Capítulo No. 22. Zeph Ford.

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Con mi mano temblorosa fue a como agarré el vaso que me ofreció Esperanza, lo llevé con dificultad a mis labios sintiendo como el líquido tembló al hacer contacto con estos y sorbí un poco mientras siento mis nervios alterados.

─Fue mala idea ─Willa.

─Te callas ─Axel.

─Solo míralo, lo dejamos traumado.

─En serio, cállate.

─Vamos, Axel, reconoce que fue tu culpa.

─No tengo la culpa de nada.

─Axel ─Se unió Kimberly a la conversación.

─Cállense las dos.

─Vamos, Axel, lo dejamos traumado para siempre ─Willa.

─Ni que fuera para tanto ─Axel.

─Velo de esta forma...

─Axel, un espécimen desconocido lo lanzó en el aire varias veces como si hiciera malabares con él y estuvo a punto de devorarlo, ¿Crees que eso no lo dejaría traumado? ─Kimberly.

─No sean exageradas.

─No somos exageradas, somos realistas ─Kimberly.

Willa suspiró cansada y restregó su rostro con su mano para luego verme, yo los ignoré por completo y le di otro largo sorbo al vaso de agua que no deja de temblar en mi mano con intenciones de que en ese largo sorbo se detuviera el tiempo pero no funcionó, fue todo lo contrario.

Tuve la sensación de que los pies/manos de esa cosa volvían a estar en mis hombros, agarrándome y elevándome en el aire junto a... él o ella... sea lo que sea. Por un momento sentí el vértigo de cuando me lanzó en el aire varias veces, en frente de mis ojos, la imagen del gran tamaño de la boca de esa cosa volvió a aparecer, todo eso provocó que un estremecimiento me recorra por completo mientras el temblor en mis extremidades aumenta y el terror que sentí en ese momento se vuelve a instalar en mi pecho.

Sentí que el aire empezó a faltarme mientras los rugidos de esa cosa se escuchan en mis oídos como si todavía siguiera viva y Axel aún no haya logrado matarla.

La necesidad de beber agua fue apoderándose de mí poco a poco así que le hice caso a la necesidad, bebí sin detenerme el contenido del vaso hasta que me lo acabé pero no fue suficiente.

Me sentí ahogado, asfixiado.

El aire siguió faltándome cada vez más.

Jalé del cuello de mi camisa con desesperación, sintiendo mi corazón latir cada vez más rápido mientras lo sucedido con anterioridad se repite en mi mente una y otra y otra vez, torturándome horriblemente.

No, no, no.

Empecé a rascar mi cuello enterrando mis uñas, sentí un ardor en mi cuello pero no le presté atención, solo seguí rascándome. Dejé caer el vaso al suelo sintiendo miles de miradas puestas en mí pero las ignoré por completo.

Me seguí rascando el cuello mientras una presión se hace más presente en el interior de mi pecho, jalé mi cabello mientras gruño con rabia y desesperación, jalé el cuello de mi camisa esperando a que eso haga que el aire regrese a mí pero no funcionó.

No funcionó, no funcionó y sigue sin funcionar.

Empecé a respirar con más rapidez y con más profundidad esperando a que mis pulmones logren llenarse por completo de aire pero sentí mis pulmones chicos y el aire que inhalo no fue suficiente para mí. Tomé bocanadas grandes de aire sintiendo como todo a mí alrededor empieza a girar sin sentido alguno.

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