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Camila veía la mirada perdida de Ximena, llevaba semanas distante, tanto ella como Leonel estaban preocupados, pero el rubio estaba algo ausente por sus preparativos de final de semestre y su viaje a Chicago, así que Camila era la que se sentía responsable de su amiga en esos momentos.

-"Xime ¿Estás bien?" Dijo Camila tomando la mano de la rubia, quien inmediatamente la quito cuando sintió el tacto de la castaña, dejando a Camila confundida.

-"Ehh...yo" Intento decir pero sintiendose frustrada. -"Dicen que los niños y los borrachos siempre dicen la verdad" Murmuró reflexiva la rubia, Camila rio ante su elección de palabras.

-"Bueno, no creo que los borrachos digan siempre la verdad" Admitió la castaña con una mueca. -"Pero sabes que puedes confiar en mí ¿Pasa algo?" Volvió a insistir, ya no hizo contacto físico con ella debido a la incomodidad que percibió cuando la toco.

-"Ví algo, algo que no quiero creer, y a pesar de que estaba tomada se que fue real" Explico vagamente la mujer, la castaña frunció el ceño preocupada.

-"¿Que fue? ¿Xime, alguien te hizo daño?" Cuestiono Camila temiendo lo peor que le puede pasar a una mujer cuando está bebida, y es que se aprovechen de ella.

-"No directamente, pero si me siento muy lastimada, traicionada" Reconsideró la rubia mirando directamente a los ojos de Camila, la castaña lo sintió casi como un ataque directo, pero repaso mentalmente las últimas semanas y no encontraba nada para justificar el drama de Ximena.

-"Puedes hablar conmigo lo que sea" Aseguro la castaña tratando de transmitirle toda la confianza a su amiga. Quien lanzó una sonrisa sarcástica en cambio.

-"¿Lo que sea? ¿Enserio? No lo creo" Hablo Ximena en tono irónico sorprendiendo en mal plan a la ojimarron. Quizó ahondar mas en el tema, pero Ximena se paró dejando con la palabra en la boca a Camila dentro de aquella cafetería de la UIM.

Ximena Garza siempre había sido rara, quizá un poco caprichosa y algo prepotente con ciertas personas, pero aún así Camila la considerado su mejor amiga, así que ahora no entendía su enfado.

Un rápido beso en su mejilla la hizo salir de su ensoñación. -" Hey!! Te Vi hace rato, pero quise esperar hasta que estuvieras sola" Comento Lauren después de sentarse justo en el lugar donde acababa de desocupar Ximena. -"Parecía una plática sería" Murmuró tomando levemente la mano de la castaña sobre la mesa, quien sonrió levemente.

-"Si te soy sincera, ni siquiera se de qué hablábamos" Respondió Camila, viendo levemente el cuello de Lauren, dónde descansaba el collar que le había dado en su cumpleaños y que Lauren no había dejado de usar.

Por su parte Lauren no le había comentado todo lo que había dicho Ximena sobre ella en su cumpleaños, simplemente evitaba totalmente a la rubia.

-"Pero ya no hablemos de Xime, mejor porque no me dices que pensarías de tu y yo en Sydney para fin de año" Dijo una Camila con una sonrisa pícara que sorprendió a Lauren.

-"¿Que?" Fue lo único que pudo decir la ojiverde, haciendo reír a Camila.

-"Bueno ese fue el regalo de mis padres, y quiero que vayas conmigo" Pronunció la castaña acariciando levemente el brazo de la ojiverde. -"Todos los años pasamos Navidad con la familia de mi papá y días antes visitamos a mis abuelos maternos en San Antonio, y fin de año lo pasamos en Cancún o Nueva York, pero este año por fin podré pasarlo sola, y pensé que Australia sería un gran lugar para recibir el nuevo año... Y juntas." Termino de explicar la castaña viendo esperanzada a la ojiverde, pero Lauren tenía la respuesta en cuanto la castaña comenzó a hablar.

¿Le encantaría? Por supuesto.

¿Lo podía costear? No.

Y sabía que ese no sería un problema para Camila, pero si para ella, y más cuando las palabras de Ximena comenzaban a retumbar en su interior como martillos.

Imperio Y PoderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora