Omniscient Reader's Viewpoint "La caída del odio"

Capítulo 55- La amarga despedida (1)

Parecía como si fuera el apocalipsis de la biblia, como si fueran demonios o seres míticos que vinieran a la Tierra para devorar todo a su paso. Es muy gracioso que en el canal de nuestro Dokkaebi transmita cosas que otros Dokkaebis ni siquiera hubieran pensado que existían.

[¡Kim Dokja!] (Muns'hun)

[¡Muns'hun, necesito tu ayuda!] (Dokja)

[Primero es avisarte que nuestro canal ha conseguido más viewers, muchas constelaciones de la Galaxia espiral M58] (Muns'hun)

[Perfecto, así podremos costear más productos, pero antes que nada... ¡Donde está mi hija!] (Dokja)

[Está con la maestra, dentro de ese gigantesco agujero de gusano, están haciendo lo posible para entrar a este mundo] (Muns'hun)

[Pero... ¿Qué es este mundo?] (Dokja)

[Estamos ante un escenario de películas, no puedo deducir mucho pero parece que alguien ha jugado mucho con los universos, que todo se está uniendo en un solo punto.] (Muns'hun)

[¿Cómo descubriste todo eso?] (Dokja)

[La maestra] (Muns'hun)

[Oh, claro. Ella siempre sabe que hacer] (Dokja)

No podía hablar mucho con mi amigo, delante de mí había esas mujeres que en su estado de locura causaron la aniquilación de muchas civilizaciones.

—¡Otro yo, tienes que irte de aquí, esta no es tu pelea y sólo me estorbarás! —tuve que gritar para que me escucharan todos.

—¡¿No soy tan débil?!

—Protege a tus seres queridos, yo sólo les haré frente, me harían un favor si pudieran ralentizar a los nuevos enemigos que van a salir.

—¿No entiendo de qué estas hablando? —habló esa mujer que no la conocía casi por nada, salvo que me daba una sensación de haberla conocido antes de todo este enrollo.

—¡Que ese mago allá arriba termine lo que está haciendo, sino todo este mundo se irá a la mierda junto a nosotros!

Una de esas mujeres se rio y de un segundo a otro apareció detrás de mí para darme una patada en la espalda, su poder descomunal que me lanzó directo al mar.

A este paso, ya había iniciado la pelea y yo estaba en clara desventaja.

—¡Afrodita! —Grité con todas mis fuerzas.

Ella apareció junto a mi y se transformó en una esfera rosada en modo espíritu.

—¡Dame tu bendición, rápido!

Ella se acercó a mi y me dio un suave beso en mi frente, cuando estaba a punto de caer al agua, sentí su bendición tocar todo mi espíritu y tuve que mover mis brazos para hacer una voltereta en el agua.

Teniendo mi espada estelar y la bendición de mi constelación pude pisar el agua como si fuera tierra.

—Este mundo es increíble.

—La energía que emana esta galaxia es muy nutritiva.

—Debemos conquistarla para el emperador.

—Debemos causar otro genocidio mundial.

Ellas repetían las mismas palabras una y otra vez...

Lo bueno es que las cuatro más fuertes de todas esas mujeres estaban peleando contra mí. No podré aguantar mucho pero era mejor que estar detrás cuidando a esas personas.