39.

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CALLIOPE.

Una vez que todos salieron, Sankta Neyar llevó a su esposo a que descansara y luego se reunió con Callie y Jesper en uno de los cuartos de la casa.

Jesper: ¿Esa es una persona? -preguntó, señalando la mesa a su lado, que contenía algo envuelto en tela.

Neyar: Mi primer esposo. Un matrimonio horrible, pero sirve de mesa.

Colocó una caja larga sobre la mesa y miró a Jesper mientras la abría.

Neyar: Eres un Durast, uno pésimo -Callie miro a Jes, sorprendida pero no lo suficiente-. Pudiste atacarme de muchas formas, con los botones de tu chaleco, el metal en la bota de tu zapato -sacó la espada y se la entregó a Jesper-. Eres muy viejo para ser un terrible Durast.

Jesper tomó la espada y la desenvainó. Era preciosa, parecía delicada para ser un arma.

Jesper: Me queda mucho por conocer todavía. Ahora lo entiendo -envainó la espada-. Sobre el veneno, sé que intentabas matarnos pero, gracias.

Neyar: La vida no suele dar segundas oportunidades, y sería una pena desperdiciar el talento de cualquier Durast. Así que ponte al día.

Jesper asintió y salió de la habitación con la espada en mano.

Neyar: Bueno, te escucho -dijo, dirigiéndose a Callie.

Calliope: ¿Disculpa? Fuiste tú quien me llamó aquí.

Neyar: ¿Y vas a decirme que no hay nada de lo que quieras hablar conmigo?

Callie la miró por un momento, tratando de ordenar las palabras en su cabeza.

Neyar: Sé quien eres, Calliope Waldorf. Conozco lo que hiciste y sé lo poderosa que eres. Una Inferni tan poderosa como tú puede vivir cientos de años sin ningún problema -Callie se tensó al escuchar eso, cosa que Sankta Neyar notó-. Es eso lo que te preocupa, ¿no es así?

Calliope: En lo único en que Kirigan no me mintió fue en que tan poderosa soy. Siempre mencionaba que viviríamos años y años juntos, reclutando Grisha y salvándolos del odio de la gente. Desde niña he sido consciente de cuan longeva puedo llegar a ser, antes no me importaba, pero ahora... -se quedó pensando un momento antes de continuar-, ahora tengo a gente que me importa. Personas por las que daría la vida y no sé como podría seguir cuando ellos ya no estén.

Neyar: ¿Cuándo ellos ya no estén o cuando él ya no esté? -Callie la miró-. Noté como lo mirabas, como si él fuera tu universo, así que entiendo que te sea difícil cualquier cosa con él considerando que un día él se irá y tú tendrás que seguir aquí -Neyar suspiró-. Lo único que puedo decirte es que no permitas que esos pensamientos te detengan de aprovechar cada momento. Sólo el tiempo dirá cómo se darán las cosas, quizá no seas tan longeva como yo o quizá sí, pero no es momento de preocuparse de esas cosas. Ama a ese chico y deja que él te ame, no hay nada más preciado que eso. Créeme que eso te mantendrá con vida.

Callie no tuvo el valor de decirle que amarlo no era el problema. Se limitó a asentir y sonreír. Le dio las gracias a Sankta Neyar y salió para reunirse con el resto.


NARRADOR.

Todos salieron de la casa, comenzaba a amanecer cuando lo hicieron. Mientras esperaban a Jesper y Callie, Khaos decidió alejarse un momento del grupo. Inej pareció ser la única en notarlo y lo siguió.

Se detuvieron cuando estuvieron a unos metros del resto. Khaos miró a Inej, quien le sonrío.

Inej: ¿Estás bien?

Phoenix (Kaz Brekker & Calliope Waldorf)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora