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—Tu padre volverá en una hora. ¿Quieres esperar en su oficina?— Preguntó Parrish a Stiles, el cual estaba acompañado de Serena y Lydia.
—En realidad queremos hablar contigo.— Comentó Serena mientras intercambiaba una mirada con la Banshee sabiendo que Parrish debía de saber sobre la lista y sobre el hecho de que su nombre estaba en ella.
—En privado.— Añadió Stiles haciendo que el agente les mirase confundido para después llevarles hasta el despacho del Sheriff, para poder hablar sin ser molestados.
—¿Es una lista de objetivos?— Preguntó Parrish una vez que Lydia le había dado la lista con parte de los nombres.
—Lo llamamos lista negra. ¿Reconoces algún nombre?— Explicó Stiles mientras Parrish miraba parte de la lista, no toda ella al completo.
—Sí, anoche el Sheriff me hizo buscar unos cuantos a traves del sistema. Pero no encontramos ninguno.— Respondió el agente con tranquilidad sin entender nada.
—Enséñale la otra parte.— Le dijo Serena a Lydia, haciendo que esta le diera la vuelta al papel para para Parrish pudiera ver su nombres.
—Vale..., esto es un poco aterrador. ¿Qué es el número?— Comentó mientras miraba el cinco que estaba junto a su nombre.
—Eso es lo mucho que vales.— Respondió Lydia con cierta tranquilidad.
—¿Solo valgo cinco dólares?— Preguntó Parrish sorprendido de que su vida pudiera costar tan poco.
—Cinco millones.— Le corrigió Serena, la cual, al igual que muchos, desconocía lo tanto que valía.
—Yo solo ganó cuarenta mil al año. Tal vez debería de suicidarme. No lo entiendo, porque estoy incluido.— Sugirió Parrish, para después darse de cuenta de que interés podría despertar él en una lista de muerte.
—Podríamos dejar esa pregunta para otro día. Todavía hay un tercio de la lista que tenemos que descifrar.— Explicó Stiles sabiendo que aquel no era el momento para decirle a Parriah que él era una criatura sobrenatural.
—Sí, la tercera clave cifrada. Pero... necesitamos ayuda para conseguirla.— Comentó Lydia sabiendo que necesitaban a otra Banshee para dar con la tercera contraseña.
—¿De quién?— Preguntó Parrish.
—Meredith.— Respondió Lydia.
—¿La chica de Eichen? La última vez casi la provocasteis un ataque de nervios.— Afirmó el agente dando a entender que de su parte no estaba el hecho de querer ayudarles a ellos y poner en peligro a Meredith.
—Casi.— Le recordó Lydia dando a entender que necesitaban su ayuda.
