Capítulo 58- La amarga despedida (4)

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Mi nave espacial seguía soportando los disparos de esos cazas, eran una especie de láseres, algo avanzados para lo que tenía noticia, pareciera que eran de un mundo que nunca había leído, una parte de mí se iluminó de saber su historia, su inicio y final, como acabaría todo.

Uno de esos láseres causó un gran daño a la de armas, muchas de ellas cayeron al vacío del agujero de gusano.

—¡Abu, hemos perdido estabilidad!

—¡Pequeña mocosa, déjame de decir ab...! Está bien, quiero que salgas con esa bola de pelos.

—¡Que se llama Lassie!

—¡Apúrate, y toma esto!

Le entregué una poción dorada, sabía que este imbécil alumno tenía dificultades incluso para respirar, esa poción hará que se recupere totalmente, aunque sufrirá una paliza cuando lo vea.

Mi alumna corrió con su mascota hasta la parte inferior de la nave después de recibir la poción, los demás seguían disparando mientras los residentes, o como me gustaría llamarlos...morosos, estaban sentados tomando té.

No quería decirlo, pero maldita sea me encariñé con todos estos especímenes de mierda.

Podía ver el portal donde estaba mi alumno, estaba encima de varios escenarios de mundos distópicos, de muchos lugares donde ocurrían desgracias tras desgracias.

En cada portal, siempre mis seres queridos caían, uno en la que fueron asesinados por ese imbécil que se autoproclamaba como el salvador, en otro que este estúpido alumno era corrompido por los dioses externos y causó la caída de ese sitio llamado Star Stream.

Dentro de esos mundos, encontré a los dos que causaron todo esto, uno adulto con un solo brazo, y otro que era entrenado por ese enmascarado murciélago.

Tengo que matarlos, tengo que matarlos... tengo que

—¡Abu!

El grito de mi alumna a través del auricular me hizo olvidar ese pensamiento, verla a ella a punto de saltar al espacio con su mascota me hizo asustar por unos segundos, pero sabía que ella estaría bien, es mi alumna, al fin y al cabo.

—¡Deja de gritar, me dejarás sorda!

—¡Las dos sabemos, que nada te pasará a ti!

Refunfuñé ante su respuesta, pero tenía razón... ¿Cómo quisiera que esta alumna, aunque sea se preocupara por mi una vez?...

¿Preocupar?

Estos si que han ablandado mi corazón...

Podré hacer lo posible para salvar a este alumno, aunque su destino sea morir... sé que podré hacer la diferencia y salvarlo, no quiero que muera.

¡Te odio, estúpido aprendiz!

Tengo que dejarlo, ver a ese manco cuidando a Shin en ese mundo, no me dejaba tratar de terminar mi trabajo, y si iba y mataba a ambos, mi alumno se quedaría en ese mundo atrapado sin poder volver a vernos.

Agarré el auricular y dije las palabras que nunca pensé decirlas.

—Niña...

—¡¿Abu?!

—Ten cuidado, vale... si te denominas mi nieta, si siquiera pienses en recibir daño.

—Abu... ¡Abu! Me dijiste por primera vez nieta.

Se sentía la felicidad de esta mocosa, aunque estuviera hablando con el auricular.

—¡Claro, abu! ¡Sólo mira como haré que esas naves ya no ataquen la nave!

Omniscient Reader's Viewpoint "La caída del odio"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora