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Serena salió corriendo detrás de Edward mientras lo dos intentaban huir de los disparos de varios asesinos que iban detrás de ellos para poder matarlos. La mestiza iba más rezagada, por qué en varias ocasiones había intentando atacarles, pero era evidente que ellos sabían cómo jugar con ellos, por primera vez la chica sabía lo que era sentirse como la presa y no como el cazador y eso comenzaba a no gustarla.
Una vez que se puso a la altura de su "Beta", ambos se miraron y en cuestión de segundos treparon uno de los árboles, a la espera de que los asesinos pasarán por debajo de ellos. Desde su posición, una rama por debajo de Edward, la chica percibía su respiración acelerada y su miedo. Comprendía que Edward tuviera miedo, todo aquello era nuevo, y si de por sí a Serena la costaba salir, por su cuenta, de algunos problemas, no quería ni imaginarse lo complicado que iba a ser sacar de ellos al ex cazador.
Los dos sobrenaturales mantuvieron la calma justamente cuando tres hombres, armados, pasaban por delante de ellos, sin dudarlo, la chica se bajo del árbol de un salto, aterrizando encima de uno para en segundos matarlo y usarlo de escudo, al mismo tiempo que Edward hacia lo mismo con el segundo asesino, quedando solo uno que terminó, para su desgracia, siendo la cena de la morena.
—¿Estas bien?— Le preguntó Serena a Edward al observar su expresión.
—Casi nos matan.— Alegó dándose cuenta de que lo que tiempo atrás él hizo le estaba sucediendo ahora, él ya no era un cazador, era la presa, y no solo por la lista de muerte.
—Pero no lo han hecho.— Alegó Serena sabiendo que Edward debía de aprender muchas cosas, y no con respecto a sus nuevas habilidades, sino a otras cosas que eran más importantes. —Aprende bien esto, Ed. Te va a ayudar de ahora en adelante.— Afirmó haciendo que el chico le mirase confundido. —Nosotros siempre sobrevivimos.— Sentenció con completa seguridad y firmeza en sus palabras.
—¿Siempre?— Preguntó confundido ante las palabras de la chica.
—Siempre. Ni una lista de muerte ni tu tía la psicópata o mi padre el sociopata van a matarnos, y si lo intentan les matamos. Si tenemos que elegir entre nosotros y ellos, la decisión debe de ser evidente, Edward, nosotros. Siempre nosotros.— Le dijo esperando que comprendiera que debía de comprender que ya no era un cazador, era una criatura sobrenatural y eso era lo primordial.
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—Se que no quieres hablar con nadie...— Empezó a decir Serena al ver que Malia se había dado cuenta de que estaba en su habitación.
