Capítulo 52 - El terror de las respuestas (4)

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—¿Quién eres tú?

El Spider-Man más joven se nos acercó con una mirada enojada, no me importaba en lo que pensara, su estupidez nos hizo venir aquí.

—¡Todo es tu culpa, Peter Parker!

—¿Qué?

—Tu maldito deseo no sólo jodió a sus historias, sino que creó un vórtice que causó un efecto no visto en la galaxia, la unión de un agujero negro y blanco.

—¡¿Los agujeros blancos existen?! —habló otro Spider-Man teniendo en sus ojos algo de curiosidad científica.

—Si, ha traído consecuencias en muchas realidades paralelas, nosotros sólo somos una de ellas.

—¡¿También las realidades paralelas existen?!

El más adulto de los tres se puso una mano en su rostro y soltó un leve resoplido.

—Nuestros informantes nos avisaron que, si no lo detenemos ahora, en el futuro se peleará a muerte con seres de otras tierras para sobrevivir.

—... ¿Qué estás di...

—¡Así que ahora dinos donde esta Doctor Strange!

—Tranquilízate, Sangah-ah, él nos dirá.

—¡No puedo, Dokja! Muchos han muerto por culpa de todo esto.

—No entiendo lo que está pasando, explíquense por favor.

La tensión que normalmente se estaba aliviando, subió como si fuera un DEFCON nivel 2.

Sin seguir pensando en todo lo que iba a pasar, saco mis dos dagas listas para pelear. Los tres Spider-Man retrocede antes que sacara mis armas.

—¡Mamá, no!

El grito de Shin me hizo bajar el enojo que subía como la espuma. Me tuve que tranquilizar sólo por ella.

—No te preocupes, hija. Mami está aquí.

Ella apareció delante de todos, como si fuera un fantasma y me abrazó con fuerza.

—Perdónenos, estamos muy alterados, esta es una misión para recoger la caja que tiene tu amiga en sus manos. Sin embargo, es necesario que Doctor Strange use su magia para que no coliguen las realidades.

—¡Hola! —dijo Shin al aire, ninguno supo que decir, pero el Spider-Man más longevo abrió sus ojos de desconcierto—. Puedo verte, no es necesario que estés en esta niebla.

—¡No es justo!

Todos abrimos nuestros ojos de sorpresa cuando otra sombra apareció y notamos que era una niña con traje de Spider-Man.

Después de tragar saliva un rato, ese Spider-Man se acercó a ella y tuvo que cerrar sus ojos para hablar.

—Ella es mi hija, May Harry Parker.

—Hola, mi nombre es Shin Yoosung.

—Esto no me lo esperaba, ¿Tienes una hija?

Susurró Kim Dokja, sólo para si mismo, que por suerte yo también pude escucharlo ya que estaba cerca de él, no podíamos atrevernos a decirles que ellos eran productos meramente de ficción, que sus historias son pasados por el cine y la televisión...

—Ahora mismo todos estamos en un mismo bando, no hay que alarmarnos.

—Yo digo que, si debemos tener miedo, a diferencia de ustedes, nuestros enemigos son mucho más fuertes, no son meros humanos, o especímenes pequeños del espacio. En nuestra realidad, peleamos día a día con seres de diferentes galaxias. Todo para el entretenimiento de los dioses y seres que traspasaron las epopeyas de sus vidas.

Omniscient Reader's Viewpoint "La caída del odio"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora