23.

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CALLIOPE.

Había estado soñando. De nuevo.

La mayor parte del trayecto desde Os Kervo hasta Ketterdam, la Inferni lo había pasado dormida. Había perdido la cuenta de cuántos días llevaba sin dormir. Pero ahora hubiera preferido eso a las pesadillas que la atormentaron.

Una y otra vez, los dos mismos sueños se repetían. Uno empezaba en cuanto el primero terminaba y así sin descansar. Y no lograba despertarse por más que intentaba obligarse.

Soñó con Kirigan. Soñó con Pekka Rollins. Un sueño peor que el anterior.

Lo peor es que no fueron sólo sueños, su mente se estaba encargando de atormentarla con sus recuerdos más oscuros. Su cabeza revivió los homicidios que Calliope había cometido, todos y cada uno, repitiendo sin parar la escena del cuerpo incinerado de aquel bebé en el bosque. Revivió el abuso de los hombres de Pekka, una y otra vez y cada vez peor. Se sentía paralizada dentro de sus sueños.

Cuando logró despertar, se juró no volver a dormir a menos que fuera estrictamente necesario.

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Por fin estaban de vuelta en Ketterdam. Los tres Cuervos bajaron del barco y se pusieron en marcha hacia El Barril. Una vez cerca, Callie se detuvo y los miró.

Calliope: Quiero llegar directo a los almacenes. Necesito ver a Vesna y Arek, ¿puedo verlos más tarde en el Club?

Jesper: Eso si no está Dreesen en algún lugar esperando para matarnos.

Kaz: Puedes ir, pero no bajes la guardia -Callie asintió-. Ve con cuidado.

Calliope: Los veré más tarde.

Callie se alejó de los Cuervos, no sin antes escuchar a Jesper burlarse de Kaz.

Jesper: ¿Ven con cuidado? -lo escuchó reír.

La Inferni sonrío leve y se apresuró para llegar a la tienda. Cuando estuvo a pocos metros se detuvo de golpe, las luces estaban apagadas y aún era temprano para cerrar. Vio salir de ella a dos Leones Moneda.

***: Hay que darnos prisa y encontrar a la pelinegra que trabaja con Phoenix, antes de que el jefe pierda la paciencia.

Callie no perdió el tiempo y echó a correr para evitar que pudieran verla. No sabía que estaba pasando, pero Arek y Vesna estaban en problemas, tenía que encontrarlos como fuera. Pensó en ir al Club para pedirle ayuda a Kaz, pero un mal presentimiento la hizo descartar esa idea.

Después de pensarlo mucho, decidió ir a ver a Wylan. Esperaba que sus amigos estuvieran ahí o que por lo menos Wylan tuviera algo de información sobre donde encontrarlos.

Cuando llegó, no se molestó en tocar o esperar a que alguien la invitara a pasar, entró y bajó las escaleras hasta el sótano del pelirrojo. 

Calliope: ¡Wylan! Dime que estás aquí.

Wylan: -levantó la vista de lo que estaba haciendo-. Callie, volviste -su tono de voz dejaba ver el alivio que sentía de verla.

Vesna apareció de algún lugar del sótano y se lanzó a abrazar a Callie, a quien tomó por sorpresa e hizo perder un poco de equilibrio, pero le devolvió el gesto.

Vesna: Por todos los Santos Callie, estás viva.

Calliope: Lo mismo digo de ti -se separó y ambas se miraron-. Llegué a la tienda pero no había nadie, además de un par de hombres de Pekka, temía que les hubieran hecho daño.

Phoenix (Kaz Brekker & Calliope Waldorf)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora