CALLIOPE.
Para cuando Callie llegó al club de los Despojos, el resto de Cuervos no estaba ahí aún. Subió a una de las habitaciones y cerró tras de sí. Se dio la libertad de llorar y liberar todo lo que le había provocado haber presenciado aquello en el Palacio Esmeralda. Las palabras de Kaz no la dejaban tranquila y probablemente nunca lo harían. Ahora que estaba comenzando a superarlo. La violación de Calliope Waldorf.
Un rato más tarde, Kaz entró a la habitación sin preguntar y cerró la puerta.
Kaz: ¿Por qué te fuiste así? No sabía dónde estabas o si algo te había pasado.
Callie evitó mirarlo y se limitó a hacerle dos preguntas.
Calliope: ¿Y Pekka? ¿Encontró a su hijo a tiempo?
Kaz: Alby estuvo todo el tiempo seguro en su casa -Callie lo miró-. A Pekka lo detuvo la Stadwatch, se lo llevarán a Hellgate.
Calliope: Jamás le tocaste un sólo cabello a ese niño -negó-. ¿Y qué pasó con Nina?
Kaz: Rollins la amenazó con su fjerdano si no nos entregaba a él -miró a la castaña-. Jamás nos traicionó.
La Inferni se limitó a asentir por un momento, hasta que volvió a hacer contacto visual con el ojiazul.
Calliope: Y tú sólo decidiste no informarme nada de esos planes, ¿cierto? Planes que, cabe recalcar, me involucraban
Kaz: Callie...
Calliope: Calliope -corrigió-, para ti soy Calliope y me encantaría no tener que repetirlo -lo miró-. Todavía no termino de entender porque sigues sin confiar en mí, Kaz. ¿Por qué no me contaste lo de Nina? ¿Por qué no mencionaste que ibas a usar a Alby para doblegar a Pekka?
Kaz: Porque no necesitaba que tanta gente estuviera al tanto, las cosas podrían haberse arruinado si alguien abría la boca por accidente.
Calliope: ¿Cuándo te he fallado de esa forma, Kaz? Menciona una sola ocasión en la que me equivoqué y arruiné los planes, sólo así voy a entender porque hiciste las cosas de esa forma.
Kaz sabía a la perfección que Callie siempre seguía los planes al pie de la letra, aunque no estuviera del todo de acuerdo. Lo había hecho así desde que la conoció. Lo había hecho durante su aventura en el Pequeño Palacio. Lo había hecho aunque eso le había costado la vida de Marie. No tenía cómo contestarle a eso, Callie era una experta en dejarlo sin palabras.
Calliope: Eso imaginé -negó-. Yo de verdad creí que le habías hecho daño a ese niño. No podía dejar de pensar en ti, cavando esa tumba y metiendo al chico a la fuerza...
Kaz: El niño era inocente, tuvo la desgracia de ser el hijo de Pekka y ya está -la miró-. Jamás le habría hecho daño, lo sabes bien.
Calliope: No, no lo sé porque ya no te conozco Kaz. Imagina que tan cruel y vil creo que eres para creerte capaz de hacer eso. Por primera vez en años dejé de verte, dejé de ver a Kaz Brekker en esa habitación. Manos Sucias era quien estaba ahí para encargarse de la situación. Y estaba aterrada, aterrada de estar involucrada contigo. Si eras capaz de hacerle eso a un niño, eres capaz de cosas mucho peores.
Kaz: Callie... Calliope, lo importante es que nos deshicimos de Pekka. Te prometí que lo haríamos pagar y eso fue exactamente lo que hicimos.
Calliope: Pero jamás mencionaste cuáles eran los cargos por los que íbamos a acusarlo.
Kaz: ¿De qué hablas? -la miró, confundido.
Calliope: El homicidio de Heleen, el del guardia de la Stadwatch -enumeró-, eran los cargos que limpiarían nuestros nombres. El homicidio de Arek, con ese me vengaría por haberme arrebatado a mi mejor amigo -lo miró-. Pero decidiste agregar otro cargo, sin consultar a nadie, sin consultarme.
Kaz notó los ojos de la Inferni humedecerse. Una lágrima rodó por su mejilla, la limpió de inmediato y desvío la mirada, tratando de contener las lágrimas. Con eso, Kaz se dio cuenta del terrible error que había cometido.
Calliope: La violación de Calliope Waldorf -citó-, he tenido esas malditas palabras carcomiéndome la cabeza desde que salí del Palacio Esmeralda -volvió a mirarlo-. Me humillaste frente a todos ahí, tú...
Kaz: No fue así, Callie -interrumpió-. Yo no quise...
Calliope: Quizá no era tu intención, pero yo lo sentí así. Todos los Leones de Pekka me miraron en cuanto lo mencionaste. Me hiciste revivir ese día, como si las pesadillas no fueran suficientes. No tienes ni idea de cuánto tiempo llevo sin dormir porque, cada vez que cierro los ojos, revivo lo que pasé ese día. Una y otra y otra vez, sin parar, sin dejarme descansar.
Kaz: Te prometí que iba hacer pagar a Pekka por el daño que te hizo ese día, sólo buscaba que tuviera el castigo que se merecía -empezaba a sonar molesto-. Te estaba ayudando, Calliope.
Calliope: Y yo claramente te pedí que no hicieras nada al respecto. Denunciarlo o no era mi decisión, no tuya. Pero me quitaste eso, porque tú siempre tienes la razón, porque no puedes mencionar por completo tus planes porque pueden arruinarse. Porque las cosas se hacen como tú dices, nos guste o no, ¿no es así?
Kaz: Tenías que denunciarlo, ese pedazo de basura merece estar en Hellgate por los crímenes que cometió. Por todos.
Calliope: No te mientas Kaz, no hiciste todo esto por justicia. Si Pekka no hubiera asesinado a Heleen, al guardia, a Arek... si Pekka no me hubiera hecho lo que hizo, te habrías inventado razones convincentes para enviarlo a Hellgate o pero -lo miró-. No te importaba hacer justicia, sólo querías cobrar tu venganza personal.
Kaz: Estás dolida, por lo que pasó, por lo que has pasado. No quieres darte cuenta de la ayuda que te di y está bien, lo entiendo. Tienes que soltar tu pasado, Callie, o va a matarte lentamente.
Dicho eso, comenzó a caminar hacia la puerta. Antes de que pudiera salir, Callie le lanzó un cuadro que estaba en la habitación, el cual quedó incrustado en la pared, a pocos centímetros de la cabeza de Kaz, quien se giró para mirarla.
Calliope: No vuelvas a decirme eso, jamás -ahora estaba llorando-. Eres la persona menos indicada para decirme que suelte mi pasado y todo lo malo que pasé -escupió.
Kaz no dijo nada más, se limitó a salir de la habitación y cerrar la puerta tras de sí. Calliope no pude contenerse más, cayó de rodillas y estalló en llanto. Unos momentos después, Vesna entró a la habitación. Se acercó a su amiga y la abrazó, sin preguntar ni decir nada, sólo la abrazó.
Calliope: No puedo más, ya no puedo seguir cargando con esto -sollozó.
Vesna: ¿Te refieres a lo de Pekka? Jesper me lo contó, pero no te enfades con él, yo le insistí.
Calliope: No sólo eso Ves, la muerte de Arek... -se detuvo un momento antes de seguir- lo que hice con Kirigan.
Vesna se limitó a consolar a su amiga. Jamás iba a juzgarla por nada, ella sólo era una víctima en todo esto y no merecía cargar sola con todo el peso.
Zathrian pasaba por fuera de la habitación y no pude evitar escuchar hablar a las chicas. Estaba furioso, pero no con Pekka o con Kirigan. Kaz Brekker era su problema y estaba seguro que siempre iba a serlo.
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Phoenix (Kaz Brekker & Calliope Waldorf)
FanfictionKaz Brekker, o Manos Sucias, jefe de los Cuervos y dueño del Club Cuervo, el bastardo del Barril. Calliope Waldorf, una Inferni fugitiva del Segundo Ejército y miembro de los despojos, la conocen como Phoenix. Dos almas tan parecidas y a la vez tan...