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—Papá, ¿que haces aquí?— Preguntó Serena al ver aparecer a su padre.
—Eso mismo podría preguntarte yo.— Comentó Rafael sorprendido de que su hija estuviera allí y no en clase.
—Moira y Kenna vendrán en cualquier momento, así que las estoy esperando. ¿Y tú?— Respondió la chica omitiendo toda la información posible.
—Quiero hablar contigo y con tu hermano.— Respondió Rafael justamente cuando Scott, Stiles y Isaac aparecían junto a Meredith. —¿Qué hacéis aquí?— Preguntó a Scott.
—Semana blanca, estamos estudiando en grupo.— Respondió Stiles rápidamente.
—¿Quien es ella?— Preguntó mirando a Meredith.
—Es mi novia.— Respondió rápidamente Stiles
—No eres mi tipo.— Respondió la chica con obviedad.
—Obviamente tenemos mucho de que hablar. Tal vez deberíamos de hacerlo arriba.— Aseguró Stiles queriendo irse de allí de inmediato.
—Él es mi tipo.— Alegó la chica mirándole a Isaac.
—Vaya, Isaac nos salió todo un Don Juan.— Bromeó Serena riéndose.
—Vale, Isaac puede venir.— Alegó Stiles mientras ellos tres se iban y los mellizos se quedaban con su padre.
—Papá te explicaremos esto más tarde.— Alegó Scott queriendo ir al tema que mes interesaba.
—No me importa que no estéis en clase, vuestras notas van bien. Lo que quiero es hablar.— Explicó el hombre sabiendo que había llegado el momento de que sus hijos supieran la verdad.
—Es que ahora no es un buen momento.— Insistió esta vez Serena.
—Tenemos que hablar.— Sentenció Rafael.
—¿Podemos hacer esto mañana?— Preguntó Scott queriendo evitar aquella conversación.
—La verdad es que es algo que quiero deciros desde hace tiempo. Venid.— Les pidió Rafael mientras se ponía a los pies de la escalera. —¿Veis esto? ¿Este bollo en el suelo? Lo hizo Scott con la cabeza y, tal vez no recordéis la mesa que había al lado, pero Serena te caíste encima de ella y la hiciste añicos, sucedio la noche antes de que me fuera. Vuestra madre y yo estábamos peleando, los dos salisteis de la habitación, ibais agarrados de la mano y yo agarre a Scott de la muñeca, pegaste un tirón y os caisteis los dos. Os vimos rodar por estas escaleras, Scott estuvo ido por unos veinte segundos cuando volviste en si no te acordabas de nada; y Serena estaba sangrando, se había hecho un corte en el brazo, pero también estuvo inconsciente y tampoco te acordabas de nada. Vuestra madre me dijo que me fuera por la mañana, esa fue la última vez que bebí. Y por eso me fui.— Explicó su padre haciendo que los mellizos se miraran, mientras Serena miraba la cicatriz que estaba en su brazo, posiblemente la única cicatriz que tendría en toda su vida.
