¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—¡Serena!— La voz de Scott gritando desde su habitación provocó que la chica se levantará de golpe y saliera corriendo hacia la habitación de su mellizo.
—¿Qué pasa? ¿Qué ocurre?— Preguntó Serena viendo cómo su hermano se estaba vistiendo.
—Stiles ha desaparecido. Vístete, yo llamo a Isaac.— Resumió su hermano confundiendo a la chica.
—¿Qué le pasa?— Preguntó confundida sin entender que ocurría.
—No lo se.— Murmuró el hombre lobo, mientras Serena soltaba un suspiró de desesperación y regresaba a su habitación para poder vestirse.
—¿Habéis conseguido contactar con él?— Preguntó Serena bajando las escaleras mientras se subía la cremallera de su cazadora.
—Esta en un sótano, hay un horno industrial, tiene frío, se está quedando sin batería y cree que no está solo.— Resumió Isaac haciendo que los ojos de Serena cambiaran rápidamente, sino podían pedir ayuda a la policía usaría en su beneficio su condición sobrenatural.
—Vale, ¿como lo hacemos? Necesitamos un plan.— Alegó Serena cruzándose de brazos.
—Nosotros iremos a casa de Stiles y llamaremos a Lydia, estoy seguro de que ella puede dar con él. Mientras, tu rastrea el bosque por completo, conoces el olor de Stiles y el de su sangre...— Explicó el hombre lobo haciendo que su hermana le mirase confundida. —Cree que se ha hecho daño, por lo que si está sangrando...— Empezó a decir algo nervioso.
—Será más fácil para mi dar con él si hay un rastro de sangre fresca. Entendido.— Dijo la mestiza mientras los tres salían de la casa, haciendo que la mestiza tomará un camino diferente al que habían tomado Scott y Isaac.
Sin reparar en si alguien la veía o no, Serena salió corriendo y se dirigió a la reserva del bosque, una vez en ella inspiró con profundidad, al mismo tiempo que un par de escamas se marcaban en su cuello, sus dientes se alargaban al igual que sus uñas, sus ojos se mantuvieron igual, y como muchas anteriores veces salió corriendo, guiada por el intenso olor a sangre. Había un fuerte olor en el bosque, y se parecía mucho al de Stiles, por lo que una parte de ella estaba, en cierta forma, emocionada. Si conseguía dar con Stiles sería un alivio, aquella noche era la más fría, podía sentirlo, y de alguna forma aquello no ayudaba, porque sentía un incontrolable deseo por la sangre y, antes de perder el control, prefería dar con su amigo y regresar a casa o a algún lugar donde, tal vez, no perdiera el control.
La carrera de la mestiza se detuvo justamente cuando llegó a una especie de cabaña de cazadores de animales, pensando en que tal vez aquel fuera el lugar en el que podía estar Stiles, la chica se dirigió a ella mientras volvía a una apariencia normal. Lo que menos quería era asustar a alguien o herirla; pero al llegar, la realidad fue mucho más atroz, en aquella cabaña se apilaban casi dos docenas de cuerpos, todos ellos desangrados y destripados. Al verlos, Serena agachó la cabeza, sabiendo que ella había sido la causante de aquellas muertes, pues las heridas y todo se asemejaba al tamaño de sus garras, pero se confirmó cuando empezó a recordar como se les comía y como les daba caza y les mataba. Allí estaba la muestra de su descontrol, aquello lo había hecho en cuestión de una semana, y eso la preocupaba, nadie sabía que ella perdía en control inclusive sino era luna llena, y decir que perdía el control era volver a viejos hábitos que se suponía que ya no existían, pero no era así. Ahí estaba la demostración de que ella jamás tendría un control de sus actos.