Capítulo No. 16. Zeph Ford.

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El grito desgarrador de Willa había quedado en el aire mientras ella cayó al suelo tosiendo su propia sangre, a ese grito le siguió los gritos de dolor de Axel y luego unos disparos que me sacaron de mi estupor.

Lentamente reaccioné, miré a Kimberly mientras Zoey tiembla y llora en mis brazos desconsoladamente, la morena mantiene su fusil apuntando a la cosa que cayó al suelo muerto.

Observé la situación, alterado, dándome cuenta de la peor ocasión en la que puedo estar con mi hermana menor, mi hija adoptiva, presente.

Willa pierde sangre, demasiada sangre, y tal vez ella no se da cuenta pero no importa que tenga una mano intentando cubrir las heridas de su estómago, que sé mejor que nadie que son realmente profundas y largas porque lo vi en persona, algo un tanto traumático, pero a pesar de que tenga su mano en ese lugar la sangre sale sin problemas y gotea de su mano al suelo de la carretera. Por otro lado, Kimberly se encuentra desangrando del brazo izquierdo, se puede decir que tiene heridas graves que la hacen perder sangre ya que ésta gotea de su codo en la posición en la que tiene su brazo por mantener el fusil a la altura de sus ojos.

Ellos decidieron ayudarme a recuperar a Dylan, cuidar de Zoey junto a mí y entrenarme. Hace un momento estaba enojado con los tres por la mala broma pesada que me jugaron con un solo propósito pero ahora solo me siento fatal al ver el estado de cada uno y yo sin poder ayudarlos. Sin poder creerlo, le dije a Zoey que vaya con Willa.

Zoey me vio confundida con sus ojos llorosos pero le repetí lo mismo: ve con Willa.

Ella se fue con la chica de ojos grises, y con miedo, acarició su espalda. Yo, por otro lado, me acerqué a Kimberly y le quité el fusil de las manos obligándola a bajar sus brazos, me vio de mala manera pero al parecer no tiene energías para refutarme, insultarme, gritarme o tratarme mal.

Con un vacío sin fondo alojado en mi pecho, me acerqué a la orilla viendo a la cosa muerta y luego a Axel, sentado en el suelo con la sangre saliendo de sus heridas, las cuales son más que las que tiene Willa pero tal vez no tan graves como las que tiene la castaña.

Tiré el fusil al suelo y salté de la orilla aterrizando al lado de Axel, lo miré y el rubio alzó la mirada con hastío, luego la volvió a bajar.

─Vete ─murmuró roncamente y sin ganas─. Saca a mis primas de aquí, saca a las tres de aquí.

─No te voy a abandonar ─Sorprendentemente, eso salió de mi boca que incluso Axel sonrió perezosamente, mostrando sus dientes por lo bajo.

Él no dijo nada más pero cuando escuché otro rugido animal sonar en el aire mis nervios se volvieron a activar junto a mi miedo. Tragué saliva viendo hacia atrás, al campo, esperando a que una de esas bestias humanas-animales aparezca para que me devore vivo.

─Zeph, vete ─habló con cansancio Axel, como si le faltara el aire, provocando que lo voltee a ver─. Vete con ellas, sácalas de aquí, yo les daré tiempo.

Dicho eso se puso de pie forzosamente con ayuda de la pared y evitando poner una mueca de dolor dejando en claro que no piensa verse débil ante mí y que no planea mostrarme lo destruido que está y que ya no puede para más, aunque es Axel Worral, un Worral de sangre, y por el poco tiempo que los conozco puedo asegurar que luchará hasta su último aliento de vida. En ese momento ignoré su apariencia, la cual es un desastre, sobre todo por la sangre y heridas en ciertas partes.

─No seas imbécil, imbécil ─mascullé sintiendo la ira aparecer de inmediato─. No te voy a dejar aquí con esa bestia humana-animal.

Él me vio con una ceja alzada, en una clara señal de que le sorprendió la forma en que me dirigí a él, y no es el único, yo también estoy igual o más sorprendido que él, aun así permanecí viéndolo de mala manera, resistiendo su mirada azulada, consciente de cómo me dirigí a él y que él aún puede darme una golpiza aunque se esté muriendo en vida. No me voy a echar atrás, no lo haré ahora.

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