«─¿Realmente piensan ir? Morirán. Es muy arriesgado que vayan para allá.
─Iremos. Tú también irás.»
Jamás pensé que esas palabras me dejarían en un completo estado de shock, y ni se diga de la mirada fría que me lanzó el rubio cuando pronunció esa frase.
Respiré hondo aguantando los mareos en altamar.
Dios, jamás pensé que volvería a estar viajando en el mar.
Volví a respirar hondo cerrando los ojos para poder calmar los mareos, cuando abrí los ojos enfoqué mi mirada en el cielo oscuro lleno de muy pocas estrellas, inevitablemente recordé a Dylan y Zoey, los dejé solos en Bielorrusia.
No me importa que Daniel haya dicho que cuidará de mis hermanos, me sigo sintiendo completamente intranquilo.
Pensar que estoy lejos de ellos… otra vez.
Para colmo de todos los males, estoy otra vez en el océano.
Mmm.
Que fastidio.
Antes de irme les dejé en claro que no se peleen y que estén siempre juntos, que no tardaría en volver.
En serio que fue una bendición que Daniel haya conseguido un piloto de una avioneta para viajar desde Bielorrusia hasta Corea del Sur, fueron las 15 horas más largas de mi vida debido a que tuvimos que hacer una parada en la frontera entre Kazajistán y China para recargar la gasolina.
Solo de esa forma logramos llegar más rápido a Busan, si el viaje hubiera sido en auto de seguro todavía estaría yendo en camino a Busan, que bueno que no fue así.
Luego de llegar a Busan, una de las pocas ciudades que todavía se mantiene en pie, aparentemente, tuvimos que viajar a un puerto marítimo alejado de la zona militar de Corea, ahí subimos a un pequeño barco para ir a Japón.
La opción de viajar hasta Corea del Sur era más segura pero un poco más larga, la opción más corta era ir hasta Rusia pero ese país quedaba completamente descartado para los Worral aunque estuviera más cerca de Japón.
Supongo que las casi 23 horas que pasaré en este barco no van a ser tan tormentosas, o al menos eso espero, quién diría que Busan queda tan lejos de Akita.
Y mi vista se nubló.
Ay, no.
Toda mi visión se volvió completamente negra, lo cual me ocasionó un leve dolor de cabeza, al mismo tiempo sentí un sabor ácido querer subir por mi garganta pero aguanté las ganas de devolver, aun así hice mi rostro hacia el mar.
Luego de que el mareo pasó, parpadeé varias veces hasta que mi visión mejoró.
Maldita sea.
¿Por qué tuvimos que viajar en barco? Prefiero la avioneta, ahí no me mareaba, lo máximo que pasaba era que me asustaba por la turbulencia pero jamás pasó a mayores.
Recargué perezosamente mis brazos encima del barandal del barco, descansé mi rostro encima de estos dejando apoyar una parte de mi peso encima de mis brazos.
Supongo que será una noche larga.
─¿No puedes dormir?
Esa voz.
Miré perezosamente hacia atrás notando a una morena caminar hacia mí, ella se colocó en mi lado izquierdo, cruzó sus brazos encima del barandal e inevitablemente mi mirada aterrizó en sus pechos, los cuales se encuentran encima de sus brazos cruzados remarcando más la forma curveada de estos.
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Zone Zero
Teen FictionÉl estaba bien, según sus ideas, hasta que su enemigo secuestró a su hermano menor y ahora tiene que buscar la forma de salvarlo pero sin descuidar a su hermanita de ocho años en medio de la Tercera Guerra Mundial. Ella solamente buscaba la forma de...