Capítulo 27 - Viaje a Alaska (corrigiendo)

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El secreto de Jack - Capítulo 27 ''Viaje a Alaska''

El viaje fue muy largo, pero tras varias horas los chicos llegaron a Alaska, al final no fueron muchos, pero suficientes para pasarlo bien, Andy y Yeray compartirían habitación con Alan, Tommy y Daniel.

Al llegar al hotel dejaron sus cosas y bajaron al comedor del restaurante a desayunar, los chavales eran acompañados por un profesor, la profesora acompañaba a las chicas.

—Bueno, la zona es preciosa, ya estoy deseando esquiar. —Tommy parecía muy ilusionado.

—Creo que no dejarán hacer nada hasta mañana. —Alan comía como un cerdo.

Daniel apenas probó bocado, Yeray se dio cuenta, que no dejaba de observar a su amigo, entonces Daniel pudo ver a un chico parecido Jack, cruzando el pasillo.

—¡Jack! —Daniel se levantó corriendo hacía el chico, que caminaba hacia un pasillo, lo veía girar otro pasillo, Daniel lo alcanzó y al girar no estaba.

—¿Qué pasa? —Yeray se puso a su lado corriendo, los demás chicos le siguieron.

—Eso, ¿Qué pasó? —Alan miraba extrañado a Daniel.

—¡¡Era Jack!!, lo vi, ¡¡Estaba aquí!! —Daniel miró a sus amigos alterado.

—¡Cálmate! Daniel, no puedes haber visto a Jack, porque él... —Tommy se calló.

Los demás chicos permanecieron en silencio, Daniel salió corriendo, salió del hotel y caminó hasta un mirador, apoyó sus manos en los barrotes del mismo, verdes, desde ahí podía ver a lo lejos los pinos, nevados, el paisaje..., todo blanco. Empezaba a atardecer.

—Daniel, ¿Estás bien? —Yeray se puso a su lado.

—Era Jack... —Daniel tenía los ojos lagrimosos.

—Te creo. —dijo Yeray.

Daniel miró a Yeray confuso.

—Jack sigue aquí, con nosotros, nunca se fue, yo..., yo creo que de alguna manera, está cerca, cuidándote... —las palabras de Yeray sonaban reconfortantes, pero no era lo que Daniel quería escuchar.

Daniel permaneció callado.

—Me..., me gustaría..., tanto..., poder dar marcha atrás, poder cambiarlo todo... —Daniel miró de nuevo a los bosques nevados, a lo lejos, el aire frío movía su cabello.

Yeray lo observaba, sin decir nada, con su mano, tocó la de Daniel, pero éste la apartó.

—Disculpa... —Yeray bajó la cabeza.

—No..., no lo hagas. —dijo Daniel.

—¿Qué? —preguntó Yeray.

—Tú me ayudaste mucho estos meses, pero no estoy siendo justo contigo, no quiero lastimarte... —Daniel miró a Yeray con preocupación, sabía que Yeray también estaba sufriendo por su culpa y que lo había utilizado para superar un poco la muerte de Jack.

—¿Qué?, ¿Lastimarme? No digas tonterías, nunca lo has hecho.

—Sabes que sí, te agradezco el apoyo que me has dado, pero yo... —Daniel no pudo terminar la frase al ser interrumpido por Yeray.

—No, no sigas, quiero estar contigo...

—Yeray, no puedo, yo amo a Jack...

Ambos chicos quedaron callados.

—Lo sé, pero no me importa, úsame, yo me dejo, Daniel, de verdad, quiero seguir contigo. —Yeray estaba a punto de llorar.

Daniel lo miró, permaneciendo callado, sabía que habían llegado demasiado lejos, recordó lo que le dijo Kenny, que acabaría lastimando a Yeray si jugaba con él.

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