Me reí entre dientes. Simplemente no lo puedo evitar. Toda esta situación me da risa, me divierte demasiado y no me arrepiento de sentir esta alegría.
Confieso que me sorprendí por cada palabra del niño ese pero bueno... ese es el plan.
Observé fijamente a Zeph mientras camino hacia un lado, relajando los músculos de mis piernas y brazos, notando como el chico me ve sospechosamente, tal vez analizando cada uno de mis movimientos para saber en qué momento atacar y poder derrotarme.
Mmm, eso es un punto a su favor, analizar al enemigo antes de atacar e intentar encontrar sus puntos débiles, lástima que yo no tenga puntos débiles.
Axel me dejó en claro que no sienta lástima y que si es necesario lo hiera para que comprenda que nosotros no estamos de juego. Al principio me sorprendí y me sentí mal porque de alguna forma la niña me había caído bien y eso de tener que obligarla a ver cómo le pateo el trasero a su hermano mayor, su... papá, como que no me parece justo pero tuve que aceptar porque esa es la única manera de lograr nuestro objetivo.
Armas y un pase de salida.
Me reí entre dientes ante eso, negué ligeramente con la cabeza y crucé mis dedos detrás de mi nuca dejando de caminar, una posición despreocupada mientras Zeph me ve fijamente y con muchas más dudas que antes, incluso me atrevería a afirmar que me ve con odio y con ganas de matarme pero tal vez también con... temor...
Tal vez le parece que estoy demente por reírme y sonreír en una situación no adecuada pero... me vale un rábano. En serio me da risa todo esto.
Mis ojos hicieron contacto con los ojos oscuros del pelinegro unos metros alejado de mí. Alcé una ceja y sonreí de lado.
─¿Qué? ¿Tienes miedo? ─cuestioné burlona a lo que él frunció el ceño y me vio enojado─. Vamos, pelea. Las damas primero ─me burlé e hice una reverencia sin dejar de verlo.
Cuando me enderecé, me crucé de brazos y apoyé todo mi peso en mi pierna izquierda, ladeé ligeramente mi cabeza a la izquierda y lo seguí viendo con burla.
Él solo se quedó ahí, de pie, sin hacer ningún movimiento.
De alguna manera, debo de darle cierto reconocimiento porque no está atacando primero. Tal vez sí sabe pero los nervios le ganan.
No atacar primero porque no sabes cuál es el potencial de tu oponente. Eso es algo primordial que debes de saber para saber si la pelea está o no a tu favor.
Claramente, yo podría atacar primero pero eso sería agandallarme según mi familia cuando me entrenaron, aunque debo de admitir que todos esos golpes que recibí cuando se me olvidaba esa pequeña «regla» sirvieron de algo porque al parecer, y según toda mi familia, avancé demasiado rápido en el aprendizaje de peleas cuerpo a cuerpo, tanto así que a los dieciséis años me obligaron a enfrentarme al mayor Worral, y estuve a punto de ganar, pero en un momento de distracción el viejo decrépito me ganó, aun así le demostré a mi familia que no me rindo con facilidad, que resisto cualquier golpe, que siempre intento ganar y casi lo logro pero no lo logré por culpa de mi sobrina Jennifer, ay, hija de su madre, por explotar ese globo perdí la maldita pelea contra ese viejo decrépito, aunque fue divertido pelear contra el anciano.
Nadie le gana al mayor Worral, todos estamos obligados a pelear contra él para demostrar si somos buenos y sólo yo he estado a punto de ganar y gracias a aquello me gané cierto respeto entre mi familia.
Sonreí orgullosa recordando mi pelea contra el viejo decrépito, mi bisabuelo Ángel Worral.
─Vamos, Zeph, no es divertido si no peleas ─comenté empezando a aburrirme.
![](https://img.wattpad.com/cover/220922709-288-k425916.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Zone Zero
Teen FictionÉl estaba bien, según sus ideas, hasta que su enemigo secuestró a su hermano menor y ahora tiene que buscar la forma de salvarlo pero sin descuidar a su hermanita de ocho años en medio de la Tercera Guerra Mundial. Ella solamente buscaba la forma de...