CALLIOPE.
Lo último que la Inferni recordaba era desvanecerse en la casa de Ohval y ahora, sin explicación alguna, estaba de pie en la oficina de Kaz en el club de los Despojos.
Kaz estaba de pie frente a ella, a pocos centímetros de distancia. Ninguno decía nada, ambos se limitaban a mirar al otro a los ojos.
Un momento después, que a Calliope le pareció una eternidad, Kaz levantó sus manos para retirarse los guantes, lentamente y siendo muy cuidadoso, hasta que sus manos quedaron al desnudo por completo.
Dejó los guantes de lado y volvió a mirar a la Inferni. Colocó una de sus manos a la altura de la cintura de la castaña, sin temblar, sin dudar ni un instante. Sólo se detuvo para preguntar:
Kaz: ¿Puedo?
Callie asintió y Kaz rodeó por completo su cintura, atrayéndola más hacia él. Ambos pechos se rozaban por la cercanía y ninguno tenía intenciones de alejarse. Kaz usó su mano libre para pasar un mechón de cabello detrás de la oreja de Callie. El momento no podía ser más perfecto. Era tal y como la Inferni lo había imaginado alguna vez.
Kaz acarició con dulzura la mejilla de la chica, acercando más su rostro hacia ella. Callie tomó el rostro del ojiazul entre sus manos, admirando cada pequeño detalle en él, para terminar poniendo ambas manos alrededor del cuello de Kaz, acariciando su cabello mientras ella también se acercaba. Ambas narices se rozaban por la cercanía y podían sentir la respiración del otro.
Calliope: Esto no puede ser real -susurró muy cerca de los labios del ojiazul.
Kaz: Estamos aquí, Callie. Te deseo.
Acto seguido, Kaz acortó la casi nula distancia que existía entre ambos y la besó. Sus labios encajaron a la perfección como piezas de rompecabezas, se movían en perfecta armonía y no se hubieran separado jamás si no fuera por la falta de aire.
Cuando se separaron, ambos miraron directo a los ojos del otro. La Inferni sonreía, Kaz colocó una de sus manos sobre su mejilla y ella se recargó con suavidad en esta. Era el momento perfecto para ambos.
Muy en el fondo, Callie sabía que podría tener a Kaz, al hombre que ama, sin una armadura de por medio que le impidiera amarla como se debe, y esto era una prueba de ello. Muy en el fondo, Kaz vivía con una muy pequeña esperanza de convertirse en el hombre que Callie merece, y esto era una prueba de ello.
Volvieron a unir sus labios en un beso, disfrutando cada segundo, cada detalle de aquel momento que tanto habían esperado.
¿El problema? Es que nada de esto era real y, probablemente, estaba muy lejos de llegar a serlo.
NARRADOR.
Wylan: ¡Tolya, estoy aquí! ¿Jesper?
Fue lo primero que Inej escuchó cuando logró despertar de aquel sueño. Trató de incorporarse pero le costaba trabajo, aunque logró llegar a la puerta, donde Wylan había hecho un pequeño agujero con sus explosivos. A la par, escucharon a Vesna despertar tosiendo, trató de incorporarse también pero fue inútil, estaban muy débiles.
Wylan: Están vivas -dijo, aliviado.
Inej: Estamos muriendo, nos envenenaron.
Wylan: ¿Tienen vómitos o alucinaciones?
Vesna: Alucinaciones, era un vapor naranja.
Wylan: La Datura meloxia -susurró y se alejó unos segundos de la puerta, volvió con algo en las manos que le pasó a las chicas-. Tomen esto, tienen que comerlo. Tal ves suene raro, pero el veneno no las mata, podrían ser el antídoto.
Ambas se metieron las mariposas a la boca y las ingirieron por completo. Casi de inmediato la fuerza regresó a sus cuerpos.
Inej: Wylan, necesitamos cinco más.
Wylan se apresuró a conseguirlas para salvar al resto de sus amigos. Inej se encargó de despertar a Khaos, mientras Vesna iba con Callie.
Metió la mariposa a su boca y la obligó a masticar. La Inferni despertó sobresaltada y parecía tener un par de lágrimas saliendo de sus ojos. Miró a su amiga, quien estaba preocupada.
Vesna: Toma -le dio una mariposa-. Ve con Kaz, pónsela en la boca, tiene que comerla -y sin más, se dirigió a donde estaba Tolya.
Vio a Inej al lado de su hermano, ayudándolo a despertar, y a Wylan pasando las mariposas a través del agujero en la puerta. Después de ver que Tolya despertaba y que se dirigían a despertar a Jesper, se dirigió a donde estaba Kaz.
Se arrodilló a su lado y lo miró por un momento. No podía sacarse de la cabeza lo que el veneno le había mostrado en sueños y, por un breve instante, deseo saber que estaría mostrándole a Kaz.
Trató de poner su mente en blanco y metió la mariposa en la boca del ojiazul. Con una mano le sostuvo la mandíbula, para evitar que la escupiera, y la otra mano estaba sobre su mejilla.
Calliope: Vamos Kaz, tienes que despertar -susurró.
En el momento que abrió los ojos, apartó de golpe las manos de la Inferni de su rostro y se puso de pie. Vesna ayudó a la castaña a levantarse.
Wylan: ¿Están todos bien?
Inej: Estamos vivos -Wylan suspiró aliviado y la chica sulí se encontró con la mirada de Khaos.
Khaos: Estoy deuda contigo.
Inej: Lo hizo Wylan, él nos salvó -se apresuró a decir.
Jesper: ¿Fue Wylan?
Wylan: De nada.
Calliope: Claro que fue Wylan, es un genio. A nadie más le confiaría mi vida.
Wylan: Gracias, Callie, pero sí que me dieron un buen susto.
Tolya: Casi morimos.
Jesper: Al mismo tiempo, tuve la alucinación más increíble. ¿Alguien más se dejó llevar por una reconfortante alegría?
Kaz: Yo no vi nada.
Calliope: Yo tampoco -negó.
Vesna: Vi a Arek -todas las miradas cayeron en ella-. Parecía tan real, lo sacábamos de Hellgate después de que Rollins lo encerrara ahí, y volvíamos a nuestra vida de antes. Juntos -sollozó.
Kaz: Si te sirve de consuelo -Ves lo miró-, donde sea que Sallow esté ahora, puedes estar segura que vive mejor que cualquiera de nosotros. Algún día te reunirás con él.
Vesna le dirigió una leve sonrisa y asintió.
Khaos: ¿Cuál es el plan ahora?
Kaz: Dijeron que había otro latido en la casa.
Tolya: Esquina sureste, es débil.
Kaz: Sospecho que construyó todo esto para proteger ese corazón, junto con una forma diferente de llegar a él.
Se reunieron cerca del agujero en la puerta para que Wylan también pudiera escuchar el nuevo plan. Pero antes, Tolya detuvo un momento a Vesna de la muñeca, quien se giró para mirarlo.
Tolya: Tú salvaste mi vida.
Vesna: Oh, nada de eso, digamos que fue trabajo en equipo.
Tolya: Te estaré eternamente agradecido.
La tomó suavemente de la mano y dejó un delicado beso sobre su dorso. Vesna sonrío a modo de agradecimiento y Callie tuvo que reprimir un grito para no hacer evidente su emoción.
ESTÁS LEYENDO
Phoenix (Kaz Brekker & Calliope Waldorf)
FanfictionKaz Brekker, o Manos Sucias, jefe de los Cuervos y dueño del Club Cuervo, el bastardo del Barril. Calliope Waldorf, una Inferni fugitiva del Segundo Ejército y miembro de los despojos, la conocen como Phoenix. Dos almas tan parecidas y a la vez tan...