Capítulo No. 3. Willa Worral.

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Abrí los ojos bruscamente al escuchar una explosión, me confundí por unos segundos hasta que reaccioné, sin moverme agudicé mis tímpanos distinguiendo el peculiar sonido de varias explosiones en cadena.

Dios... otra vez no. ¡Hace unas horas escapé de varias explosiones! ¡No es justo que esto me suceda justo a mí y justo ahora! ¡Cuando quiero descansar! ¡No es justo! Me lleva la chingada.

Un notable pero ligero temblor fue lo que ocasionó que me sentara perezosamente en la cama, ha como pude caminé en dirección a la computadora y observé por las cámaras de seguridad del exterior como un edificio cae en pedazos en frente del edificio en el que me encuentro oculta, cambié los videos de seguridad por los que se veían en el interior de la planta principal del edificio observando como la densa nube de polvo choca contra las ventanas y las rompe en mil pedazos.

Escuché gritos por medio de las bocinas que hay en la computadora, alcé las cejas ligeramente sorprendida por eso.

¿Qué carajos?

Bajé el volumen y cambié las grabaciones viendo como algunas personas salen de otros edificios para ver qué pasa pero luego salen corriendo aterrorizadas.

Okey...

Fruncí el ceño desconcertada, afiné la mirada logrando ver a personas con armas blancas en las manos ir detrás de los civiles, incluso algunos se metieron en los edificios de los lados y sacaron a las personas para luego matarlos y empezar a comer sus carnes.

Mierda. Locos.

Tragué saliva y de inmediato escuché otros gritos, pero no por medio de las bocinas, sino gritos en los pisos superiores del edificio en el que me encuentro oculta.

Mi-er-da.

Nerviosa e indecisa, golpeteé la mesa con mis dedos y moví la punta de mi pie derecho consecutivamente golpeando el suelo metálico.

Miré el techo escuchando gritos, cosas caer y rugidos desquiciados que dan escalofríos, fijé mi mirada en los videos de las cámaras de seguridad mientras me dedico a morder la uña de mi pulgar derecho observando a una señora correr con una niña en sus brazos por los pasillos intentando huir de un loco.

Lo peor: tiene a una niña.

Intenté que la punzada de culpabilidad desaparezca, que mis ideas para salvarlas ya no existan y que mis ganas de agarrar un fusil, salir y matar al loco dejen de estar presente. Lo intenté. Juro que lo intenté. No podía hacerme cargo de la niña si la madre llegaba a morir, sin embargo... no lo logré, mi consideración por las personas fue demasiado grande que ni cuenta me di cuando apresuradamente agarré el primer fusil que vi en la caja de armas y salía de mi búnker secreto para correr las escaleras y llegar a la planta baja.

Solo... lo hice...

Fui consciente de todo cuando noté toda la sala hecha un desastre con polvo en todas partes mientras una leve nube de polvo se dispersa poco a poco dejando ver el desastre.

Afuera se escuchan gritos, tantos de terror como de psicópatas, los cristales de la planta baja se encuentran rotos por completo, que es por donde entra la nube de polvo del exterior y por donde logro ver varios escombros de diferentes tamaños, el humo que se formó por la explosión desaparece poco a poco, ignoré todo eso y me fui guiando por el grito del loco en los pisos superiores.

Subí las escaleras corriendo pero siendo cuidadosa de que mis pasos no se escuchen, llegué al piso en el que supongo se encuentra la señora junto a la niña, ambas ocultas del loco que tiene un hacha en las manos, un hacha muy grande por lo que alcancé a ver por las cámaras de seguridad.

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