19.

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CALLIOPE.

Se habían detenido a descansar cuando estuvieron a una distancia lo bastante considerable de la Sombra. Habían encendido una fogata y charlaban mientras Kaz volvía. Se había ofrecido a buscarles un cambio de ropa a la Invocadora y su rastreador.

Cuando Kaz estaba volviendo, Callie lo miró y se echó a reír.

Calliope: Al fin llegas, creí que íbamos a morir aquí antes de que volvieras -Jesper río-. ¿Alguien me recuerda por qué le dimos al del bastón la tarea de recorrer tantos metros?

Los chicos rieron con ella, a excepción de Zoya y Kaz, que rodaron los ojos.

Zoya: Mi más sentido pésame para ustedes que han tenido que soportarla -dijo a los Cuervos-. Siempre ha sido un dolor de cabeza.

Calliope: Púdrete, Nazyalensky -bromeó y ambas rieron.

Inej: Nunca había conocido a una Santa -le dijo a Alina.

Alina: Y yo nunca antes había sido una -Callie sonrío.

Inej: Cualquier cosa que necesites, en donde sea que estés, mi mano será tuya.

Alina: Creo que me gusta esa mano con una daga -ambas sonrieron-. No pude conservar la tuya, así que toma la mía. No es mucho pero te ayudará a defenderte -Inej tomó la daga y sonrío.

Jesper le quitó la bolsa con ropa a Kaz y se la entregó a Mal. 

Jesper: Primer paso para cualquier buen plan, un cambio de ropa. Siempre nos funciona.

Mal: Gracias -tomó la bolsa y Alina se puso de pie.

Alina: ¿Seguirán intentando secuestrarme? -miró a los Cuervos.

Jesper: Claro que no -negó y Kaz lo miró.

Kaz: ¿Ahora eres religioso? -Callie rodó los ojos.

Jesper: No, sólo estoy exhausto de esto -bufó.

Calliope: Además, grosero -Kaz la miró-, sería descortés secuestrar a quien te salvó la vida.

Kaz: Eres muy valiosa, ¿lo sabes? -le dijo a Alina.

Adiós, millón de kruge, pensó Callie y se auto-reprendió por pensar así.

Alina miró a Kaz y se acercó hasta estar frente a frente con él. 

Alina: Ten esto -dijo y sacó un precioso collar de joyas de entre sus ropas, Kaz lo tomó.

Kaz: Lo vi en un retrato de una de las Reinas en Pequeño Palacio.

Alina: No es un regalo, es para que no digas quien soy ni a donde voy ahora.

Kaz miró a sus Cuervos, luego a Alina y se metió el collar en el bolsillo del abrigo.

Kaz: Tenemos un trato -y estrecharon manos.

Alina y Mal se alejaron para poder cambiarse de ropa mientras los demás se quedaron alrededor de la fogata, en silencio.

Unos minutos más tarde, volvieron a reunirse con ellos. Echaron sus viejas ropas a la fogata, incluyendo la preciosa kefta que Alina llevaba.

Mal: No esperaba que se quemara.

Calliope: Son a prueba de balas, pero no de fuego, menos de fuego Inferni.

Zoya: Lo dices por experiencia, ¿no?

Calliope: Tú me atacaste primero, cabe recalcar -Zoya la miró, con una ceja levantada, Callie sabía que le trataba de decir-. Y lo de Ivan fue un accidente, yo estaba entrenando y él se atravesó.

Phoenix (Kaz Brekker & Calliope Waldorf)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora