Capítulo 11- El contrato predestinado (1)

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—Kim Dokja

No entendí quien me llamaba, veía todo borroso, ni sentía mi cuerpo...

—¡Kim Dojka!

Ese grito otra vez... no entiendo de que se trataba, estoy aquí, no estoy lejos... siento mi cuerpo muy pesado, no enti...

—¡KIM DOKJA!

El grito me hizo ver el panorama, una espada había atravesado mi corazón...

¿Qué?

—¡Aghr!

El dolor aumentó de golpe, mi cuerpo gritaba por todo el daño que sentía. Un brazo me sostuvo, su cuerpo cálido me hizo tranquilizar no sé por qué.

Un gran pesar pasaba por mi mente, pero pude volver a ver bien, estaba en un escenario con los que salvé... excepto por esas personas que no conocía.

—¡No puedes morir aquí!, ¡Kim Dokja! Sin ti yo no puedo pasar los escenarios... eres mi compañero... ¡Maldita sea, Kim Dokja!

No podía creer lo que estaba viendo, Yoo Joonghyuk estaba derramando lágrimas. Ese bastardo que hace unos minutos me dio la paliza de mi vida, ahora estaba llorando por mí.

¿Qué ha pasado?

—Oye, fue una historia realmente genial. ¿No es así?

Salió esa frase de mi boca, mis lágrimas también salían de mis ojos.

—Vamos a encontrarnos de nuevo, Yoo Joonghyuk... No, mi compañe...

—¡Kim Dokja! ¡No! ¡Kim Dokja! ¡Ahhhhhhh!

El gritó mientras me abrazaba fuertemente por el cuello. Pero ya era tarde. Sentí como mi fuerza iba desapareciendo, ya no sentía sus brazos, pero sus lágrimas todavía tocaban mi alma.

Todo se volvió oscuro, hasta que entré en otro escenario, estaba en la estación del tren antes que iniciara el primer escenario. Me sentía devastado, me sentía... solo.

—¿Qué demonios ha pasado?

Una presencia aparece, una mujer, pero no podía ver su cara, me sostiene y me aprieta con fuerza el cuerpo. Tenía dos cuernos gigantes sobre su cabeza y se mojaba sus labios con su lengua.

Traté de escapar, pero no podía liberarme de ella, al momento en que me acerqué a sus dientes, todo volvió a oscurecerse.

—Interesante

Eso fue lo único que escuche. De repente, desperté y mi cuerpo se volvió pesado cuando sentí que el agua entraba a mis pulmones. Luego caí en su estómago, pero en una zona que no tocaba su fluido gástrico, que se combinó con el agua que tomó. La estructura fue un gran salvavidas, pero lo más importante fue, que gracias a subir mi resistencia al nivel 15, pude sobrevivir.

Si estuviéramos en un juego de consola, diría que me queda sólo un 1HP.

Necesitaba estar despierto, lo que pensé hace un rato se sentía tan vivido, pero me atemorizaba que estaba desapareciendo todo lo que recordaba...

Ya sin pensar en ello, me las arreglé para estar en el medio del lugar de donde caí.

Me costó un montón mover mi mano, encendí mi celular. Me preocupaba que se hubiera roto en la pelea, pero por buena suerte había gastado mucho dinero para comprar uno resistente con función impermeable.

Prendí la linterna y el paisaje circundante entró a mis ojos. Había enormes muros con subproductos de hormigón flotando. El estómago de un ictiosaurio era más repugnante de lo que pensaba.

Omniscient Reader's Viewpoint "La caída del odio"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora