Capítulo 42 - El legado de la vida (2)

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Toda la noche estuvimos charlando con la verdad, pero obviamente dejando de lado que él es un personaje creado por una persona. De igual manera, Clark al inicio no confió en nosotros, pero mientras le explicábamos todo lo que pasó con nuestro mundo, el se quedó intrigado y luego se preocupó por nosotros.

Su madre estaba escuchando todo sin creerlo, pero de igual manera nos preparaba limonada.

La conversación terminó cuando sonaron los gallos, salí de su casa para poder pensar de todo lo que ha pasado, de seguro sólo ha pasado horas, pero para mi ya pasó un día y mi corazón me dolía por no estar con Yoo Sangah... parece que no puedo estar muy lejos de ella.

—Dokja-ssi tienes un momento —habló Heewon mientras se acercaba a mí.

—Claro, de que es.

Ella se sentó en el pasto donde estaba y miramos cómo el sol aparecía ante nuestra vista. Ya estaba por llegar el momento de enfrentarnos a los Kriptonianos que vendrán a atacar a la Tierra.

—En tus ojos, se nota que estás devastado, ¿A qué se debe eso?

Mi corazón palpitó por esa pregunta, ni yo me explicaba esto, no entendía el sentido de todo esto, parecía que no era yo, sino otra persona, como si mi vida hubiera dejado de existir o... hubiera vivido en una mentira, todos estos recuerdos... que tengo...Maldición.

—Extraño a Yoo Sangah-ah, por eso debo ser fuerte.

—¿Acaso la amas?

—No se explicarlo, ella y yo hemos sido amigos desde hace muchos años. Diría desde la infancia.

—¡¿Enserio?!

Ni yo sabía por qué, pero sentí una explosión en mi mente y todo se volvió más claro, era importante recordar.

—Si, la conocí desde que teníamos alrededor de 6 u 7 años, en un jardín de juegos, ella había escapado de su casa, ya que su familia era muy horrible con ella, la veían como un objeto para conseguir provecho después, y yo estaba sólo así que congeniamos al instante y nos hicimos amigos...

¿Qué son todos estos recuerdos? No tenía memoria de todo esto, ¿Yo de pequeño era así?... no recuerdo.

—Y, sin embargo, no podíamos vernos todas las veces, así que nos dejábamos hojas escritas pegándolo en algunas zonas para que la otra persona lo leyera después. Siempre de un modo u otro nos manteníamos en contacto, pero todo se intensificó con un cierto suceso.

Jung Heewon me miró algo mortificada, no podía creer todo lo que estaba diciendo.

¿Por qué tengo que decir todo esto? Siento que otra persona habla en mi nombre...

—Ocurrió una tragedia en mi casa, producto de eso fui al hospital, mi madre estaba en rehabilitación por lo que había pasado... muchas cosas más, pero yo no... sólo desperté después en mi cama teniendo a Yoo Sangah-ah llorando a mi lado. Ella estaba devastada y sostenía mi mano con fuerza, desde ese momento nos hicimos muy unidos.

Con lo último que dije, el ambiente se distorsionó y veía como si fuera una sombra todas esas escenas, los dos felices disfrutando de la vida, que en mi colegio no era el chico raro, era uno más de ellos, tenía amistades, tenía gente con quien hablar, no estaba solo... entonces ¿Qué es la vida que viví?

—Oye Dokja, vamos a jugar fútbol —habló uno de ellos.

—Dale, seré delantero, quiero meter gol a Yongha.

Mi mente no podía estar más desordenado, no sentía que estaba en el mismo lugar, estaba en un cuarto casi oscuro lleno de muchos libros, muchos son poco... estoy en un lugar con millones de libros por todos lados, parecía una biblioteca, pero a la vez no.

Omniscient Reader's Viewpoint "La caída del odio"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora