Capítulo 46 - Juguete roto (corrigiendo)

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El secreto de Jack - Capítulo 46 ''Juguete roto''

El viento movía las hojas secas del suelo, era pleno otoño, Daniel llevaba ya casi un mes y medio en el centro o más bien en el correccional, no tenía permitido que tuviera visita, al menos al principio, porque el juez al final accedió a que sus amigos lo visitasen, pero sus familiares no, y hoy era el gran día, Jack deseaba que llegase el Sábado para visitar a Daniel por primera vez desde que lo metieron en el centro de menores.

—¿No vas demasiado elegante? —preguntó Roland, que observaba desde el marco de la puerta a Jack, que vestía un traje azul oscuro y se ajustaba la corbata mirándose al espejo del armario de su cuarto.

De espaldas, pudo ver a su tío a través del espejo en el que se miraba e intentaba parecer guapo.

—Es que estoy nervioso, llevo más de un mes sin verle..., quiero..., quiero abrazarlo y besar.., quiero decir... —Jack se puso rojo.

Roland sonrió y echó otro trago al vaso que tenía en la mano, parecía whisky.

—Tranquilo, no estés nervioso, recuerda que el Sheriff está siguiendo el caso muy de cerca y los reportes del centro son muy buenos, Daniel está bien, y es mejor que no te vea nervioso, ¿Vale?

—Si... —Jack se miró de nuevo al espejo y suspiró—. ¿Cuándo nos vamos?

—En cuanto lleguen tus... —el timbre sonó en la casa y cortó a Roldan—. Mira, esos deben ser.

Jack bajó corriendo y abrió la puerta, tras ella estaban Tommy, Yeray y Liam discutiendo, o eso parecía.

—¿Eh? ¿Qué pasa? —preguntó Jack.

—Nada, que este dice que viene a ver a Daniel. —dijo Tommy con cierto enfado.

—¿Y esas pintas? —preguntó Yeray con cierta gracia.

—Lo sé. —contestó Jack.

Tommy y Yeray miraron sin entender nada a Jack.

—¿Qué? Le invité yo, también es su amigo, y Daniel necesita el mayor apoyo ahora, por lo que todos iremos y no quiero peleas, ¿Entendido?

Sin estar convencidos del todo, Tommy y Yeray aceptaron a regañadientes.

—¿Y qué le pasa a mis pintas? —preguntó Jack, ahora que asimiló la pregunta de Yeray.

—¿Eh? Nada, nada, no sé, te veo raro ja, ja, ja. —Yeray comenzó a reírse y Tommy se llevó la mano a la cara con vergüenza.

Liam, a todo esto, permanecía serio, callado, con sus manos en los bolsillos del pantalón.

—Bueno, ¿Nos vamos? Son casi las diez. —dijo Roland poniéndose la chaqueta y mordisqueando un donut—. Vamos al coche.

Los cuatro chicos caminaron hasta el coche y entraron dentro, Roland terminó de comerse el donut y tras limpiarse con un pañuelo arrancó el coche, después, suspiró y miró a los chicos.

Jack estaba sentado delante, al lado de Roland, Yeray detrás de Roland, Tommy detrás de Jack y Liam en medio, todos bastante serios y nerviosos.

—Escuchad, esto no será fácil, sé que es un momento complicado, y quizás alguno sea de lágrima fácil, pero eso no ayudará a Daniel, ¿Entendéis? Si os ve muy afectados, podríais ponerlo peor, debéis sobre todo ser fuertes y apoyarlo, hay que ser positivo con él, ¿De acuerdo?

—Yo creo que no es buena idea que vayamos todos. —dijo Liam.

—¿Qué dices? —Tommy miró con enfado a Liam.

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