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NARRADOR.

El lugar dentro de la Sombra se veía desolado. Todo estaba destrozado, demasiado oscuro y frío. Callie hubiera dado lo que fuera por poder encender su fuego para iluminar y entrar en calor.

Nikolai: Síganme.

Se adentraron en el fuerte y comenzaron a recorrer los pasillos, en busca de alguna señal de vida. En uno de ellos, al fondo, se toparon con Volcra, quienes de inmediato notaron su presencia y no dudaron ni un instante en lanzarse hacia ellos.

Entraron por la única puerta que tenían cerca, la cual daba a la capilla del lugar, y cerraron deprisa, intentando mantener a los monstruos fuera.

Wylan: Bisagras metálicas. Jesper.

El moreno fue hasta la puerta y usó sus habilidades para sellarla por completo.

Nadia: ¿Con eso bastará?

Jesper: Ya veremos.

Calliope: No lo sé, estar encerrados aquí me da mala espina.

Nikolai: Seguro que prefieres estar afuera con esas cosas.

Calliope: Había olvidado lo molesto que eres.

Su conversación se vio interrumpida por un siseo, seguido por una sombra que no tardó en adquirir una forma humanoide bastante inusual.

Vesna: Nichevo'ya -susurró.

Tamar: Todos atrás.

Wylan: Pero, sin la espada, ¿cómo matas a una sombra?

Adrik: Sólo tenemos esto.

Los tres Vendavales usaron su viento para deshacer la forma que la sombra había tomado, pero fue en vano, pues no tardó en volver a formarse.

Wylan: ¡Cúbranse los ojos!

Todos obedecieron y Wylan lanzó uno de sus frascos contra el monstruo. De este emergió lo que pareció ser una especie de luz azul intensa, que lo deshizo por completo pero sólo duró un par de segundos.

Calliope: Estoy harta de esto.

Callie se colocó al frente del grupo, con Tamar y Tolya a cada lado de ella preparados con sus armas. Invocó su fuego, que volvió a ser tan potente como hace unos momentos, y lanzó una bola de fuego tras otra contra la bestia. Seguía sin funcionar, pues el fuego ni siquiera lo atravesaba, desaparecía en cuando hacia contacto con la sombra. Esto hizo enfurecer al nichevo'ya, que tomó a Callie por el cuello y la lanzó lejos de él, estampándola contra una de las paredes de la capilla.

Khaos: ¡Callie! 

Intentó correr hacia su hermana, que no parecía poder levantarse, pero la bestia se lo impidió. Los gemelos comenzaron a atacar al monstruo con sus armas, cosa que seguía sin funcionar pero al menos les daba algo de tiempo.

Siguieron atacando hasta que la capilla se inundó de la luz del sol que brillaba afuera. Alina lo había conseguido.

Zathrian: Santos, de verdad lo logró.

Tamar: ¿Y por qué sigue aquí? -dijo, mirando a la bestia.

Tolya: El sol no lo mata.

Khaos: Alina destruyó la Sombra, pero Kirigan debe seguir con vida.

Calliope: Pues si no se da prisa -dijo, entre jadeos-, está cosa va a matarnos.

Khaos se acercó a ella y la ayudó a ponerse en pie. Uso su poder de Mortificador para calmar su dolor y Callie le agradeció con una leve sonrisa.

Phoenix (Kaz Brekker & Calliope Waldorf)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora