Ryan lucía un suéter de cuello de tortuga a pesar del calor que hacía afuera, alguien se lo había dado para cubrir el tatuaje que dejaba ver a través de su camisa de tirantes, aunque lo habían escondido bien de la prensa, la noticia de su captura ya era noticia nacional, así que los medios estaban como aves de rapiña sobre el y el gobierno mexicano. El tatuado se encontraba esposado y con claro sudor cayendo de su frente y empapando sus prendas. La sala donde estaba tenía el clima apagado, para incomodidad del criminal, la castaña entro y sintió de inmediato el cambio de temperatura.
Ryan estaba con la cabeza gacha cuando Camila ingreso, la miro con recelo y luego un leve sonrisa se instalo en su rostro al reconocerla, por supuesto que sabía quién era. La había visto un par de veces en los periódicos o portales de noticias.
-"Camila Castelli mucho gusto, pero solo voy a hablar con Leonel Emilio, la Primera Dama y mi abogado. Solamente" Dijo tajante sonriendo con sorna, la castaña lo observó entrecerrado los ojos.
-"Tu no eres nadie para pedir al Presidente o a su esposa" Respondió con determinación la mujer, sentándose frente a el. Ryan soltó simplemente una risa burlesca que molesto mas a Camila.
La castaña no entendía que le había visto Lauren, sin duda podía parecer atractivo, no hallaba más haya de lo físico de interés, Lauren en el pasado le había mostrado una imagen de su primer y único novio, pero era tan diferente, aquel joven era más parecido a Leonel, este todo un chico malo y repugnante a su parecer.
-"El güero se ha de estar cagando encima, solo dile mi nombre y lo tendré aquí lamiéndome los huevos" Mencionó con burla, Camila entendía a lo que se refería pero no sacaría el tema, no sin saber quién lo escuchaba tras el cristal al costado de la habitación.
-"El Presidente no va a venir y mucho menos la Primera Dama" Declaró tajante la ojimarron, Ryan la miro con el ceño fruncido.
-"En cuánto Lauren se entere, vendrá buscarme, es más... Rogara por hablar conmigo" Hablo el tatuado con una seguridad que sin duda molesto a Camila, ella sabía perfectamente porque daba por hecho.
-"No lo voy a permitir" Respondió con la misma seguridad la ojimarron, levantando una ceja como desafío.
El tatuado estaba molesto, necesitaba desesperadamente ver a la ojiverde pero era obvio que no lo estaba consiguiendo. -"¿Y tu quien eres para permitirlo o no?" En cambio cuestiono con enojo. Poco a poco se iba cayendo esa careta de hombre confiado.
-"No quieres saberlo" Dijo antes de pararse y encaminarse a la puerta.
-"Quiero hablar con mi abogado" Exigió en voz alta, Camila apenas y le hizo caso, salió hacia la habitación contigua dónde solo estaba Leonel y el teniente Roldán.
-"Conseguiste lo que te pedí" Le dijo mirando al militar que asíntio.
-"Si, es un recluso. Acepto hacerlo en secreto a cambio de reducir su condena" Mencionó el hombre, Camila asíntio complacida.
-"Exelente, tráelo" Ordenó, Leonel la miro con curiosidad cuando el Teniente salio de la habitación, pero Camila ignoro la pregunta silenciosa del Presidente en cambio se limito a ver al criminal. El cual se sorprendió cuando un oficial junto a otro puso una especie de camilla en la habitación.
La ojimarron salió cuando el Teniente Roldán le dijo que todo estaba preparado.
Camila entro a la habitación acompañada de otro hombre que llevaba un pasamontañas puesto para ocultar su identidad y un maletín.
-"¿Que es esto? ¿Quiero a mi abogado? !Ahora!" Grito tratando de intimidar a la mujer.
-"Este de aquí es el hombre que te va a quitar la porquería que tienes en el pecho. No es profesional como tal, pero como será gratis no puedes quejarte" Dijo con diversión la mujer, Ryan la miro confundido mientras veía como el hombre sacaba una máquina de tatuar cacera de lo más rudimentaria.
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Imperio Y Poder
Fanfiction"Tienes dos opciones, y ninguna incluye a mi hija" "Serás la Primera Dama y la persona que realmente tiene las riendas del país junto conmigo" Dos frases con gran intervalo de tiempo de una y otra, pero que sin duda cambiaron su vida y destino.