Capítulo No. 27. Willa Worral. || 2da. parte.

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El viernes en la mañana salimos a correr a como hemos hecho últimamente. Axel al frente, luego Zeph, Zoey, Kimberly y por último yo.

Trotamos por los pasillos notando como los guardias de cada pasillo aumentaron, en lugar de uno ahora son tres, cada guardia nos quedaba viendo pero a como siempre los ignoramos aunque sí me sentí un poco incómoda por la cantidad de miradas.

Las velas alumbran los pasillos y, debido a la escasa información que poseo con respecto a lo que tal vez esté sucediendo en el barco, causa un ambiente de terror al estilo película, aun así seguimos trotando.

No le presté atención a nada más que no sea controlar mi respiración y mantener el mismo ritmo de siempre, hasta que sentí que pisé algo blando luego de doblar en un pasillo.

─¡Felpudo! ─gritó Zoey.

Volteé a ver hacia atrás, en el suelo, notando al oso de peluche «blanco» tirado en el suelo y al inicio del pasillo.

─Voy yo, ustedes sigan ─dije dejando de trotar.

Mis primos, Zeph y Zoey me vieron de reojo para luego seguir trotando por órdenes del rubio, sin embargo, Zeph tuvo que agarrar de la mano a Zoey para que ella lo siga.

Escuché sus pasos alejarse mientras yo camino con total tranquilidad por el pasillo, acercándome cada vez más a Felpudo. Sequé el sudor de mi rostro y cuello con la tela de mi camiseta. Durante el trayecto, cuando ya estuve un poco más cerca del oso de peluche, dejé de escuchar los pasos de mis primos y de los Ford, volteé a ver por encima de mi hombro notando como ya no se encuentran en el largo pasillo.

Mmm, de seguro ya doblaron a la izquierda.

Me encogí de hombros restándole importancia a la situación y volví a fijar mi vista en Felpudo, pinche oso de peluche, por tu culpa estoy sola en un pasillo que parece sacado de películas de terror, pinche oso.

Me reí por mis pensamientos infantiles y seguí caminando hasta que llegué al inicio del pasillo, atravesándome en el pasillo horizontal que conecta con todos los pasillos verticales, ignoré a la guardia que se encuentra a las dos, justo en la esquina del quinto piso, cerca de una puerta, le di la espalda y me agaché para recoger a Felpudo del suelo.

Lo levanté y lo sacudí, lo observé mejor notando la huella de mi bota en su pelaje «blanco», auch, Zoey se enojará cuando vea a Felpudo de esta forma, sacudí a Felpudo con tal de quitarle la huella de mi bota de encima pero de inmediato escuché algo caer al suelo y luego una puerta cerrarse, mis alertas se activaron y volteé a ver bruscamente hacia atrás en busca de la chica pero...

Joder.

No vi nada. No hay nada.

La puerta se encuentra cerrada, quién sabe a dónde lleva, jamás me lo había preguntado pero que yo sepa lleva al mecanismo del barco, el lugar en donde se encuentran todos esos engranajes y cilindros gigantes que se mueven por medio del calor producido por el carbón al ser quemado.

Fruncí el ceño confundida.

¿A dónde carajos fue la chica?

Miré a mí alrededor para luego volver a ver el lugar en dónde se supone debe de estar esa chica, observé ese lugar por algunos segundos, miré la puerta sospechando pero por alguna extraña razón bajé la mirada al suelo, recordé que escuché algo caer, no encontré nada tirado en el suelo, absolutamente na... Forcé un poco más mi vista debido a que la luz de las velas no ilumina lo suficiente al mismo tiempo en que maldigo mentalmente que enciendan las luces eléctricas hasta las siete y media. Una gota oscura fue lo que alcancé a ver.

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