11.

743 68 1
                                    

CALLIOPE.

Habían llegado ya al Pequeño Palacio. Kaz y Callie se habían hecho pasar por guardias y, para sorpresa de Callie, había funcionado. Ahora ambos caminaban por uno de los pasillos del Palacio, estaban recorriendo la ruta que Alina haría después de la presentación para localizar un buen punto donde emboscarla.

A medio camino, Kaz se detuvo, escondiéndose en un pequeño cuarto al lado del pasillo. Se recargó en el muro y llevó su mano a su pierna mala. Calliope se apresuró a ir con él.

Calliope: Debería hacer esto sola, sabes que soy capaz. No puedes estar caminando por todo el Pequeño Palacio sin tu bastón -dijo, y Kaz pudo notar un leve tono de preocupación en su voz.

Kaz: Estoy bien, sólo necesito un segundo.

Callie rodó los ojos, se agachó para estar a la altura de la pierna de Kaz y pasó sus manos con cuidado por ella. Callie alguna vez se había lastimado la pierna cuando aún vivía como una Grisha en Pequeño Palacio, Arek la había curado haciendo un masaje por su pierna y usando su poder como Sanador. Aunque Callie no era Sanadora, esperaba que al menos el masaje sirviera para reducir un poco el dolor.

Kaz se estremeció cuando sintió las manos de la castaña en contacto con su pierna. Todo su ser le pedía a gritos que la apartara, pero no lo hizo, no dijo nada, ni siquiera la miro. Era la segunda vez que ella lo tocaba, la segunda vez que él se lo permitía.

Unos segundos después, Callie terminó. Se levantó y lo miró.

Calliope: ¿Te sientes mejor?

Kaz: -asintió-. Hay que seguir con esto.

Callie siguió al ojiazul por el pasillo hasta que este se detuvo. Revisó la pequeña copia de los planos que llevaba con él y luego tanteó la pared a su lado.

Calliope: ¿Es aquí? Ni siquiera hay una puerta.

Cerradura Grisha, sin un Materialki no hay forma de abrirla, pensó la castaña

Kaz iba a contestarle, pero escucharon un ruido y rápidamente ambos se escondieron detrás de una puerta abierta cerca de donde estaban. Dos guardias del Palacio acompañados por un Materialki se detuvieron frente a la pared que ambos Cuervos habían estado revisando. Con un ágil movimiento de manos la cerradura se abrió y los tres entraron al pequeño cuarto.

Antes de que la puerta se cerrara, lograron ver dentro a una Grisha que llevaba la típica kefta azul con bordados rojos que usan los Inferni. Marie, reconoció Callie, ¿por qué la tienen ahí? Ella no es la Invocadora del Sol. Pero lo entendió cuando, al fondo del cuarto, vio dos keftas exactamente iguales.

▬▬▬▬ஜ۩۞۩ஜ▬▬▬▬

Kaz y Callie acordaron separarse para no levantar sospechas y reunirse en los jardines, en el carruaje que Inej y Jesper usaban como parte de la compañía teatral.

Para Calliope no fue nada difícil salir de ahí. Conocía el Pequeño Palacio como la palma de su mano y, para su suerte, no habían hecho cambios desde que ella se fue. Quería dar una vuelta por la pequeña feria en los jardines antes de reunirse con los demás, por lo que cambió su traje de guardia por unas ropas que había robado, guardó el traje en una bolsa y salió de ahí. No sin antes chocar con alguien.

Su corazón latió a mil por hora, se había distraído sólo un segundo y eso probablemente le iba a costar muy caro. No fue capaz de levantar la mirada pero pudo notar una kefta morada, había chocado con un Materialki.

Calliope: Lo lamento, estoy algo pérdida -dijo, con la mirada baja, fingiendo estar avergonzada.

David: No hay problema, ¿eres de la compañía teatral?

Phoenix (Kaz Brekker & Calliope Waldorf)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora