Zone Zero

Capítulo No. 46. Zeph Ford.

Todo sucedió demasiado rápido.

En el momento en que Axel me dijo que no tenemos tiempo que perder salí del shock en el que entré cuando el tío de los Worral habló específicamente hacia mí.

Ay, por Dios.

¿Por qué carajos tuve que abrir la boca?

Supongo que era mejor quedarme con la duda y estar a salvo, no que por bocón ahora iré en bandeja de oro hacia una manada de bestias.

Mierda.

Como no caminé, Axel me obligó a caminar, me llevaron a un arsenal en donde me dieron un equipo completo.

Un chaleco antibalas por si en el campo de batalla me llegaba una bala perdida, me dieron una pistola y cuatro cargadores para defenderme además de un fusil con tres cargadores, los cuales guardé en el chaleco de arnés y en el arnés de mi cadera.

Pusieron un micrófono en el cuello de mi camisa y me colocaron un audífono en el oído y luego de ahí me subieron a una camioneta que empezó a avanzar a toda velocidad hacia los Contenedores Darlington.

Al menos tengo un poco de suerte de que quede lejos porque todavía nos dirigimos a las trincheras.

Respiré nervioso, observé el suelo sintiendo todas las gotas de sudor recorrer mi cuerpo e inevitablemente escuché la conversación que surgió de pronto.

─Muy bien equipo ─habló Sheyla provocando que la voltee a ver tragando saliva nervioso─. Estamos a punto de entrar a la zona de trincheras, hay manadas de bestias que intentan cruzar en estos momentos así que tengan mucho cuidado, una vez que atravesemos las trincheras las bestias querrán atacarnos así que debemos de defender todos los ángulos posibles, de todas maneras hay más cargadores en la parte trasera. Ford, no tengo tiempo para explicarte donde queda el Cuarto de Control así que te llevaré directo para allá, los Worral vienen con nosotros, Méndez y el resto abrirán el camino, así que estén preparados para cualquier cosa.

─Iré contigo ─habló Guadalupe provocando que yo frunza el ceño, noté como Guadalupe gira el volante haciendo que la camioneta se zarandee repentinamente.

─No, necesito que despejen el área para que lleguemos sin problemas.

─Pero...

─Dije que no, yo estoy al mando así que obedece mis órdenes.

─¡Sheyla!

─¡Apúrate! ─gritó Kimberly al lado mío.

─Dejen sus peleas de novios para otro momento ─comentó Willa atrás de mí.

Novios.

Woah.

Ahora que lo pienso, jamás imaginé que Guadalupe realmente perteneciera a la Fuerza Armada de Canadá ni mucho menos que ya tiene esposa y sobre todo que tiene hijos.

Eso me tomó por sorpresa.

Ay, ¿veré a Dylan con novia? Espero que sí.

Y Zoey... no quiero dejarla.

¡Cálmate, Zeph! ¡Concéntrate!

Todo saldrá bien, todo saldrá de acuerdo al plan.

Tú todavía no morirás.

Los disparos empezaron a escucharse a lo lejos.

Alcé la mirada rápidamente notando las trincheras varios metros a lo lejos, rápidamente observé varios cañones de gran tamaño lanzando bombas, una gran cantidad de balas y un montón de gritos, tanto de humanos como de bestias, además de que hay una gran cantidad de humo y polvo.