades para reemplazar a su estrella.

Y ahí entendieron que planeaba Arken. Las miradas de los tres Cuervos recayeron en Inej.

Inej: Como dijo un amigo, si no hago esto nadie irá a ningún lado.

Le entregó dos de sus cuchillos a Kaz y se preparó para el acto.

Inej estuvo perfecta. Antes de llegar a la Casa de Fieras con Tante Heleen era esto a lo que ella se dedicaba, gracias a esto era excelente como Espectro. Cuando termino su acto todos aplaudieron y Marko se acercó a abrazarla.

Marko: Definitivamente los Santos te enviaron -uno de sus actores le pasó un traje-, ¿crees que podrías usar esto?

Era un traje igual al que ella llevaba puesto para el acto, pero con los colores del arcoíris. Callie tuvo que usar todas fuerzas para suprimir una carcajada.

Jesper: Claro que puede, esos son sus colores -se burló-. La cosa es que Inej viene en paquete -dijo, señalando a Callie, Kaz y él.

Marko: No hay viajes gratis, ¿cuál es tu talento?

Jesper sólo pidió un espejo y una silla. Le pidió a Inej que volviera al trozo de tela que colgaba del techo, con una carta en la boca. Jesper se sentó dándole la espalda a Inej y usando sólo el reflejo del espejo para guiar su disparo. Callie sabía que no iba a fallar, pero aún así su corazón iba a mil por hora.

Dicho y hecho, la bala de Jesper dio justo en la carta sin hacerle ni un sólo rasguño a Inej. La chica sulí bajó y le entregó la carta a Marko, la cual estaba cortada perfectamente a la mitad. Marko abrazó a Jesper y le dio la bienvenida a la compañía, después miró a Callie.

Marko: Señorita, el escenario es suyo.

Calliope pidió un mazo de cartas y se limitó a hacer cualquier clase de trucos que supiera. Todos ellos enseñados por nada más y nada menos que Kaz Brekker. Cuando terminó, Marko se acercó.

Marko: Es usted increíble dominando las cartas, señorita, pero...

Calliope: No se preocupe, las cartas no son algo que impresione a la realeza, lo sé -sonrío y Marko le devolvió la sonrisa.

Marko: El escenario es suyo -le dijo a Kaz.

Kaz: Yo lo haré por mi cuenta -se limitó a decir y Marko asintió.

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Se irían a la mañana siguiente, Calliope había subido a la habitación a asegurarse de tener sus pocas cosas en orden cuando escuchó la puerta abrirse, se puso a la defensiva.

Kaz: Sólo soy yo, tranquila.

Callie se relajó y se sentó en la cama. Lo miró.

Calliope: ¿Necesitas algo?

Kaz: Quería saber cómo estabas, Callie.

Calliope: Estoy bien -la miró sin creerle nada-. Voy a estar bien, gracias por preguntar.

Kaz: -asintió-. Eso que hiciste allá abajo, no pensé que lo recordarás. Te lo enseñé hace mucho.

Calliope: Lo que bien se aprende nunca se olvida -sonrío de lado.

Kaz se sentó a su lado y ambos quedaron en completo silencio por un par de minutos, hasta que Callie habló.

Calliope: ¿Por qué lo haces de nuevo?

Kaz: ¿Hacer qué? -la miró.

Calliope: Llamarme así, Callie.

Kaz no dijo nada, porque la verdad no sabía que responder a eso. Se quedó unos segundos en silencio, para después levantarse y caminar hasta la puerta.

Kaz: Deberías descansar, mañana partiremos muy temprano -dijo antes de salir de la habitación.

Phoenix (Kaz Brekker & Calliope Waldorf)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora