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Toluca, Estado de México.

Aquel cubículo completamente blanco y frío era el lugar en el que menos quería estar en ese momento sin duda, un cristal la separaba completamente del hombre a quien vería en unos momentos, y un teléfono fijo a su derecha era el intercomunicador por dónde conversaría.

Había pagado mucho, pero mucho dinero para reunirse con el tatuado antes de que el proceso de extradición comenzará, además de mantenerse completamente bajo la sombra, había mucho tráfico de influencias y sobornos para que ella pudiera estar sentada en esa silla incómoda, para efectos legales y burocráticos ella jamás piso aquel reclusorio de máxima seguridad ubicado en la capital mexiquense.

Leonel no lo sabría, así que si Ryan pudiera ayudarla a hacer algo para liberar a Lauren del yugo del Presidente, valdría la pena todo el dinero invertido.

Un sonido realmente molesto sonó indicando que la puerta del otro lado había sido abierta, mostrando a Ryan esposado y con el típico uniforme de recluso acompañado de un celador. La cara de Romero no mostró más que descontento, incluso cuando la vio ese gesto se agudizó más, apretando la mandíbula. Igual Camila tampoco se perturbo, lo cierto es que ella tampoco estaba feliz de verle, de hecho era lo último que quería, pero Lauren era lo más importante, así que tenía que tragarse sus celos. Ambos deberían de hacerlo.

-"¿Que chingados quieres?" Fue lo primero que dijo Ryan en cuando el guardia lo dejo en su lugar en la silla frente a ella. Camila también tomo el aparato de comunicación para poder oirle.

-"Creeme que si no fuera importante no estaría aquí" Dijo de mala gana la ojimarron, una sonrisa burlesca se instalo en los labios del tatuado.

-"Supe que el güero te boto, como la perra traidora que eres... En fin, es una pena que no me hayan enterado con más tiempo que ibas a venir, si no una bala estaría esperando a tu frente en cuanto salieras de aquí" Mencionó en medio de una risa de satisfacción, la ojimarron en cambio trato de que no le afectará en lo más mínimo los intentos de amenazas del hombre frente a ella.

-"Entiendo que estés celoso, pero ni vine a hablar de eso, quiero que hablemos de Lauren" Pronunció Camila sonando totalmente tranquila, tenía un objetivo y no se distraería de ello.

-"Lauren es mía, solo mía. El puto güero tiene ordenes precisas para alejarla de ti" Declaró el hombre golpeando el cristal que los separaba de Camila. -"Ya hará lo que tenga que hacer" La ojimarron se sorprendió ante las declaraciones del hombre.

-"Eres un pendejo... no entiendes que Leonel la tiene encerrada no porque quiera ayudarte si no porque está enamorado de ella" Murmuró ella desesperada dando un pequeño manotazo a la mesa, la mirada de Ryan cambio mientras al parecer cabilaba lo que Camila acababa de decirle, aún así al final volvió a su habitual sonrisa irónica.

-"Me vale madre, prefiero eso a verla contigo, jamás voy a perdonarle que sea una tortillera de mierda" Dijo el tatuado con odio, su ego herido no soportaba el hecho que Lauren estuviera enamorada de alguien más, mucho menos de una mujer. Estaba ardiendo de celos desde que se enteró, podría soportar y perdonar cualquier cosa, menos eso. Y haría cualquier cosa por destruir lo que sea que tuvieran esas dos, así tuviera que romper su corazón en el proceso.

-"!Eres un Pendejo!!! Si la amarás tanto como decías no permitirias que ..." Hablaba Camila con enojo pero el propio Ryan le interrumpió.

-"Para la mierda, la amo, más que a nada. Por eso mismo no voy a permitir que la vuelvas a tener, así que si tu la amas tanto como dices, alejate de ella, renuncia a Lauren y en este instante ordenó que Leonel la deje en paz" Trato de chantajear a Camila, que sonrió de medio lado al tiempo que negaba.

Imperio Y PoderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora